El andar de El Dandy y José Arcila por la geografía taurina de Colombia se detuvo en la Imperial Hacienda Las Arditas

24 febrero 2019 Mauricio Sepúlveda

Y, continúan los ensayos de los toreros, José Arcila y El Dandy, por la geografía taurina de Colombia, en esta ocasión han detenido su caminar en la Imperial Hacienda Las Arditas, en donde se halla la ganadería Campo Real, propiedad del Gran Dandy, vacada que pasta en el majestuoso Valle del Cauca. Impresionante escenario de la naturaleza que invita no sólo a la relajación espiritual, a la reflexión, sino también a los artistas a realizar los bosquejos de lo que serán imponentes obras de arte.

Sobre el hierro de Campo Real debemos comentar que es procedencia Saltillo vía Pepe Chafik del extraordinario toro Giraldillo que perteneció a la ganadería del Maestro Manolo Martínez y que fuera indultado en la Monumental Plaza de Toros México.

Cabe recordar que el inolvidable criador de toros bravos, Don José Chafik Hamdan Amad *, quien fuera amigo personal del Maestro Dandy, unió en su ganadería varias procedencias, como las de Santa Coloma del toro Marquitos de Ana Romero indultado por el Maestro Ortega Cano, así como también de Albaserrada, para llegar al inicio: el toro de Saltillo, sí el que creó y crió el Marqués del Saltillo hace más de un siglo.

La ganadería de Manolo Martínez tuvo vacas y simiente de Pepe Chafik.

Las labores de tienta comienzan a tempranas horas de la mañana, ya que el clima en esta parte del trópico es bastante caluroso, lo que no es impedimento para las becerras las que tuvieron una nota de sobresaliente.

Sobretodo una de pelaje berrendo que tomó las varas en más de tres ocasiones de lado a lado de la plaza con poderío, fuerza, alegría y fijeza, peleando sin cesar abajo del peto y empujando a la cabalgadura.

La encastada bravura, que una vez dominada por el héroe, se transfigura en artista para regalar inolvidables obras de arte taurino, por la clase, calidad, recorrido y emotividad, atributos que aprovecha el artista en beneficio del toreo, y más en estas labores de tienta, al aprobar a estas extraordinarias vacas para ser criadoras y continuadoras de la estirpe brava y encastada.

Y así fue, el turno para, El Dandy, quien pudo plasmar todo ese misterioso toreo en tandas largas, sentidas y trascendentes, que la vaca tomó por abajo siempre yendo a más.

Nota extraodinaria para la vaca, la enhorabuena para el criador de toros bravos, y la sincera felicitación para el artista que la toreó magistralmente.

En turno siguió, José Arcila, quien no está desaprovechando ni media embestida y a medida que su toreo gana en hondura y naturalidad -fundamental para todo artista-, sobre todo en el toreo, hay que sumarle que no pierde la garra y fiereza con la que asume hasta los tentaderos, en donde compite en cada quite y se entrega en cada muletazo.

Augurios muy positivos para este par de toreros y que se preparan y compiten cada uno con sus sólidos argumentos. Estilos diferentes y marcados, pero un mismo objetivo dejar ser libre a su alma torera.

Y sería maravilloso ver los toros de esta ganadería en muchas plazas de Colombia, para recordar que la casta y la bravura habita también aquí.

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