En la Opinión de Pepe Mata… Sólido respaldo ciudadano del numeroso público a la tauromaquia en tiempos electorales

José Mata 07 febrero 202407 febrero 2024 México, Por José Mata

En la Opinión de Pepe Mata

Solo existe un bien: el conocimiento. Solo hay un mal: la ignorancia”. Sócrates

Advertencia: Siempre es oportuno advertirle tanto a ganaderos, empresarios como a toreros que este artículo no es apto para ellos, porque aquí no aparecerán ni los falsos elogios ni las inútiles justificaciones para acomodar todo en una artificiosa ficción y así dañar al arte del toreo. Para ello, existe la prensa corrupta, la que enaltecerá el engaño e intentará convencer a la buena fe de los lectores de lo que no ocurrió en el redondel. Bajo advertencia… no hay engaño.

La Temporada del Reencuentro con la Monumental Plaza de Toros México, será recordada por la gesta heroica del numeroso, portentoso público taurino que llenó sus tendidos como signo inequívoco de apoyo absoluto a la tauromaquia, con el firme propósito de defenderla de políticos oportunistas que buscaban utilizar al arte del toreo como mero acto proselitista; sin embargo, se estrellaron contra el muro infranqueable del sólido respaldo del gran público taurino justo en estas épocas electorales, épocas en las que también cada uno de los que integramos la gran afición por la tauromaquia en México -y cuando me refiero a México es a todo el país- somos potenciales electores el próximo mes de junio para un México mejor.

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Sí, efectivamente, a los politiquillos supuestamente convertidos en antitaurinos, se les olvidó que el gran, numeroso público taurino, por sí sólo es una poderosa fuerza en el horizonte inmediato para tomar acciones concretas en las inminentes elecciones… sí porque también votamos, situación que la incapacidad pensante de los políticos oportunistas no les llevó a valorar y mientras decidieron atacarla, ofenderla e incluso, intentaron humillarla, provocaron para gloria y grandeza del toreo, que despertara el gran monstruo de mil cabezas, y si bien es cierto que la Monumental Plaza de Toros México se llenó en un promedio de 45 mil asistentes, eso sólo es un número representativo de la portentosa fuerza de millones de aficionados taurinos de toda la República Mexicana, que están más que intensamente vivos dispuestos a defender sin tasa ni medida a su tradición por encima de todo y de todos, incluidas las próximas elecciones del mes de junio.

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La inobjetable lección del gran público taurino, a pesar de lo que se diga y se le pretenda minimizar, es fundamental recordar que el imponente conglomerado taurino está inmerso en la sociedad mexicana que es afectada diariamente, que sufre día a día una alarmante inseguridad que va camino a los 180 mil homicidios dolosos y que al final del sexenio se prevé rebasar los 200 mil; inmersa en un sistema de salud colapsado que tiene a más de 50 millones en la indefensión, a más de 10 mil feminicidios, a más de 6 mil niños con cáncer muertos por falta de medicamentos, a más de un millón de muertos por un pésimo manejo de la pandemia; un sistema que por falta de capacidad creció la pobreza al agredir a la clase media e incrementó la deuda externa, y… un largo etcétera.

En medio de todo esto la Fiesta de los toros es creadora de fuentes de trabajo y apoya a cientos de miles de mexicanos, de forma directa e indirecta. Esto es da una clara aportación a la economía nacional.

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Por ello, cuando la ciudadanía que ama al arte del toreo decidió acudir a su espectáculo favorito y fue agredida por estos politiquillos, en medio del hartazgo de tanta ineptitud, enfrentó con gallardía el reto y su incontestable respuesta fue llenar el coso como un claro mensaje de que somos los ciudadanos los que mandamos y que estaremos en las urnas el próximo mes de junio.

Jesús Sesma, Jorge Gaviño, quienes fueran exageradamente taurinos, un buen día por extraños, muy extraños intereses ahora la atacan, la ofenden y sin lugar a dudas recibirán el justo castigo en los próximos comicios, y no sólo ellos, sino sus partidos o agrupaciones que representen.

¡Nunca más ser vejados por nuestra afición taurina!

Ahora sólo queda en la empresa entender de esta contundente respuesta del gran público, comprender que los aficionados tienen décadas de que no les permiten crear sus ídolos, que se cansó el público de que le impongan figurines que vienen con una comodidad pasmosa a juguetear al torito en el redondel. Se hartó de que le impongan ganaderías comerciales que sólo ofenden a la verdad que representa la casta, la bravura, el trapío y la integridad del toro.

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Sí, todo queda en manos de las empresas de entender, comprender y actuar por la grandeza de la Fiesta, porque me queda claro que se puede recuperar con vigor y fortaleza, pero todo esto puede ocurrir sólo con la insoslayable verdad del:

Toro auténtico para el torero de verdad.

¡Todos, absolutamente todos a fortalecer a nuestra amada tauromaquia!