En Zaragoza… Talavante, bondadosa puerta grande; Roca Rey, poderoso

13 octubre 2017 Redacción

Zaragoza. Viernes 13 de octubre de 2017. Séptima de la feria Del Pilar. Se han lidiado seis toros de Núñez del Cuvillo, mansos, descastados. Lleno de no hay billetes.

Sebastián Castella: Oreja tras aviso y saludos.

Alejandro Talavante: Oreja y dos orejas tras aviso.

Andrés Roca Rey: Oreja y oreja tras aviso.

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Séptima de abono y lleno de “no hay billetes” en La Misericordia en el cartel de más expectación de la Feria, porque todos querían ver a Andrés Roca Rey.

Castella tuvo a un toro al que se le impuso, conduciendole con suavidad por la mansedumbre explícita que mostró al igual que sus hermanos de la corrida. Dos primeras series por el derecho fueron magníficas. Cuando cogió la zurda le costó más ligar porque ahí se acentuaba la mansedubre, así que volvió a la diestra. Fue faena a menos, porque el toro se aplomó. Estocada tendida que valió para que doblara y cortara la primera oreja de la tarde.

Otro manso fue el cuarto aunque tuvo algo de movilidad, Castella, se fue al centro del ruedo en su habitual prólogo, pasándoselo por la espalda a pies juntos. Ligó por ese pitón derecho que tuvo más recorrido, pero todo se diluyó pronto. Buena estocada entera de inmediato efecto. Saludó ovación.

Talavante tuvo un manso de embestidas borregunas que fue su primero -segundo del festejo, dejó algunas series con la zurda que fueron intresantes. Los últimos naturales mirando al tendido dejaron vacío al ya de por sí vacío de bravura y casta toro de Cuvillo. Estocada entera muy trasera y oreja con petición de la segunda.

Ese premio que le abriría la Puerta Grande llegaría en el quinto. Tuvo otro manso como segundo que le sacó algunas series lentas porque no tenía mucho recorrido el bovino, lo que al bondadoso público le ha gustado. Estocada entera trasera y el presidente ha dado dos orejas.

Se presentaba en esta plaza Andrés Roca Rey y levantó al público de los tendidos a la primera de cambio con un quite por gaoneras sin levantar los pies del albero, espectacular absolutamente espectacular y contundente demostrando porque ahora mismo está en primer sitio como torero y llena plazas. El inicio de faena cambiándoselo por la espalda y a pies juntos mantuvo esa intensidad que fue a menos cuando se rajó el de Cuvillo. Tenía una embestida algo brusca a mitad de cada pase. Le robó en un continuo cambio de manos los últimos muletazos pegado a tablas y dejó una entera. El público exigió una oreja.

Variado con el capote en el que cerró plaza. Otro inicio de faena de poner los pelos de punta por el valor, las cercanías y la entrega del peruano, que dejó en claro la importancia de su tauromaquia. Supo mantener esa emoción en los primeros compases ligando y al final de cercanías y pases por la espalda, esos toros mansos descastados, pero supo torearle con importancia. Oreja.

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