En la Opinión de Pepe Mata… Descansa en paz mi muy admirada Silvia Pinal

28 noviembre 2024 José Mata

En la Opinión de Pepe Mata

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A veces incluso vivir es un acto de coraje”: Séneca

Advertencia: Siempre es oportuno advertirles tanto a ganaderos como a toreros, empresarios y ahora a los políticos, que esta artículo de opinión no es apto para ellos, porque aquí no aparecerán ni los falsos elogios ni las inútiles justificaciones para acomodar todo en una artificiosa ficción y así dañar a la verdad. Para ello, existe la prensa corrupta, que vive de enaltecer el engaño, inundando de mentiras, adulaciones e intentando convencer a la buena fe de los lectores de lo que no ocurrió. Bajo advertencia… no hay engaño.

Ha muerto la gran diva del Cine Nacional, Doña Silvia Pinal, contaba con 93 años y más que la edad, la enfermedad le hizo crisis y trascendió al universo.

La recuerdo con respeto, cariño y admiración, sobretodo, en la década de los años 90 cuando yo escribía en el diario Novedades. Y para variar mis críticas no le gustaban al ogro de Insurgentes el que para entonces destruía sin piedad a la mágica Fiesta desde el coso mayor del mundo. Un buen día, comenzó a sentarse junto a mi, Doña Silvia, quien llegaba acompañada de la guapa Elizabeth Aguilar y Dª Mónica Marbán.

Me saludó muy efusiva y me dijo de forma pícara “… le pedí a Rafa que me sentara junto a ti, porque me gustan tus críticas, son muy irónicas. Él no quería, hasta que le dije a mi pones con Pepe Mata y ya. No te quiere Rafael (Herrerías) ni muchos de tus compañeros, eso te debe dar mucha satisfacción“.

Nos reímos y le agradecí su generosidad de leerme. La Gran Silvia Pinal admitía que era aficionada a la tauromaquia, no tenía prejuicios ni complejos; gustaba del arte del toreo.

Así convivimos en tres temporadas de corridas de toros Doña Chivis, como le solicité permiso de llamarle. Mi hermana Guadalupe -la Nena como le decimos cariñosamente en casa- me acompañaba habitualmente y también hizo buena amistad con ella, así como con Elizabeth y con la señora Marbán.

Como era evidente le confesé mi gran, gran admiración por ella, y luego le fui preguntando por sus películas, los directores, sus compañeros y me platicaba de todas las vicisitudes que tuvieron que pasar en aquel entonces sin tanto adelanto técnico.

También hablamos de su inenarrable experiencia al conseguir trabajar con Luis Buñuel, era su obsesión hasta que lo consiguió. Como a la película Viridiana la prohibieron en España e Italia, ella se la trajo de “contrabando” para pasarla en México y contó con el apoyo de Salvador Novo.

Conversaciones enriquecedoras e inolvidables.

Por supuesto, que salió en nuestros convivios taurinos, lo referente al cuadro que le hizo, Diego Rivera, y me platicó tan maravillosa experiencia que al final no le cobró el inmenso pintor.

Qué gentil y qué buena amiga.

También agradabilísimas siempre fueron Elizabeth Aguilar y Dª Mónica Marbán.

Platicando con mi maestro y amigo, el licenciado Julio Téllez, de alguna anécdota que me había contado Doña Silvia y por la admiración que él también le tiene, me pidió que la entrevistara para el programa Toros y Toreros de Canal Once en donde salíamos, le hablé y aceptó de inmediato.

Incluso, en la entrevista confesó, la gran Silvia Pinal, de algunos romances maravillosos con toreros, cuando vivió en España, sobretodo, el que tuvo con, Victoriano Valencia.

En fin, que momentos tan inolvidables y lo que es la vida, sin que en mi estuviera el propósito de conocer personalmente a esta luminosa estrella y mejor persona, el destino me honró poniéndola en el camino de mi vida.

Ahora que se ha ido, sólo queda desear que en su evolución y consecuente trascendencia por el universo, consiga toda la paz para su espíritu creador y continúe regalando su inacabable sabiduría.

Descanse en paz querida Doña Silvia… Doña Chivis, como cariñosamente siempre le llamé.

¡Dígase la verdad… aunque sea motivo de escándalo!

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