En Castellón… Gran triunfo de Rufo sale en hombros le acompaña Ventura

Redacción 19 marzo 202319 marzo 2023 España, Por Redacción

Castellón. Domingo 19 de marzo 2023. Última de la Feria de La Magdalena. Toros de Los Espartales para rejones (1º y 4º), de buen juego en términos generales y Juan Pedro Domecq para lidia a pie, muy justos de presencia y mansos; tuvieron más movilidad el tercero y sexto lugar.

Diego Ventura: Oreja y oreja.

Alejandro Talavante: Silencio y ovación.

Tomás Rufo: Dos orejas y oreja

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Ha vuelto a triunfar, Tomás Rufo, sin lugar a dudas es un sólido prospecto para detentar un lugar prominente en la tauromaquia, no sólo de España, de Francia, sino de América, pero, con base en la verdad del toro bravo.

Si la gente ha dejado de ir a las plazas es porque simplemente falta esa verdad, y no queda la menor duda que, Tomás, tiene todo para conquistar la gloria enfrentando al toro en todo su esplendor.

Esta tarde tuvo frente a él, animalillos de Juan Pedro Domecq, el hacedor del toro casi domesticable, que cuando la mansedumbre se extrema se va al genio, o bien, no embisten.

Esta tarde tuvo a dos animalillos dóciles, obedientes a los que su serena inteligencia les supo plantear una faena seria, de buenas maneras que interesó al público. Así fue la primera, trazos largos, sentidos en donde convivieron el ritmo y la armonía fundamentalmente con la zurda. Algo que es fundamental en el toreo de Tomás, es la naturalidad.

El arte exige verdad, honestidad y naturalidad para existir, si no existen estos elementos fundamentales, el arte no se aparece por ninguna parte. La naturalidad se contrapone con esas falsas poses, la verdad y la honestidad con el engaño del toro menoscabado y disminuido de su integridad.

Y Tomás tiene esa capacidad, por eso convenció en esa primera faena, que terminó con luquesinas y fue merecedor a los dos trofeos.

Hubiera cortado otros más, porque volvió aprovechar a cabalidad al animalito que se movió con bondad, y el torero de Pepino, sabe cómo llevar a todos los toros. Ese feo uso de la estocada -baja- y el descabello, privó de más premios.

Alejandro Talavante es el caso de un torero sin personalidad. Primero quiso ser una copia de, José Tomás, en las épocas en las que el de Galapagar andaba de tibetano; regresó y borró a Talavante.

Después intentó el toreo cursilón, meloso y hasta cantarín se volvió en medio de las faenas y, los toros le mandaban callar, interrumpía la concentración.

Ahora quiere emular a, Roca Rey. ¿Algún día será Talavante? Eso es un misterio insondable. Tuvo dos mansos que no dieron opciones, bueno pudo lidiar con guapeza, como escribieron los antiguos, pero no lo hizo y no pasará a la historia esta tarde.

Diego Ventura con un cuarto de siglo como rejoneador ahí está, sigue cabalgando con entusiasmo y espectacularidad. Así estuvo esta tarde luciendo con el rejoncillo de castigo, y luego con las banderillas entusiasmando a los tendido, llevando casi impregnado en la grupa del caballo al toro. Un festín del arte del rejoneo. Un rejón mortífero y llegó el premio.

Otra gran faena al que hizo cuarto, obligando al toro a seguir su mandato. Gran tercio de banderillas y luego hasta tirando riendas y todo para imponer un buen par de banderillas. Todo quedó en una oreja por esos dos pinchazos.

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