En Nîmes… Joselito Adame corta el único trofeo

Philippe Gil Mir 15 septiembre 201816 septiembre 2018 Francia, Por Philippe Gil Mir

Coliseo de Nîmes (Francia). Sábado 15 de septiembre de 2018. En horario vespertino. Tercera de feria de la Vendimia. Se han lidiado toros de Virgen María y Santa Ana (3° 5° y 6°) bien presentados, aunque desiguales. Con falta de raza, sosos salvo el primero y quinto. Media entrada.

Joselito Adame: Oreja y silencio tras aviso.

Ginés Marín: Silencio y vuelta por su cuenta tras aviso.

Andy Younés, que sustituyo a Paco Ureña: Silencio y silencio tras aviso.

Detalles:

Tras parear el primero, saludaron montera en mano Fernando Sánchez y Ángel Gómez Escorial.

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Sin pocas opciones de lucimiento en el percal de Joselito Adame cuando recibió el primero de la tarde; En el tercio de varas, el astado tomó sus dos puyas reglamentarias, mostrando algo de bravura. Gómez Escorial y Fernando Sánchez saludaron después de un lúcido tercio de banderillas. Inicio su labor muleteril siendo muy inspirado el mexicano, dejando la esperanza de una continuación radiante. Aprovechando las interesantes embestidas de su noble oponente, Joselito Adame, toreo mucho con la voz, pero firmó una actuación agradable en ambos pitones, y consiguió buenas tandas con la mano zurda. Acabó su faena en terrenos de cercanías, dibujando derechazos de uno a uno, con precisión y profundidad. Remató con derechazos sin la espada montada y por luquecinas. Mató de una estocada hasta la bola que le valió cortar el único trofeo de la tarde.

Con el cuarto de Virgen María, mostró su bravura en el peto, pero fue duramente castigado. Inició su trasteo con estatuarios siendo deslucidos por sus enganchones. Frente a su astado sin fondo con un toque de violencia, el de Aguascalientes, firmo una faena que en conjunto fue sin sabor y quizás larga, que no levanto el ánimo del público siendo plomiza la tarde. Marró con la espada en tres intentos y colocó una estocada habilidosa atravesada con descabello. Fue silenciado.

Con el segundo de la tarde, que resultó poco colaborador en el capote de Gines Marin. En el tercio de varas, el ejemplar de Virgen María tomó dos puyazos sin historia. Después de un brindis al respetable, el torero de Badajoz inició su faena con voluntad, rodillas en tierra al hilo de las tablas. Pero los siguientes muletazos mostraron una falta de fuerza y embestida en su oponente. Sin posibilidad de triunfo, Gines Marin lógicamente abrevió su trasteo. Mató de una estocada desprendida. Fue silenciado.

El que hizo quinto muy bien armado, del otro hierro de la casa, uno de Santa Ana, fue recibido por verónicas y chicuelinas. El toro fue muy bien picado en las dos veces por el padre del diestro, picador de su cuadrilla. Dejando que su oponente se recupere entre cada serie, dándole distancia, el extremeño sacó todo lo que pudo de este toro sin mucho motor o poder. Después de varias tandas de poca emoción, Gines logró cambiar la sintonía gracia a su suave mano izquierda, demostrando en dos tandas puras y armoniosas que tiene una de las mejores del orbe taurino. Sin alcanzar mayor intensidad, los siguientes muletazos por ambas manos resultaron agradables. Remató su faena con lucidas e importantes bernardinas muy ceñidas. No fue acertado con la espada; pinchazo, otro hondo en los bajos y tres cuartos de estoque trasero le privó de una certera oreja. Todo quedó en una vuelta al ruedo que fue protestada.

El tercero, marcado con el hierro de Santa Ana, huyó en las verónicas de Andy Younes. En la cabalgadura, el astado no mostró nada de bravura, destacando especialmente la falta de fuerza. Joselito Adame realizo un quite por tafalleras. Frente a su flojo oponente y perdiendo las manos en varias ocasiones, Andy fue voluntarioso, pero nunca fue capaz de lucirse, por la falta de la materia prima: la casta y la bravura fueron ausentes. Mató de tres cuartos de espada caída y oyo los silencios del coliseo.

El último del encierro embistió con cierta alegría en el percal de Andy Younes. Tomó dos varas sin bravura. Joselito entro en quite, pero no consiguió lucirse y se hizo notar la falta de fuerza del de Santa Ana. Tras de un brindis al público, el de Arlés muy convencido, inició su trasto en los medios con pases cambiados. Desafortunadamente, su oponente sin transmisión no permitió que el joven galo se expresara como lo deseaba, excepto en algunos pasajes aislados. Estuvo firme y determinado en la parte final de su trasteo dibujando tandas en redondo en un terrero comprometido. Todo quedó en un silencio tras sus tres pinchazos y media estocada con una aviso.

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