En Aguascalientes… Sonrisas serenas

Ana Delgado 10 marzo 202411 marzo 2024 México, Por Ana Delgado

Aguascalientes. Domingo 10 de Marzo 2024. Cuarta novillada de la Temporada, Plaza de toros San Marcos, poco más de media entrada. Se lidiaron novillos de Rosas Viejas, desiguales en presentación y variados en juego. Destacaron los lidiados en primer y quinto sitio, este último recibió arrastre lento. Los demás complicados.

Enrique Melchor: Tres avisos (novillo vivo a los corrales) y división de opiniones

Emiliano Osornio: Oreja y vuelta al ruedo

Luis Garza: Silencio y leves palmas

Detalles:

Esta tarde se examinaron el subalterno José María López (al tercio) y el puntillero José Vicencio.

Saludaron en el tercio tras buenas actuaciones Aldo Navarro, Héctor García y Alejandro Prado.

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Sonrisas serenas surgieron hoy en el ruedo sanmarqueño, comisuras hacia arriba, alegrías en el tendido ante lo que pudimos observar en las manos de Emiliano Orornio, un joven novillero de los que surgen de vez en cuando, de esos que tienen un sello especial, de los que en el futuro serán o, mejor dicho, ya son.

Y es que esta tarde Osornio sedujo a la San Marcos, en un vaivén de temple, conexión, serenidad y torería, hoy el vínculo entré él y esta plaza se afianzó como las raíces de un roble, honda y profundamente.

Granadero fue el lidiado en segundo sito, primero del lote de Osornio un negro justo de carnes, brioso y alegre desde la salida, metiendo bien los pitones por ambos lados al que veroniqueó sentidamente para rematar con media torera.

Fuerte pelea en varas dio el de Rosas Viejas, pero salió doblando las extremidades, condición que continuó en el segundo tercio. Ya de muleta Osornio comenzó por alto y con tranquilidad, por derecha tandas pensantes, ajustadas, toques ligeros y remates por alto. Por naturales el novillo se tornó peligroso y volvió a la diestra atrayéndolo a su tela mientras el burel estaba atentó a él, desprendiéndolo del arma.

Osornio volvía a la carga cruzándose en la línea del peligro, con aguante y firmeza, el cambio de muleta por la espalda y el remate de pecho que detonó los olés. Prosiguió por la derecha, no faltó el achuchón del que salió ileso, quedándose en la cara. Mató de entera ligeramente caidilla para llevarse una merecida oreja.

Pero el flirteo llegó en el quinto del festejo Romancero un astado de justa presencia, pero alegre, emotivo y repetidor. Emiliano Osornio lo saludó con chicuelinas jugando bien las manos, con tersura y media verónica muy torera, poca vara recibió el de Rosas Viejas. Duelo en quites vistosos entre Osornio y Garza. En varas destacaron Héctor García y José María López quienes tras dejar pares en lo alto saludaron en el tercio.

De muleta Emiliano Osornio inicio rodillas en tierra, de pie el desdén bonito hacía presagiar las mariposas de la emoción. Luego tandas por derecha serias, unas más por naturales templados y rematando por alto, ligados uno a uno cual verso armonioso, otros en redondo, el cambio de muleta por delante y el remate de pecho con el corazón en la mano.

Emiliano y su sonrisa franca, Emiliano y su sonrisa serena, sabedor de lo bien hecho conquistando a la centenaria entre gritos de ¡Viva Aguascalientes!

Y cuando aquello estaba puesto para el triunfo, Osornio falló con las espadas, una y otra vez, hasta escuchar un aviso, aun así, la afición lo invitó a dar una cariñosa vuelta al ruedo, lanzándose miradas coquetas, queriéndose decir muchas cosas, sin desesperar uno y otro, porque seguro esta afición, esta plaza y ese torero tendrán muchos otros momentos para rozarse con las yemas y acelerarse los latidos.

Quien no tuvo la fortuna de su lado fue el novillero hidrocálido Enrique Melchor, se enfrentó al primero de la tarde, un bonito y bien presentado castaño de Rosas Viejas que llevó por nombre Chacho que desde un inicio no le presentó las cosas fáciles, en varas cumplió correctamente y luego Enrique Melchor quitó por chicuelinas en el centro del redondel, el astado se revolvía pronto, atento a las capas y a los toques. En banderillas destacó Aldo Navarro que se desmonteró en el tercio.

Con la muleta, el novillero hidrocálido comenzó por bajo, sacándolo de las tablas, luego vino una tanda por derecha con sus reservas porque el astado estaba pendiente de él por ese lado, tanto que llegó un momento que por poco le prende en la carrera que pegó hacia las tablas. Traía muchos pases ese novillo, requería sometimiento, pero el joven de Aguascalientes pecó de novatez. Intentó cambiarlo los terrenos, se cambió la muleta de mano, pero el mando de su muleta no imperó.

Alargó en demasía su labor, queriendo, intentando, eso ni duda cabe, pero el tiempo se le vino encima, el astado terminó saliendo con la cara arriba y buscando las tablas, se tiró a matar fallando en múltiples ocasiones hasta escuchar los tres avisos, el novillo vivo a los corrales y el novillero en el gélido silencio hacia el burladero.

Abrileño fue el cuarto de la tarde, segundo del lote de Enrique Melchor con el que lanceo rodillas en tierra. Fuerte le pegaron en varas en las que empujó, pero salió doblándose. Melchor cubrió el segundo tercio con más alegorías raras que con certezas. De muleta quiso pasárselo por la espalda, pero el astado no acudió al encuentro, luego se puso de rodillas, pero realmente poco se pudo apreciar ya que el novillo terminó echado en la arena, el joven de Aguascalientes le puso valentía, pero no había más que hacer. Mató de entera traserilla de efectos rápidos para irse entre una división de opiniones

Luis Garza pasó de puntillas esta tarde en la San Marcos, a su primero lo lanceó por verónicas y gaoneras. En el tercio de banderillas se examinó al subalterno José María López quien tuvo una buena actuación y saludó en el tercio. De muleta Garza no encontró la oportunidad de gustar y gustarse, muchos pases, nada dicho, fallas con la espada y el silencio del tendido.

Con el cierra plaza Raspadito lanceó a pies juntos y remató con revolera lucida, en varas provocó un tumbo fuerte, afortunadamente sin consecuencias para el piquero. En banderillas destacó Alejandro Prado que saludó en el tercio. A la muleta el astado llegó con brío, buscando las telas, esperando un planteamiento firme que nunca llegó. Pases, muchos, pero sin ajustarse, sin esa difícil conexión tripartita, toro, torero y afición. El astado se vino a menos, fallas con la espada hasta escuchar un aviso y retirarse entre leves palmas.

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@AnaDelgado28