En Nîmes… Andrés Roca Rey se impone el número 1; oreja para Talavante y Thomas Dufau

16 septiembre 2023 Pierrick Charmasson

Arènes de Nîmes, Francia. Feria des Vendanges. Más de tres cuartos de entrada. Seis toros Victoriano del Río. Vuelta al ruedo concedida al 6º, de nombre Voraz, número 73 nacido en enero de 2019, negro con un peso de 482 kilos. Peso de los toros: 543, 550, 540, 539, 518, 482. Caballería Heyral. 12 encuentros.

Alejandro Talavante: Silencio y oreja.

Thomas Dufau: Saludos y oreja con aviso.

Andrés Roca Rey: Silencio y dos orejas con dos avisos.

Detalles:

Presidente: Mr. Bernard Angelras

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Orden de lidia -sorteo-

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Asumir su rango, hacerlo honor con responsabilidad, sublimarlo, sublimarse, tal es el destino y el camino elegido por, Andrés Roca Rey, quien ha demostrado, una vez más, que efectivamente es el indiscutible número 1 actual del escalafón. Con, Daniel Luque, el peruano es sin duda el torero de la temporada. Los dos se golpean mutuamente, se odian y se rechazan. Sin embargo, un enfrentamiento en la arena y dentro de las reglas sería un mal sabor de boca…

Volvamos a nuestras ovejas, o mejor dicho, a nuestros toros. Los de Victoriano del Río, que nada tenían de borregos, estuvieron correctamente presentado, superior el 1º, menor el último. Armado sin excesos y con carácter, casta en unos, violencia en otros pero también bastantes cursos, destacando los tres últimos con evidente mención al gran -por el comportamiento- último toro de la tarde, Voraz, de gran movilidad. y conciso en sus profundas embestidas. Desde la presencia bajo el hierro en el caballo, sin embargo, sin mostrar gran bravura, la mayoría empujando un cuerno, los primeros violentos enviaron a la caballería a la alfombra.

Pasemos rápidamente a la primera parte, que, sin ser extremadamente aburrida, provocó muy poca emoción. Una primera mitad de rodaje, digamos, antes de que la segunda parte traiga más alegría.

Alejandro Talavante comenzó admirablemente con bellos estatuarios y pases cambiados en lo que fue su primera parte, que, sin embargo, resultó desigual tanto en intensidad como en los trazos, luchando el torero de Badajoz por resolver las asperezas del toro de Del Río. Su segunda propuesta, fue de un calibre completamente diferente. Ante un animal de buen tranco, el torero extremeño firmó un prólogo impresionante con tres cambios rodillas en la arena, continuando a buen ritmo y firmando movimientos admirables en ambos pitones, incluidos varios naturales de terciopelo. Faena de gran intensidad concluyó con una espada llevada con toda verdad y recompensada con una oreja de peso.

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Invitado a saludar con una ovación, Thomas Dufau, quien dijo adiós a los ruedos, toreó perfectamente a su primero con la capa, antes de dos puyazos. Bella confrontación en quites con su amigo Roca Rey al que el de montois le brindó su primera faena, que inició bien con cambiados en el centro, antes de alternar movimientos valerosos con poco eco en los tendidos. El de Victoriano se mostró complejo y particularmente impredecible en sus derrotes. Brillante de nuevo con el capote, el aquitano dedicó su toro de la despedida a su compañera de la vida y a sus hijos, en un brindis de lo más emotivo. Frente a un buen toro, encastado y con motor, el aquitano instrumentó una faena de nota correcta, superior por el margen derecho, dando varios muletazos notables al bajar la mano. Desgraciadamente, el toro de Del Río poco a poco fue bajando su bandera y la labor del chico acabó siendo aún más desigual al final. Buena espada y oreja de despedida. Una vuelta a la pista, tan merecida y con razón celebrada.

El primer adversario de, Andrés Roca Rey, no tenía nada en el vientre y mostró un carácter bastante defensivo y reservón. Por otro lado, fue otra música de cara al final, brillantemente captada por el suave capoteo del peruano, que no dejó nada atrás, ni siquiera un quite, incendiario por chicuelinas y tafalleras. Después de brindarle a su compañero, Thomas Dufau, el torero de Lima, inmediatamente puso a los tendidos alborotados en un prólogo monumental con ambas rodillas clavadas en la arena. El protegido de Roberto Domínguez aprovechó al máximo las inmensas cualidades de nobleza, casta y clase de Voraz, al que embarcó dentro de un trasteo de gran son. Técnica relojera, temple, tempo y potencia en el menú propuesto por el nuevo rey del toreo. La impresionante movilidad del cornupeta permitió al limeño desplegar todo su repertorio. Arrucina ajustada, circulares infinitos, naturales de mano baja y pases de pecho largos. El público conquistado como un solo hombre. ¡Ah!, un media espada llegó a ensombrecer un poco la cátedra de Roca Rey, quien estuvo cerca, muy cerca de ser Cónsul. Él sigue siendo el Rey. Dos orejas, salida a pie por la Puerta de Cuadrillas y vuelta póstuma en homenaje a Voraz.

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