En Saint Sever… Nos acordaremos del No hay billetes
Arènes de Saint Sever. Francia. Corrida des Fêtes 2024. Lleno de No Hay Billetes. El verano no está lejos. En cualquier caso, no llovió. Seis toros de Santiago Domecq. Ocho picas, caballería Bonijol.
Sébastien Castella: Silencio y oreja.
Daniel Luque: Silencio y saludos.
Fernando Adrián: Dos orejas y oreja.
Detalles:
Presidente: Miguel Tellería
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En Saint Sever, el No hay Billetes era predecible dado el cartel propuesto y el estado de forma actual de los toreros y la ganadería que se exhibía. La decepción fue grande ya que los toros, justos en presentación y cornamentas, carecían de la presentación y casta tan características del Santiago Domecq. Fernando Adrián salió, una vez más, a hombros pero sin convencer mucho y matando mal. Sébastien Castella se esforzó pero nada más. Daniel Luque no tuvo rivales a la altura de sus capacidades como lidiador.
Los toreros
A, Sébastien Castella, le correspondió un primer toro soso. Mucha diligencia y elegancia en el torero pero por culpa del toro no hubo emoción en la faena. La suerte suprema resultó laboriosa. Silencio. El cuarto fue noble y corto de recorrido. A la faena le faltó interés e intensidad. Dejó una trasera entera. Una oreja (¡oh!)
Daniel Luque tuvo una silla. Impuso su dominio a un segundo toro, al borde de la sosería y sin fuerzas. Estuvo bien lidiado por un excelente torero, pero ¿para qué sirve este tipo de faena? Oficiar con el acero fue todo menos correcta. Silencio. El quinto ha sido deslucido y descastado. Luque lo intentó pero el toro no lo permitió. Saludos.
Unos bonitos pasajes en una faena de Fernando Adrián, muchas veces superficiales para un toro noble pero sin mucha sustancia. La espada ligeramente caída, dos orejas de más. La última fue una ilusión hasta la segunda serie por la derecha, luego se descompuso y se huyó a las tablas. El misterio permanecerá. ¿Fue el toro un manso o la muleta del torero incapaz de retenerlo (o un poco de ambas cosas?) Una oreja para premiar un bajonazo es más que discutible.
Los toros
A veces en la mesa, cuando un plato está bueno nos olvidamos de que se sirve en platos de cartón o que la decoración del plato es minimalista. No nos preocupamos por lo visual y saboreamos el producto. Si los Santiago Domecq de Saint Sever hubieran tenido la casta y el interés de los que salieron por Madrid y Sevilla, nos habríamos olvidado de que no eran muy bonitos, que les faltó, tamaño y sobre todo que eran demasiado y muy pobres de cabeza.
Desafortunadamente fueron más que discretos con el caballo. En la muleta, en cuanto a nobleza, tenían sosería y falta de raza. El tercero fue noble pero sin picante y el último fue una ilusión en los dos primeros tercios para luego irse a las tablas a partir de la segunda serie de muletazos. Demasiados defectos y muy poca calidad, el plato resulta indigesto. Por el lado del toro, nos quedamos con un sabor de boca amargo.
Toro a toro
Juzgado para Sébastien Castella
El primero fue brocho. Metió la cabeza en la capa de Sébastien Castella. Sólo acudió a un solo puyazo, empujando un poco al impacto. El francés le hizo un quite por chicuelinas. En el segundo tercio teníamos la mejor cuadrilla. Empezó con doblones, al toro le faltó recorrido. Soso, embestida sin entrega. Castella se entregó pero el bicho no transmitió. Probó por la izquierda estuvo apagado el toro. El torero intentó dar intensidad a la faena pero el santiagueño se fue a menos. El torero ha estado mucho mejor que el animal. Castella pinchó en varias ocaciones antes de dejar un espadazo habilidoso pero eficaz. Silencio.
Hurón para Daniel Luque
El segundo fue más fuerte. Humilló en la capa de Daniel Luque pero estaba justo de fuerzas. En el primer encuentro desmontó al piquero. Luque lo llevó hasta el centro del redondel, el toro llegó bien pero se defendió bajo los hierros durante el segundo encuentro. Acto seguido, Luque, hizo un quite por chicuelinas. El torero inició su faena con pases por alto, mostrando ser el toro es noble pero débil. El torero le arrebató los pases, intentó bajar la mano pero el toro caía. Por la derecha con soltura, Luque, dominó a un toro que poco transmitió. Esto impactó al público pero esperamos al torero de Gerena en otro nivel. El toro se fue a menos. Un pinchazo precede a un bajonazo. Silencio.
Hachero para Fernando Adrián
El tercero se frenaba en el capote de Fernando Adrián. El toro acudió a un puyazo trasero sin emplearse. Inició la faena con cambiadas y pase de pechos de rodillas, el torero conectó con el público. Desde los primeros derechazos el toro se mostró noble pero sin mucho convencimiento. Buena serie por la derecha, no obstante, por la izquierda el torero hizo su espectáculo. La mayoría de los muletazos estuvieron en camino. Acabó llevando a más al de Santiago Domecq al final de la faena. Todo brilló pero cada pase ha sido cuestionable ya que fueron sobre el viaje y no se impuso al bicho. La espada quedó entera pero ligeramente caída. Dos orejas, una de más.
Verdugo para Sébastien Castella
El cuarto salió suelto y se escapó del capote de Sébastien Castella. El francés terminó su saludo capotero con cuatro buenas verónicas y dos chicuelinas. Sin poner en suerte al toro le dieron un picotazo. Fue muy mal picado en el segundo encuentro. Comenzó con cambiadas y pases de pecho, el toro iba bien en los dos primeros pases de la serie y luego se puso reservón. A la izquierda ocurrió lo mismo. El torero dio un paso atrás para continuar, porque el toro se detenía a medio pase. Final por reducción de terreno, pero el bicho se fue a menos y a eso le faltó transmisión. Espada entera y trasera pero efectiva, de ahí a dar oreja…
Despierto para Daniel Luque
El quinto, recibido por Daniel Luque, sólo acudió a un primer y único puyazo sin empujar. El torero metió al toro en el tercio. Primera serie por la derecha a media altura, el Santiago Domecq era soso. Luque dominó pero no existió emoción. El torero intentó pasar a un toro carente de recorrido. El bicho muy deslucido. La faena se prolongó. Un pinchazo precede a una entera muy hábil. Saludos desde la decepción.
Talentoso para Fernando Adrián
El último fue como los demás… pobres de cabeza. Levantó al caballo en el primer encuentro y fue con alegría al segundo y todo fue un picotazo. El segundo tercio fue animoso. Fernando Adrián inicio su faena con derechazos. El toro fue noble y repetidor. Por fin un Santi de verdad, al menos eso creímos. Cayó en la próxima serie. El torero no mandó sobre el animal y dejó que se viniera a menos. Por la izquierda, el bicho huyó a las tablas. La faena perdió toda intensidad e interés. Adrián mató con un bajonazo. Una oreja incongruente por la evidente estocada.
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