En Cali… Castrillón toca el cielo de la sultana
Se celebró la segunda corrida de la Feria de Cali en Cañaveralejo con menos de media plaza, muy poco público para un cartel bien rematado. Se lidiaron seis toros de Achury Viejo bien presentados en general, musculados y parejitos, cortitos de raza, aunque permitieron el lucimiento de los de a pie. Bueno el tercer toro, se le dio la vuelta al ruedo, noble el primero, interesante el cuarto aunque se quedó pronto y con lo suyo el segundo.
David Mora: Saludos tras dos avisos y saludo desde el tercio.
López Simón: Silencio y silencio
Luis Miguel Castrillón: Dos orejas y silencio.
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Muy poco público para un cartel bien rematado, que reunía al triunfador del año anterior, López Simón, un torero querido en la ciudad como David Mora y uno de los toreros jóvenes locales que más promete, Luis Miguel Castrillón
Después de la oscuridad de ayer vimos un rayo de luz luminoso en el firmamento en la conjunción de la muleta de Luis Miguel Castrillón y la embestida de Velero, un buen toro de Achury que fue de menos a más. La clase de Luis Miguel supo aprovechar las francas y sinceras embestidas del toro, aunque la calidad del toro era para reventar aún más la plaza y ponerla de verdad boca abajo Luis Miguel le cuajó una faena elegante, medida, clasuda, con gusto.
La calidad de los derechazos caló en los tendidos y los olés surgieron unánimes. Lo merecía la luz del buen toreo. Al natural bajó la tesitura de la faena pero se recuperó rápidamente volviendo a la mano derecha cuando regresó el temple. Luis Miguel que sabía que estaba tocando el cielo con las manos entendió que había que rematar su actuación con una estocada rotunda y así lo hizo, metió la espada de manera efectiva y el toro rodó rápidamente lo que hizo que le público y el presidente reaccionaran rápidamente pidiendo y otorgando las dos orejas.
¿Qué pudo ser una?
Sí, si nos ponemos rigurosos, que la faena fue linda y meritoria, también, y como veníamos de las cavernas de ayer la luz surgió milagrosa. El orden de los factores a veces si altera el producto.
En el sexto, fue más complicado todo, el toro salió huidizo y así terminó no sin que el paisa pudiera instrumentarle un par de muletazos en el tercio que insinuaron una faena impensada pero que el de Achury tiró por tierra pidiendo tablas y rajándose de nuevo.
David Mora esparció también su gusto por el ruedo de Cañaveralejo sin que se produjera un gran triunfo pero llevándose el reconocimiento del público. En su primero, el noble de Achury, Mora toreó muy suave a la verónica y se lo pasó muy cerca en gaoneras de garra. Picaron mal a este toro, muy trasero, y eso lo pudo afectar después en la faena.
David se gustó en dos series pulcras por la derecha, sin mucho ajuste como es común en este torero, pero que fueron un respiro para la plaza después de lo de ayer. Al natural no hubo el mismo acople y volvió a la diestra para recuperar el punto de la faena. Mató de estocada caída y perpendicular que no fue efectiva y emborronó todo por descabellar mal, tanto que escuchó dos avisos.
En el cuarto salió espoleado por el triunfo de Castrillón, una larga así lo mostró y luego se llevó al toro con verónicas sentidas hasta la misma boca de riego. La buena vara de Rafael Torres dejó al toro listo y todo hacia preveer una faena importante pero el toro pareció perder fuelle después de las banderillas y lo que seguro estaba en la mente de David se fue complicando porque la faena no pudo coger el vuelo esperado, el toro protestó, se quiso rajar y solo hubo saludo desde el tercio en agradecimiento a la disposición después de estocada defectuosa que causó derrame.
López Simón estuvo descolorido y mecánico, en el primero no encontró nunca la distancia que pedía el toro. Un astado de poca fuerza que protestó por el izquierdo y que había que entenderlo mejor de lo que lo hizo el de Barajas.
La faena resultó insulsa, sin eco y terminó aburriendo a todos, tanto que el toro se echó. Pinchó en dos ocasiones y el toro, de escasísima fuerza, volvió a echarse para nunca levantarse, el presidente pidió al matador que lo volviera a poner en pie pero el subalterno de la puntilla se adelantó y lo finiquitó.
En el quinto tampoco hubo mucho porque de nuevo el de Achury resultó débil y sin fuerza. López solo destacó en dos series por la derecha que le pudo sacar dejando la muleta en la cara del toro para que pasara en circulares que gustaron solo a parte del público mientras que otros se preguntaban, ¿en serio este fue el triunfador del año anterior?
Por lo visto, nadie lo creía.
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