En Céret… Los toros de Casta Jijona de Peñajara, una oreja para Cortés, herido Rafaelillo

14 julio 2023 Thierry Reboul

Arènes de Céret, Francia. Primera corrida de la Féria 2023. Cielo azul y calor razonable. Toros de Peñajara de Casta Jijona; dieciocho puyazos. Caballería Bonjol.

Rafael Rubio Rafaelillo: Silencio y corneado.

Alberto Lamelas: Saludos y silencio.

Javier Cortés: Saludos y oreja.

Detalles:

Alberto Sandoval recibió el premio al mejor picador; él picó al tercer toro.

Víctor del Pozo saludó en el segundo. Pablo Gallego en el tercero. José Muñoz en el quinto. Antonio Molina en el último.

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La Féria de Céret comenzó con una corrida de Peñajara bastante decepcionante. Correctamente presentada, sin exceso de peso con un promedio de 510 kilos, tomaron dieciocho picas pero ninguna era una pica ceretane.

Muchas veces venían al caballo de lejos, pero lo hacían caminando, frenando y nunca empujando al contacto con la herradura. Muy a menudo las picas eran sólo picotazos. En el tercer tercio, algunos acudieron en los primeros muletazos, pero rápidamente mostraron ser reservones y las faenas se fueron a menos. El cuarto, muy pronto se avisó y violento se volvió intoreable, hirió a Rafaelillo en el inicio de la faena. El torero se fue a la enfermería de donde ya no regresó. El tercer y sexto noble probablemente pedían toreo distinto al que se les ofrecían.

Rafaelillo le correspondió un primer toro que rápidamente se fue a menos. No podemos juzgarlo por su actuación en el cuarto por haber sido herido al inicio.

Alberto Lamelas se empeñó en pelear con dos toros que no tenían ni violencia ni casta. Mató mal.

Javier Cortés le correspondieron los dos mejores toros. Sin demeritar a su toreo a base de recortar terreno en un toreo encimista, ahogó a los toros que pedían ser citados de más lejos. Cortó una oreja en el sexto.

Aunque parezca paradójico en Céret, los mejores momentos de la corrida fueron los segundos tercios. Cuatro de los banderilleros saludaron después de magníficos y arriesgado pares.

Toro a Toro

Bienpeinado… Rafaelillo

El primero, bien presentado, fue aplaudido cuando entró al redondel. Remató violentamente contra los burladeros. Bien recibido con el capote de Rafaelillo. Acudió a un primer puyazo delantero sin empujar. Tardo fue a un segundo puyazo empujando sólo con un cuerno. Volvió a ponerlo en suerte desde el centro, tuvo el mismo comportamiento en el tercer encuentro. El toro fue más violento que bravo. Rafaelillo inició su faena con poderosos doblones. El toro, demasiado picado, quedó justo de fuerza. Tras una buena serie por derecha, el torero le da un respiro. A partir de ahí, el de Peñajara mostró ser reservón. El bicho pasó mejor por la derecha que por la izquierda. Tras un intento de sacarle naturales, el toro se vino a menos y Rafaelillo abrevió. Fue prudente al entrar a matar dejando la espada delantera y ligeramente caída, hizo uso de un descabello. Silencio.

Santanero… Alberto Lamelas

Alberto Lamelas recibióe el segundo con una larga. El toro regresó rápidamente. Tomó una primera puya defendiéndose. Sin empujar, entrando al paso, se defendió y salió solo de los dos siguientes. El toro al final de este primer tercio ya no tenía recorrido. Víctor del Pozo saludó tras un buen par de banderillas. A la derecha, el toro se defendió. A la izquierda lo mismo. Lamelas retrocedió con cada pase. Terminó ligando una buena serie de naturales. Sería a la postre lo único en la faena. El toro, soso, corto de recorrido. Lamelas se empeñó en imponerle un toreo totalmente inapropiado. El torero con la espada deja un pinchazo en el primer intento. Sonó un aviso. En el segundo viaje de la espada quedó baja. Saludos.

Cangrejero… Javier Cortés

El tercero fue aplaudido tan pronto entró al redondel porque estaba bien armado. Metió bien la cabeza en la capa de Javier Cortés. El toro acudió a un primer puyazo que resultó un suspiro. Desde el centro acudió con alegría pero no se creció durante el segundo puyazo. Volvió tras andar por el ruedo y tomó un picotazo sin emplearse. Saludó Pablo Gallego después de imponer un buen par de banderillas. El toro resultó noble. A la derecha Cortés toreó a media altura, sin embargo, se recortó la embestida del toro lo que se venía viendo desde el primer tercio. Por la izquierda toreó demasiado cerca y ahogó a un bicho que acabó huyendo. Entera trasera y eficaz. Saludos.

Ecuador… Rafaelillo

El cuarto también fue bonito. Fue reticente en su embestir. Tomó tres puyazos malos, sin emplearse. Rafaelillo inicia con doblones hacia el centro del ruedo. Cuando instrumentaba un derechazo fue desarmado por el toro, ya que el de Peñajara era violento y justo en ese momento le infiere una cornada en la axila. El torero fue a la enfermería para no volver jamás. Lamelas tomó espada y muleta y mató con precauciones para dejar un mete y saca y un bajonazo. Silencio.

Siguinelo… Alberto Lamelas

El quinto estuvo anovillado y fue protestado por parte del público. Tomó dos puyazos sin empujar pero entrando con alegría. Otro saludo de José Muñoz por un excelente par de banderillas. Alberto Lamelas comenzó con cambiadas. El toro se defendió en ambos pitones, más de lo que apenas pudo embestir. Lamelas logró arrebatarle un buen natural a un toro casi parado. El bicho de caminar mortecino y descompuesto, el torero utiliza el toreo tremendista, lo que le resultó de poco interés porque el toro no transmitió ninguna emoción. Lamelas pinchó varias veces. Se le complicó la suerte suprema y Alberto Lamelas escuchó un aviso antes de claudicar el toro. Silencio.

Panceto… Javier Cortés

El sexto estuvo muy bien armado. Tan justo como el anterior aunque fue mejor aceptado por el público ya que estaba más hecho y tenía una arboladura respetable. Metió la cabeza en la capa de Javier Cortés. Acudió a cuatro puyazos entrando con alegría pero sin emplearse bajo el peto. El toro remató en los burladeros tras perseguir a los banderilleros.

Antonio Molina saludó tras un arriesgado par de banderillas, asomándose al balcón. El toro resultó noble y le permitió a Cortés ligar dos buenas series por la derecha. A la izquierda se empleó el toro aunque le llevaba muy ceñido. El torero insistió en querer reducir las distancias. Logró impactar bien en el público, el toro se fue a menos. Lo mismo le ocurrió con la derecha en la siguiente serie. Cortés se perfila y mete tres cuartos de espada que le resultó eficaz. El público exigió una oreja que la presidencia acabó concediendo.

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