Lo dice Pepe Mata… El corazón destrozado
Llegó, Gonzalo Caballero, a Madrid, todavía bajo el devastador sentimiento de la irreparable pérdida de su amado padre hace poco más de un mes; sí entiendo que muchos toreros lo han hecho, pero…
… pero, cada torero, cada artista, es un ser diferente que manifiesta su sentimiento de forma distinta, a pesar de que sólo se escuche el silencio demoledor en su espíritu que le viene acompañando a Gonzalo desde esas horas de soledad que le han quedado tras la partida de su amigo, compañero, maestro, de su padre.
Con gran dignidad ha estado Gonzalo en estos momentos desoladores.
El encierro de, José Luis Pereda, salió manso, ya que estrellarse en los caballos y defenderse para deshacer el encuentro, no es como lo intentan pintar los amigos del engaño, disfrazándolo de atacar al jamelgo, lo que ni remotamente hicieron.
El encierro además de manso, ha sido debilucho e iba con la cara a media altura, y así lo llevaron amablemente los toreros; porque hacerles el toreo por abajo, sólo provocaría el inminente derrumbe.
Tuvieron una casta tan medida, como el suspiro de un lirio desmayado; porque es justamente la casta la que le obliga a embestir al astado y la bravura le conduce a pelear, y…
… y, sólo acudieron como dóciles ovejitas campiranas, a las que había que cuidar.
En verdad que esto de la mal llamada fiestecita de la movilidad me ha cansado ya…
… porque a eso han llevado varios ganaderos sin ética a sus vacadas…
… porque eso es lo que exigen los figurines…
… y porque eso en definitiva va en detrimento del arte del toreo, y resulta la absoluta falta de respeto a todos, fundamentalmente al gran público.
Gonzalo, en este escenario y con el corazón destrozado, tuvo entrega y voluntad con el tercero, destacando un buen espadazo; pero con el que cerró plaza, que se ha dejado más, escribió momentos intensos con el corazón en la mano, tras brindar su comparecencia a su amado padre, hasta el cielo de los hombres buenos.
Y, así fue, series con encomiable honestidad que sustituyó el poco bagaje de un joven que tiene argumento para dar más, siempre y cuando le apoyen sin tasa ni medida para consolidar a Gonzalo como buen torero.
¡Sí!, eso justamente hace falta, que los empresarios volteen a ver a toda esa maravillosa juventud con fundamentos como, Gonzalo Caballero, y les otorguen las tan ansiadas oportunidades.
Vendría la rúbrica, tras esa faena de empeño y enorme sentimiento, la espada entró pero tuvo que ser el descabello el que dictara el punto final.
Cierta petición se asomó desde los tendidos del coso titular del mundo, quedando en una vuelta con algunas protestas.
Desde este espacio, envío a Gonzalo y a su familia, que Dios les provea de resignación ante tan irreparable pérdida.
¡Que así sea!
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