En Granada… Juan Ortega y Cayetano rebasaron el umbral de la puerta grande

10 junio 2023 Redacción

Granada. Sábado 10 de junio 2023 Tercera de la Feria del Corpus. Cerca de medio aforo. Toros de El Pilar, mansos, con movilidad el cuarto.

Cayetano: Oreja y dos orejas.

Juan Ortega: Oreja y oreja.

Pablo Aguado: Ovación y oreja.

________________

Juan Ortega es el caso de un torero que no le han podido hallar la cuadratura al círculo en sus administraciones. Un torero con la inobjetable calidad en su expresión no va con los toros comerciales, porque posee mando, aguante y una vez que domina al toro puede darle el mágico lujo de crear.

Su actuación en esta tarde es muestra fiel de lo que se sustenta. Con su primer manso al que la casta se le esfumó, pudo sacarle pocas series pero de ritmo y armonía. Apenas un efímero muestrario de su incontestable arte. El público embelesado por lo visto, después de una estocada de cierta habilidad, le concedió una oreja.

Otra oreja llegaría con el quinto. Sí su segundo con el que dibujó lances a la verónica con ritmo, cadencia y en suma armonía. Ha lucido mucho en el capote y eso es consecuencia a sus sólidos argumentos. La faena si bien tuvo una muy justa medida por la debilidad manifiesta del mansesco ejemplar, hubo momentos de feliz creación que embelesaron al público. Al final el toreo por abajo para asegurar que la rúbrica quedaría en buen sitio, lo que así ocurrió y llegó la llave que abrió la puerta grande.

Cayetano es otro torero que deja constancia de sus buena maneras y esfuerzo loable. Así ocurrió esta tarde con su primero el que justamente abrió plaza. Un manso con movilidad y que puedo aguantar más que los demás. La ventisca le descubrió y fue enviado a visitar a las alturas, hasta donde se vio sin consecuencia que lamentar. Así consumó una faena de suma importancia sobretodo del lado derecho. Después de la mortífera estocada le han concedido una oreja.

Según se comentó en los tendidos, brindó a su hijo, emotivo momento. La faena estuvo llena de ritmo y cadencia merced al temple implícita y la inspiración explícita, consumando una faena que llenó a los convocados. El torillo tuvo movilidad, ahora hay que conformarse con tan poco, sobretodo, cuando hay un torero de importancia en el redondel. Después de imponer el acero, se exigieron dos orejas, y con ello, rebasar el umbral de la puerta grande.

Pablo Aguado es el caso de un torero que requiere del toro de bondad infinita , si no tiene esa posibilidad, aunque tenga enfrente a una linda ovejilla de bondadoso caminar, se acaba perdiendo y más cuando se complican las cosas.

A su primero le lanceó con corrección, entusiasmando a algunos aficionados. El toro y su mansedumbre le complicó el panorama y a dejar un bajonazo.

Con el que cerró plaza y que llevaba la cabeza suelta y no supo como imponerse ante ese reto, algunos pases correctos pero nada que dejara algo para el perenne recuerdo. La bondad del público y con la anuencia del presidente le concedió una oreja.

____________________________________________