Opinion

José Chafik Hamdan Amad, imprescindible en la historia del toreo

Desde aquí el respeto y admiración para un hombre que ha tenido una lucha permanente por engrandecer al toro bravo, Don José Chafik Hamdan Amad.

Corría el año de 1960 cuando un joven de origen libanés, José Chafik Hamdan Amad, se presentaba con don Juan Aguirre Conejo Chico, legendario picador quien por esas épocas vendía su ganadería ubicada en Tepeji del Río, Hidalgo. Dentro de la terna que pretendían adquirir dicha dehesa se encontraban ilustres personajes como don Alberto Bailléres, don Fernando de la Mora padre, don Alejo Peralta, el matador Carlos Arruza, y fue al joven Chafik a quien el anciano varilarguero y picador de grandes hazañas decidió vender, seguramente, porque vio en él todas las posibilidades para llegar a ser el gran ganadero con reconocimiento mundial, que sin lugar a dudas ahora es.

En todo ello y desde ese momento, contó el entonces bisoño ganadero con el apoyo de su entrañable amigo, el también entonces joven contador Marcelino Miaja.

Ahora, bien como historia de la ganadería San Martín, debemos comentar que sólo se han padreado individuos de origen puro de Saltillo, y cuando incorporaron ganado español en 1996 y 1997, trajeron vacas y sementales procedentes de la vacada de Moreno de la Cova, cuyo antecesor Félix Moreno Ardanuy, compró toda la ganadería a la familia de don Antonio Rueda de Quintanilla, Marqués del Saltillo.

Cabe hacer mención, que sólo a don José Chafik Hamdan, los Moreno de la Cova… Javier Moreno de la Cova y José Joaquín Moreno Silva, han vendido individuos -hembras y machos- para las ganaderías mexicana y española del laureado ganadero mexicano.

Al mismo tiempo trajo don José Chafik a México, un lote muy importante origen de la famosa ganadería del Conde de Santa Coloma, procedencia Saltillo e Ibarra, a través de las dehesas de: la familia Buendía, de Paco Camino, de Graciliano Pérez Tabernero, y de Coquilla procedente de la familia Sánchez Fabrés. Todo esto Santa Coloma puro.

Es por ello que estos dos grandes revolucionarios del ganado bravo, justamente un siglo después, y como resulta evidente, sin que fuera su propósito, pero sí el del destino porque la historia del toreo en México no se puede entender sin sus nombres, juntan sus historias… uno, Don Antonio como el iniciador de una inimaginable aventura que nutrió al toreo en México, y don José Chafik como el continuador y quien consolida no sólo en nuestro país, sino en el mundo taurino el toro bravo mexicano.

Otro dato histórico que dio una innegable aportación a la tauromaquia mundial… antes de que Chicuelo toreara a Corchaíto de Graciliano Pérez Tabernero el 24 de mayo de 1928 en Madrid, alternando con Cagancho y Barrera; ya había descubierto y disfrutado en México, del toreo moderno, del toreo ligado con base en largas series de pases, esto aconteció el 24 de octubre de 1925, con Dentista e inmediatamente después ese mismo festejo, con Lapicero, ambos de San Mateo, alternando ese día con Juan Silveti Mañón y Manolo Martínez (nada tiene que ver con el de Monterrey que mandó durante las décadas de los setenta y ochenta), en El Toreo de la Condesa.

La satisfacción que guarda don José Chafik Hamdan, es que los libros originales del registro de la ganadería de San Mateo, que fundara don Antonio Llaguno González y que le fueran regalados por don Antonio Llaguno García, su hijo, quien mantuvo en lo alto el nombre de la emblemática dehesa, fueron obsequiados a don José Chafik por el respeto, cariño y reconocimiento que le tenía.

La historia funde y reconoce un siglo después, 1908-2010, a estos dos emblemáticos ganaderos mexicanos, que han dado lustre y grandeza a la Fiesta Brava.

Como dato para el recuerdo, el 26 de febrero de 2009, don José Chafik, fue galardonado tras conocer que la exigente Asociación El Toro de Madrid, le hizo merecedor al trofeo del mejor toro lidiado en toda la temporada 2008, de la Monumental Plaza de Las Ventas de Madrid. Fue el toro Coquito, de su ganadería española San Martín, que le correspondió al torero colombiano, Luis Bolívar, durante su comparecencia en la Feria de San Isidro. Toro que fue ovacionado por su ejemplar casta y bravura, e inobjetable clase, calidad y recorrido.

Pero algo más, la aportación de don José Chafik, no sólo se limita en lo que al gran ganadero se refiere, sino que como apoderado llevó los destinos de Manolo Martínez durante cinco lustros, inmenso torero mexicano que mandó en una época maravillosa y fructífera, del toreo mexicano; igualmente abrió su ganadería para que durante los primeros seis años de la vida taurina de José Tomás, viviera ahí en donde se formó como novillero y torero, abrevando la sabiduría de don Pepe Chafik.

En fin, lector amigo, que esto ha sido apenas y un brevísimo recorrido por la historia de un hombre, que es imprescindible para la Cabaña Brava Mexicana.

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@PERIODISTAURINO 

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