En Aguascalientes… La novia hidrocálida

23 abril 2023 Ana Delgado

Aguascalientes. Domingo 23 de abril 2023. Quinta corrida de la Feria de San Marcos 2023. Plaza de toros Monumental tres cuartos de aforo. De lidiaron astados de La Estancia. Desiguales en presencia, débiles, mansos y sosos. Uno de regalo de Villa Carmela que se partió el pitón izquierdo desde la cepa y fue regresado a los corrales.

Diego Silveti: Silencio y silencio.

Fermín Espinosa Armillita IV: Oreja y silencio

Andrés Roca Rey: Palmas y división de opiniones

Detalles:

Destacó en banderillas Joel Delgado El Panita quien saludó en el tercio.

Diego Silveti:

Diego Silveti fue atendido de una cornada de aproximadamente 10 centímetros, en la cara externa, tercio medio, del muslo derecho. Regresó para lidiar a su segundo y una vez finalizó el festejo se le trasladó a la clínica para ser intervenido quirúrgicamente.

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Cinco de la tarde, calor y cielo azul, la mirada al reloj y la impaciencia, la afición estaba lista, se puso sus mejores galas para la cita pactada, que como todas las citas conlleva emoción, latir acelerado y algo de nerviecillo en la barriga, todo estaba listo para el encuentro, pero el invitado no llegó, el toro bravo se ausentó y como versa el popular refrán mexicano: “Quedamos como novia de pueblo, vestidos y alborotados”. La cita se rompió y en su lugar hubo que sopesar con mansedumbre y sosería a tal grado de provocar cefalea.

La novia hidrocálida: la afición, tuvo que conformarse con algunos coqueteos de empeño, uno que otro destello de arte y voluntad, pero nada que le pellizque el alma, así que tendrá que esperar sentada hasta que otro guapo pase por ahí y le haga la ronda, esperamos que no se conforme con menos, porque se merece respeto, merece ser correspondida y se merece romances eternos.

Quien intentó sin muchos frutos conquistar a la afición fue Diego Silveti que se enfrentó al primero de La Estancia un bien presentado astado que desde salida se mostró pastueño y tardo. Con la capa algunos lances sin acomodarse del todo. Luego del breve puyazo quitó por tafalleras y el astado le prendió fuertemente quedando a merced de los pitones, regresó a la cara del toro y al parecer sí estaba lesionado pero continuó con su labor.

Con la muleta en la mano diestra inició por alto, el toro embestía a media altura, consiguió una tanda por ese lado empeñosa, pero sin más. Ya el astado completamente parado, Silveti intentaba cruzarse en la cara sin conseguir nada, por izquierda la misma condición, francamente cayendo en el aburrimiento. Mató de estocada entera muy caída y trasera para irse en silencio.

El cuarto de festejo no cambió mucho la historia, saltó un burel justo de presencia que en un inicio metía bien la cara por ambos lados, pero le escaseaba la fuerza. Muy poca vara recibió y Diego Silveti se lo pasó en una tanda por derecha lenta y otra más sin acomodarse del todo, no tenía mal estilo, pero pocos pases, mismos que Silveti simplemente dejó pasar, en trazos sucios y sin trascendencia. Intentó por naturales pero ese lado definitivamente no había ni una embestida. Mató de pinchazo y estocada caída y trasera para irse en silencio.

Regaló un séptimo toro de Villa Carmela, pero al salir remató en uno de los burladeros y se partió el pitón desde la cepa, hubo que regresarlo a los corrales. Hasta ahí quedó la pretensión de Silveti.

Otro que le guiño el ojo a la afición fue Fermín Espinosa Armillita IV, quien se enfrentó a un toro soso que desde salida no se empleó en las capas. Al ser llevado al caballo por su cuadrilla, se dio una vuelta de campana ante el evidente desagrado del coleta. Poquita vara recibió en los caballos, Armillita comenzó su labor muleteril por bajo, sacándolo de las rayas del tercio.

El viento le flameaba la muleta, aun así, consiguió algunas tandas por derecha, poco a poco, pero al final el astado levantaba los pitones al cielo. Deseando y queriendo hacer las cosas bien. Por naturales le plantaba cara, más aguerrido, cruzándose en la cara del toro, girando en el martinete y con una actitud diferente, al final abaniqueo de pitón a pitón para posteriormente entrar a matar dejando estocada entera ligeramente trasera y caída. Hubo petición y se le otorgó una oreja.

Al quinto del festejo Fermín Espinosa lo recibió rodillas en tierra en larga cambiada, el astado de bonita estampa en inicio estaba atento a las telas, aunque sin una embestida franca. Se arrancó de largo al caballo hasta provocar un tumbo, luego le castigaron fuerte en varas. Destacó en banderillas Joel Delgado El Panita quien colocó pares de banderillas en todo lo alto.

El astado se revolvía pronto, Armillita IV lo cambió de terrenos, le levantaba la cabeza derrotando al aire. Ya en el centro del ruedo algunos muletazos por derecha sin eco al tendido, quiso pasarlo por izquierda sin respuestas. El astado reculaba continuamente y mejor era cortar la relación por lo sano dejarlo para otros tiempos, mató de estocada entera caída para irse en silencio.

Andrés Roca Rey tampoco fue el príncipe encantado para la afición, se enfrentó en primera instancia a un astado justo de presentación, de los más menudos del encierro. Empujó fuerte al piquero desmontándolo. El peruano lo sacó de los tercios mientras el viento soplaba, luego muleta en mano derecha trazó varias tandas templadas y tersas, las zapatillas clavadas a la arena y el remate con el pase de pecho, todo en un mismo sitio, en una métrica corta de arena y con el compás abierto.

Nuevamente cambiándolo de terrenos, pero la embestida ya era descompuesta y al final le protestaba, Roca Rey quedándose entre los pitones de un manso que ya no tenía movilidad, metido en sí y en su quehacer. Las muchas fallas con la espada solo le dejaron escuchar palmas del tendido.

Con el sexto Roca Rey lanceó a pies juntos y remató con revolera, en varas provocó el tumbo del piquero, cumple. De muleta comenzó a pies juntos por alto, pero desde ahí el astado comenzó a rascar la arena, el peruano buscando el sitio ideal para que le embistiera llevándolo al centro del ruedo. La afición estaba a la expectativa de saber qué le propondrían, con la muleta por derecha Roca Rey en trazos sentidos que unas veces daban el sí, y otras dejándoselo llegar a la muleta, desluciendo en pos del no.

A esas alturas el astado embestía, pero se quedaba a medio viaje, rebrincando y así las cosas no se ponen formales. Quedándose en la cara, cruzándose ya sin provocar miedos ante el despojo que ya no tenía más que ofrecer. Mató de pinchazos y tres cuartos de espada trasera y tendida. Los pitos fueron sonoros en despecho a lo esperado, otros le aplaudían esperanzados en que las cosas cambiarán en su siguiente compromiso.

Para el burel las airadas protestas de una afición que esperamos ya no se quede ilusionada, sin que le cumplan, porque el amor no correspondido cansa, no dura, si continúan despreciándola y plantándole desaires en la cara, esta afición podría dejar de ser sumisa y fiel y convertirse en una libre pensadora que se levante de su asiento y decida irse.

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@AnaDelgado28