En la Monumental México… El sentido del toreo de Roberto Román

José Mata 10 septiembre 201711 septiembre 2017 México, Por José Mata

Con una modesta entrada, que mejora con la anterior, en la Monumental Plaza de Toros México, se ha celebrado lo que ha sido el cuarto festejo sin picadores. Se han lidiado erales de D’Guadiana, correctos en presentación, que han tenido episodios de mansedumbre, ha destacado el quinto, y el sexto.

Eduardo Domínguez: Silencio y palmas tras dos avisos.

Jaime Hernández: Silencio.

Roberto Román: Ovación tras dos avisos y palmas tras dos avisos.

Sebastián Soriano: Ovación tras tres avisos.

Detalles:

Sebastián Soriano sufrió un golpe en el pie izquierdo y tras escuchar de las alturas en donde estaba el buenazo de Brauny el tercer aviso, fue llevado a la enfermería

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Otra oportunidad se ha otorgado en el coso titular de América, la Monumental Plaza de Toros México, a cuatro valientes jóvenes en festejos sin picadores, y ha destacado con solidez, de acuerdo a esta incipiente edad taurina, Roberto Román.

Tan sólo hizo acto de presencia en el redondel, se advirtió el sentido del toreo que posee, que tiene inexperiencia, es evidente, está comenzando en tan azarosa profesión, pero en medio de este libro que apenas inicia a escribir el prólogo de su historia, ya se anotan sus cualidades para conquistar con base en la disciplina un futuro importante y consolidarse como un interesante prospecto novilleril.

En ambas faenas dio muestras de valor, aguante, técnica, un temple que consiguió series importantes, de trazo largo y sentido, impactando en el público que acudió a este festejo de oportunidad. Que hubo momentos de puro, así fue pero se levantó sin verse la ropa para continuar demostrando que quiere llegar a ser alguien importante en el arte del toreo.

Sin embargo, mal ha estado con el acero y por ello no alzó algún trofeo; pero esto se soluciona con los ensayos diarios, con la disciplina férrea y el amor sin cortapisas para la profesión que ha escogido.

Así, con jóvenes como, Roberto Román, vuelve esa ilusión de que en México, habitan prospectos que pueden dar sólido contenido al arte del toreo.

También apareció en la lista de presentes, Eduardo Domínguez, dejando momentos interesantes, sobre todo en su segundo, series de encomiable sensibilidad con un buen eral de D’ Guadiana. No obstante, ha estado mal con el acero, y ha perdido premios. Es otro chico al que habrá que apoyar, porque dejó motivos para ello.

Jaime Hernández no dijo mucho, pasó entre azul y buenas noches, y eso resulta alarmante, diremos que no fue su día.

Mientras al que no debieron haber traído a comparecer al coso mayor del mundo fue a, Sebastián Soriano, se observó totalmente a la deriva, lo que constituye un repruebo por exponerlo, resultó evidente que no poseía los elementos suficientes para poder salir avante en una prueba tan severa como la de enfrentar en La México a un eral.

Se salvó, en verdad se salvó de una grave cornada que estuvo rondando su participación en varias ocasiones. Hasta que llegó, lo que fue un serio pistón en el pie izquierdo cuando caía de un fe arropón que lo mandó a visitar las alturas y en la arena el eral le bailó un tap; tras esto, no podía caminar…

… literalmente no podía caminar, y sin embargo…

… sin embargo, irresponsablemente le dejaron continuar así, disminuido, sin recursos, en la cara del eral, hasta que tuvo que escuchar los tres avisos.

Mal por el buenazo de Brauny, peor por su mentor, porque no se trae a exponer así a un joven sin experiencia ni argumentos; ni tampoco se le deja a la buena de Dios.

Al final, sólo nos queda de este festejo, el sólido recuerdo de una promesa en ciernes, Roberto Román, quien demostró con solidez, que sí posee cualidades para tan difícil camino; ojalá y los empresarios le apoyen con más festejos, que puede conseguir darle mayor argumento a su futuro.

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