En Mont de Marsan… La técnica de Luque y el potencial de Cantón
Arènes du Plumaçon de Mont de Marsan, Francia. Jueves 20 de julio. Cielo gris pero una temperatura ideal para asistir a una corrida de toros. Lleno. Segunda corrida de las Fêtes de la Madeleine 2023. Seis toros -incluido un sobrero en tercer lugar- de la ganadería de El Pilar desigual en presentación y sin motor. Once puyazos. Caballería Bonijol.
Sébastien Castella: Saludos y silencio.
Daniel Luque: Dos orejas con aviso y silencio.
Dorian Canton: Oreja y silencio.
Detalles:
Iván García saludó en el segundo, Juan Contreras y Jesús Arruga en el quinto
Presidente: Antoine Capdeville
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La corrida de El Pilar de Mont de Marsan se salvó por el dominio técnico de Daniel Luque y un Dorian Cantón quien impuso su sitio junto a dos figuras. Podemos hablar de un fracaso de los Aldeanueva de Moises Fraile. Desigual en presentación, muy justos en fuerza, no tuvieron ni raza ni motor.
Afortunadamente, Daniel Luque, tiene tal nivel técnico que es capaz de dar la apariencia de un toro noble a un buey doméstico. Su segundo no tenía ninguna de las cualidades requeridas para ser un toro de lidia. No importó, el torero de Gerena logró sacar algo de eso que tuvo frente a él. Hizo una faena muy buena con un toro malo. Lástima que la espada, muy baja, no estuvo a la altura de la actuación del torero. Si la primera oreja es indiscutible, la segunda que concedió el Presidente, presionado por parte del público, fue un error. El quinto, otro toro descastado, Luque, lo intentó todo para que pasara. La formación técnica del torero es inmensa, no obstante, el toro era realmente malo.
Dorian Canton jugó en grande este jueves en Plumaçon. Mostró que había adquirido cierta madurez y demostró, en un contexto ganadero difícil, que tenía muy buena mano zurda y ciertas dotes de lidiador. El bearnés de hoy tiene más que ganas y ambiciones. Tiene potencial.
Sébastien Castella también le correspondieron toros malos pero invirtió menos en encontrar soluciones a los problemas planteados por el lote de El Pilar en Mont de Marsan.
Toro a Toro
Lirillo… para Sébastien Castella
Sébastien Castella recibió al primero por verónicas, toro que fue justo de fuerzas. Manso, fue una simulación el tercio de varas. El toro al límite de la invalidez, cayó desde los primeros doblones. Así que le toreó a media altura y algo se dejó hacer por la derecha. En la segunda serie, el torero bajó la mano y sin moral alguna, el de El Pilar buscó marcharse a la querencia. Castella intentó detener su huída, sin embargo, la faena, que nunca transmitió emoción, perdió interés. La espada trasera, caída pero eficaz. Silencio.
Sospechillo… para Daniel Luque
El segundo estuvo mejor presentado que el anterior. Fue abanto y anduvo suelto. Daniel Luque logró detener su caminar con parones. Manso, el de El Pilar se llevó dos puyazos mientras se defendía y salió suelto del segundo encuentro. Iván García saludó tras un buen tercer par de banderillas. El torero de Gerena llevó al toro al tercio. Una primera serie traza con mucha serenidad, el toro fue soso con un corto recorrido. Y si bien el toro era malo, Luque le dominó desde la segunda serie por la derecha. A la izquierda, impuso su voluntad a un toro que no humilló.
Luque es un gran técnico, y fue capaz de encontrar el truquillo que hizo que un manso descastado pareciera un toro noble. Hizo con este toro muy malo una faena muy buena. Al final, el bicho no pudo más y se refugió en las tablas. Luque aprovechó para ligar una serie por la derecha que fue bien para concluir. Luquesinas luego entró a matar. Sonó un aviso la espada quedó muy baja. Es efectiva, sí; pero fue un bajonazo. El Presidente accedió a la petición pública sacando un primer pañuelo. Sacó el segundo del que sólo él es responsable, olvidando que en un ruedo de primera categoría -y en los demás- un bajonazo debe privar al torero de un doble trofeo. Es una cuestión de ética.
Brigadier… para Dorian Canton
El tercero fue muy típico de Aldeanueva pero cojeó. Pañuelo verde.
Jacobero… para Dorian Canton
El sobrero se lidió en sexto lugar. El de El Pilar, previsto para sexto, salió en tercero. Justo de fuerzas, tomó dos puyazos sin empujar. Se flexiona varias veces durante el tercio de varas. Dorian Canton lo dobla suavemente. El de El Pilar fue noble, los primeros derechazos le resultan buenos pero el toro cayó al tercero. La próxima serie fue mejor. Con inteligencia, el torero encontró el ritmo y la distancia. Lástima que el toro no transmitió ninguna emoción y fue tan bueno como su torero. A la izquierda, una primera serie, el toro es soso. De vuelta a la derecha, unos cuantos trazos y luego a regresar con la izquierda, el torero, que desde hace unos muletazos lleva menos recorrido con el toro, recibió un empujón que le llevó brevemente a la arena. Mucha seriedad y detalles muy bonitos por la izquierda para una faena que el bearnés remató con una entera fulminante. Una oreja merecida.
Meditor… para Sébastien Castella
El cuarto estuvo muy bien presentado pero anduvo suelto y fue manso, apenas y tomó dos picas sin emplearse en la primera. Sébastien Castella citó de lejos con ayudados, pases por alto y trincheras. El toro, despertó por el segunda puyazo, embistió con nobleza. A partir de la segunda serie, el de El Pilar empezó a frenarse. A la izquierda, los muletazos fueron templados pero el toro se ha acabado. Sébastien Castella le dio un respiro al bicho pero se rompe la continuidad y la faena fue a menos. El torero, manteniéndose al margen, prolongó innecesariamente la faena. La espada, hábil, fue baja y trasera. Aviso y silencio.
Potrero… para Daniel Luque
El quinto fue justo de fuerzas. Le puso las riendas en el primer encuentro con el caballo, pero le faltó poder. Se defendió en segundos. Ha sido bien lidiado por Iván García, y el toro estuvo bien banderilleado. Saludaron Juan Contreras y Jesús Arruga. El toro notoriamente débil, Luque lo toreó con suavidad. El toro se defendió en la primera serie y luego acabó siguiendo a la muleta. Al de El Pilar le faltó transmisión y chispa. Daniel Luque, el técnico, buscó en su “mágica caja para hacer reaccionar a los toros“, la herramienta adecuada. Ensayó todos los enfoques posibles. El mal fue demasiado profundo en este quinto toro de El Pilar, descastado y acabado. El torero puso fin a su búsqueda y mató con una estocada al encuentro en sitio y eficaz, aviso. El puntillero levantó el toro varias veces. Silencio.
Sombreto… para Dorian Canton
Como sustituto del tercer devuelto, al correrse el turno, el sobrero salió en sexta posición. Fue el mejor presentado del lote. El palo de la puya se rompió en el primer encuentro. El toro de El Pilar acudió sólo a una vara mientras se defendió. Dorian Canton brindó a Romain Laborde, encargado de los corrales de montois. El toro tuvo poca casta. Es más fue más soso que noble. El torero tiró del toro con la izquierda y alargó el trazo con cierta elegancia, sólo que el bicho se iba frenando en el pase. El esfuerzo del torero resultó encomiable pero el toro no tuvo motor. El de El Pilar estuvo permanentemente acabado. El torero es bueno pero ¿qué hacer frente a un bloque de mármol sin casta ni raza? Dorian pinchó, luego un metisaca para después una entera en su lugar. Silencio.
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