En la Monumental México… Héctor Gutiérrez y Diego San Román siguen prometiendo, pero…

12 diciembre 2024 José Mata

Crónica de José Mata

________________________

Monumental Plaza de Toros México. Jueves 12 de Diciembre 2024. Corrida Guadalupana. Modesta entrada, unas 7 mil personas. Toros de Jaral de Peñas, los tres primeros en el tipo del encaste Parladé vía Álvaro Domecq y los otros entipados en el encaste Saltillo. En su conjunto fueron mansos, no pelearon a los caballos. Los tres últimos debieron haber alarmado al ganadero por su inacabable mansedumbre, estridente deslucimiento e invalidez.

Antonio Ferrera: Vuelta tras petición conducida por el propio torero y silencio.

Héctor Gutiérrez: Vuelta y silencio.

Diego San Román: Oreja con algunas protestas y silencio.

Detalles:

Antonio Ferrera violó flagrantemente la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales al usar el Escudo Nacional en su terno como si fuera vendedor ambulante de alpargatas o bocatas.

_____________________________

Orden de lidia -sorteo-

__________________________________________

El fracaso es una oportunidad para empezar otra vez, pero con más inteligencia“. Henry Ford

Advertencia: Siempre es oportuno advertirles tanto a ganaderos como a toreros, empresarios y ahora a los políticos, que esta crónica no es apta para ellos, porque aquí no aparecerán ni los falsos elogios ni las inútiles justificaciones para acomodar todo en una artificiosa ficción y así dañar a la verdad. Para ello, existe la prensa corrupta, que vive de enaltecer el engaño, inundando de mentiras, adulaciones y frivolidades; intentando convencer a la buena fe de los lectores de lo que no ocurrió en el redonel. Bajo advertencia… no hay engaño.

Antonio Ferrera es un torero incivilizado, falso, frívolo, que poco o ningún respeto le merecen muchas cosas, entre ellas el Escudo Nacional de Mexico o la propia tauromaquia.

Los mexicanos tomamos muy en serio nuestros símbolos patrios porque son sagrados y no los usamos… ¡nunca!, como si se trataran de vender garnachas.

________________________________

Ferrera en su inacabable locura circense, estrafalaria, todo lo quiere traducir en ese intrascendente nivel burlón, y por ello decidió ridiculizar el Escudo Nacional en lo que acabó siendo un horrendo terno, y con ello violó flagrantemente la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales en su párrafo señala:

“Queda prohibido usar la bandera nacional para promover bienes, servicios o la imagen de las personas físicas e instituciones”.

Seguramente a él no le importó… ni le importará, carece de inteligencia y conciencia para comprender lo que hizo; sin embargo, a la buena conciencia de los mexicanos: ¡sí nos importa!

No obstante, eso ya le corresponde sancionar a la inútil Secretaría de Gobernación, si es que tiene un resquicio de ética, Rosa Icela.

En este contexto de irresponsabilidad, tampoco le interesa a, Ferrera, concretar el toreo serio, contundente; él reduce su tauromaquia a una vulgar parodia circense, frívola e intrascendente, desperdiciando él mismo, todas sus cualidades; que para su desgracia sí tiene para concretar importantes faenas.

Se pierde.

Sí, se pierde y por ello, sino emula a un vampiro bailarín con su capote, sale jineteando el caballo de pica para intentar hacer el tercio de varas, o hacer circo maroma y teatro con banderillas y muleta.

El jocoso circo de Strómboli Ferrera.

Por ello, no interesa en México ni va a interesar porque sus limitaciones son evidentes y aburridas.

Por ejemplo, en esta Corrida Guadalupana, con su primero que era una alma de bondad infinita, dejó unos lances que no pasarán a la historia. Y en banderillas, hizo más histrionismo que verdad. Aventando los palos como si fueran flechas.

Con ese torillo que parecía la reminiscencia de un lirio desmayado, le pudo haber hecho una faena de importancia. Pero se dedicó a buscar lo vacío, lo frívolo y trivial, con pases despegadillos que restaron toda verdad al quehacer. Al final, el bovino se apencó en tablas, y Ferrera, dejó un mortífero bajonazo.

Junto con su subalterno se puso a ver retadoramente al juez Enrique Braun para que le regalara la oreja haciendo aspavientos como si fuera Batman con el fin de que el público lo secundara.

Por fortuna, el buenazo de Braun, se mantuvo en la correcta decisión y no regaló un despojo de res.

Ferrera dio la vuelta intentado hacerse la víctima, lo que más hizo recordar a la celebérrima, Joan Crawford en la película de: ¿Qué fue de Baby Jane? porque careció de argumento para ello.

Con su segundo, no hubo nada para el recuerdo inmediato. Quizá cuando banderilleó aventando los palos y en el tercero el toro le dio un guantazo en el codo derecho. La faena fue absolutamente aburrida intentando sacar a la fuerza de la nada derechazos y naturales en lugar de lidiarlo y abreviar. Mal, muy mal con el acero. Aviso.

El desfile de los mansos de Jaral de Peñas… continuó.

El hidrocálido, Héctor Gutiérrez, un buen torero joven, no obstante, algo le ocurre que no se consolida. Con Pincel, lo lanceó muy bien en los medios. El toro mostró su inacabable mansedumbre en caballos a donde intentó huir tres veces y al final quedó dormido en el peto. El prólogo de la faena de, Héctor, ha sido con inteligentes pases a media altura del tercio a los medios.

Cuando la franela fue conducida con la mano derecha, el toro buscaba huir, pero el torero se lo impedía tapándole la cara y sometiéndole para obligarlo a cumplir su objetivo. Una faena pulcra teniendo emoción por ese lado. Otra serie que mostró la paciencia lidiadora de, Héctor, fue evitando que huyera el astado y mandando, prosiguiendo con acierto el trazo con la derecha.

Breves fueron los naturales pero no por ello dejaron de ser sólidos.

Volvió con la derecha y ya le costaba al toro, todavía se dio el lujo de hacer la dosantina; no obstante, al volver a intentar con la zurda el toro ya estaba a punto de claudicar, aún así extrajo circulares que valieron mucho porque al toro le costaba ir y lo obligó a acudir.

Al final, bernadinas, para dar paso a una media tendida. Vuelta merecida.

Con su segundo hubo correctos lances. El toro se estrelló en el caballo y cayó inesperadamente. Siguió su huida y se le atravesó el piquero de la contraquerencia, al no tener otra opción aventó cornadas de manso arriba del peto, para acabar durmiendo el sueño de los justos.

Héctor inició su faena con un pase por la espalda para inesperadamente ponerse de rodillas y trazar dos derechazos importantes.

La faena ha sido de loable esfuerzo a un manso que al final de cada pase aventaba el guantazo intentando herir al torero. Alargó innecesariamente su propuesta, porque la realidad mostraba que tenía a un toro manso, descastado y deslucido. La gente le comenzó a protestar y tuvo que poner fin.

Diego San Román, saludó a su primero con lances a la verónica, para después cambiar intempestivamente con chicuelinas, como fue evidente, para recortar la huida del ejemplar.

Y, huyó de las varas el de Jaral de Peñas, así pasó con todos. De hinojos, Diego, ya en los medios citó al toro, pero huía. Consiguió meterlo en vereda obligándolo a que no huyera. Hubo más series con la derecha a los que le faltó reposo, pero el mérito estuvo en obligar al bovino a continuar.

La virtud estuvo en adelantarse a la mansedumbre de su toro, dejándole la muleta puesta para que no huyera y prosiguiera su mandato. Dosantina ya en la querencia natural, luego manoletinas de hinojos. Y, ya con el acero, pinchó para después dejar una entera. Oreja con protestas que entregó a la cuadrilla cuando comenzó la vuelta al redondel.

A su segundo -sexto del festejo- le recibió con una larga, para de inmediato incorporarse y realizar faroles y luego verónicas, deslucidonas. No peleó en el caballo el mansurrón y, a pesar de ello, el piquero seguía asestándole el puyazo.

Doblándose con un toro manso, deslucido y debilucho inició su faena, de pronto la mano derecha reclamó su presencia y… cayó el debilucho astado. En realidad no había nada que hacer ante la asfixiante mansedumbre y evidente descastamiento. Entera trasera y ahí acabó todo.

En fin, que Héctor Gutiérrez y Diego San Román siguen prometiendo y hasta mucho, pero…

… ya es tiempo de cumplir.

¡Dígase la verdad… Aunque sea motivo de escándalo!

___________________________________________