En Manizales… Monumental cierre de toros y ciudad 2017
Monumental Plaza de Toros de Manizales, último festejo del ciclo preferia Toros y Ciudad 2017, corrida de toros de diestros nacionales, se lidiaron toros de la dehesa de Salento, encastes Santa Coloma, de impecable presentación, muy en el tipo del encaste, sobresaliendo el tercero, aplaudido en el arrastre, y especialmente el quinto, con calidad en la embestida, transmisión, movilidad y duración, sin lugar a dudas el mejor astado del ciclo.
Curro Martín. Vuelta al ruedo.
Andrés de los Rios. Silencio
Moreno Muñoz. Vuelta al ruedo.
Juanito Ortiz. Silencio.
Leandro de Andalucía. Oreja.
Camilo Pinilla. Silencio.
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En una tarde Monumental se dio cierre a la versión número XVIII del Ciclo Toros y Ciudad; en primer lugar, por el prólogo del festejo, el paseíllo por la libertad, una marcha que reunió cientos de aficionados que pintaron de blanco las calles de Manizales, exigiendo respeto a sus derechos, cultura, gusto y tradición, vistiendo los paisajes urbanos con postales taurinas que recordaban el fulgor de la fiesta en los pueblos.
En segundo lugar, por el lleno hasta las banderas que lució la Monumental Plaza de Toros de Manizales, da gusto ver como el pueblo abarrota los tendidos, demostrando como el arte puede unir culturas, estratos sociales, niveles de formación y creencias, en un acto masivo de unión, fraternidad y gozo.
Finalmente, el alma de la fiesta, el toro bravo, lleno de olor a campo, de sensación de miedo el ruedo de la Monumental, se lidiaron toros de Salento, una ganadería fiel a sus convicciones que se decantó por el Santa Coloma, como insumo de emoción, casta y bravura, condiciones que tanta falta le hacen a la fiesta brava nacional, estacionada en la comodidad de las figuras y el toro comercial. En los tendidos, muchos no conocían de encastes ni de genotipo, lo que sí es claro es que todos salieron con la satisfacción de haber visto toros muy bravos.
Curro Martin, abrió el festejo con Curi (444 Kg.) recibiéndolo con vistoso y correcto uso del percal, vibrantes chicuelinas y excelsas verónicas; con la muleta se sintió torero, pasándose en momentos de entusiasta, conecto con el público y dejo postales de gran mérito, finalizando su larga faena con una tremenda estocada, tras pinchazo, que despacho al animal sin puntilla. Vuelta al ruedo.
Andrés de los Ríos. No se pudo encontrar ante Tabernero (466 Kg.) un animal, que acorde con su encaste, exigió el carnet, infundio respeto, y por momentos estuvo muy por encima del torero, que pese a tener voluntad, no entendió que el animal, más que el trazo estético, requería temple y dominio, lidia y aguante. Se complica con los aceros y finalmente logra despachar. Silencio.
Moreno Muñoz. El entusiasta y curtido torero Bogotano, conecto de inmediato con los tendidos de Manizales recibiendo de hinojos a Precioso (480 Kg.) un astado flojo en la suerte de varas, pero que se empleó en el segundo tercio emocionando al respetable, haciendo saludar al buen rehiletero Garrido; con la muleta, una faena con mucha transmisión, pero con poco que decir, toreando a distancia, se nota el oficio; tras una regular estocada es efectivo con el verduguillo, fue premiado con vuelta al ruedo, pese a solicitud de oreja, el presidente demostró criterio en su decisión, esperemos que lo tenga igual juzgando a las figuras. Palmas en el arrastre.
Juanito Ortiz, encontró en Azteca (462 Kg.) un toro violento y complicado, al que propino una faena de momentos, con más funcionalidad que entendimiento y aporte estético, pero que calo en la galería, con la espada descorda al animal, afeando su labor. Silencio.
El momento más alto de la tarde llegaría con Nubarron (448 Kg.) un negro, en cárdeno, que encarnaba en su comportamiento lo mejor del encaste Santa Coloma, emotividad, transmisión, movilidad y, en suma, casta y bravura, en frente el Manizaleño, Leandro de Andalucía, que supo aprovechar las condiciones del astado embarcando su embestida, transmitiendo al público; definitivamente el astado más completo del ciclo, que quizás merecía una lidia más excelsa. En la suerte suprema deja feo bajonazo, pero la generosa afición de Manizales le premia con una oreja. Palmas para el astado.
Cerro plaza Navideño (442 Kg) que correspondió en suerte al joven Camilo Pinilla, el burel, coherente con su genotipo, transmitió en los dos primeros tercios, pero a razón del escaso entendimiento que tuvo con la muleta de Pinilla, se terminaría aburriendo, llegando al punto de desentenderse literalmente del joven torero, una pena, pues la casta hay que avivarla y no dejarla apagar. Silencio.
Finalizado el festejo se realizó la premiación de lo más sobresaliente de la Feria, siendo Antonio Hernández, el mejor novillero, Leandro de Andalucía, mejor matador de Toros, Moreno Muñoz, mejor estoqueador y Salento, la Mejor Ganadería. Bastaría entregar el premio a la mejor afición de Colombia, que, sin lugar a dudas, se lo llevan las buenas y taurinas gentes de Manizales. Enhorabuena y Va por ustedes.
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