En Aguascalientes… Entre el crepúsculo y el anochecer
Aguascalientes. Lunes 1 de mayo 2023. Décimo primera corrida de la Feria de San Marcos 2023. Plaza de toros Monumental casi tres cuartos de aforo. Se lidiaron astados de San Miguel de Mimiahuápam justos de presentación, complicados y peligrosos.
Emilio de Justo: Al tercio y oreja
Joselito Adame: Oreja y ovación tras aparatoso percance
Diego San Román: Dos orejas y dos orejas y rabo exagerado
Detalles:
Al inicio del festejo se rindió homenaje al director de la Banda Sinfónica Municipal Ismael Rodríguez quien tras 35 años como director ésta será su última feria puesto que está cerca su jubilación.
En banderillas destacaron los subalternos Jorge Delijorge y Rachid Ouramdane Morenito de Arles.
Sobre el estado de Joselito Adame
Joselito Adame fue trasladado al hospital luego de un fuerte percance. Después de los primeros exámenes practicados se ha descartado daño a cervicales y al cráneo. No mostró hemorragias ni inflamación en el cerebro; sin embargo, tendrá que estar las rigurosas 48 horas en observación. También se le atendió de pequeña cornada en la boca y en pantorrilla izquierda.
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Entrar a leer el Parte Médico de Joselito Adame
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¿Por qué asistimos a una plaza de toros?
Quizá vamos en busca del sentido de la vida, es decir la lucha que simboliza el torero frente al toro, se asemeja un tanto al ser ante su destino, su yo ante la adversidad, su intimidad desnuda ante el mundo. Quizá al ser espectadores de lo que se vive dentro de un ruedo nos damos permiso de creer que venceremos, nos hace pensar que mataremos nuestros monstruos internos, nos hace ser valientes y quitarnos el miedo. Tal vez al asistir a una plaza de toros, sentimos que tenemos el poder de cambiar nuestro rumbo, aunque sea duro, aunque sea cruento, aunque sea brutalmente real como el toreo, como la vida.
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Hoy en la Monumental se vivieron emociones intensas, eh aquí el cuestionarnos porqué seguimos asistiendo a un espectáculo en donde literalmente un hombre puede perder la vida en pos de un triunfo, hoy Joselito Adame y Diego San Román rozaron la delgada línea entre el crepúsculo y el anochecer, entre el valor y el miedo, entre lo salvo y lo riesgoso.
Diego San Román hoy está parado en un volcán, tras lo hecho en el ruedo sanmarqueño, trae los pies hirvientes, reafirmando que en esto del toreo tiene, puede y quiere mandar. La faena del sexto de la tarde venía precedida del grave percance de José Adame, así que con los ánimos caldeados había que ponerse en el camino del valor.
San Román se enfrentó al de San Miguel de Mimiahuapam un astado justo de presencia que fue peligroso y siempre atento a hacerle daño. Lo recibió con chicuelinas y remates toreros, empujó poco en varas de donde salió débil y doblando en la arena.
Con la muleta San Román por alto, le levantaba los pitones y el torero lo aguantaba en su muleta, todo a media altura, el astado era tardo en la embestida, pero el torero insistió hasta pasarlo por derecha y rematarlo con largo pase de pecho.
Metiéndose entre los pitones hasta conseguirle las tandas robadas, bajándole la mano, quieto, sereno. Por naturales misma condición, peligroso, pegando arreones y el joven torero quedándose en el sitio del miedo. Luego la gente quería alegrías y pidió la música, acto que San Román secundó, siendo que es más torero que eso de pedir charanga.
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Por fortuna continuó en lo suyo en cercanías extremas, pero no crea amigo lector que era de esos arrimones más falsos que mago de oz, no, este sí fue una auténtica muestra de valor, de esas faenas que no le pierdes un instante por el peligro que representan. San Román, haciendo bien las cosas y poniendo al miedo a un lado, desplantes, achuchones haciendo sudar las manos y al final estocada entera en buen sitio.
Y ahí viene el negrillo en el arroz, el juez, otra vez el juez premiando en exceso. Primero sacó de botepronto las dos orejas y como seguía la algarabía de unos le dio el rabo, en acto totalmente fuera de lugar, obviamente el sector serio se lo protestó, San Román prefirió dejarlo en manos de su cuadrilla y dar la vuelta con solo las orejas.
Bien ahí por el queretano, devolviendo el excesivo rabo y el juez pues a tragar saliva puesto que es de pena ajena que sean los toreros los encargados de medir su propio y justo premio.
Con el primero de su lote, un poquito mejor presentado que sus hermanos, fue también un toro peligroso con el que San Román se nombró valiente. En varas apenas recargó, y de muleta se arrancaba de toques primeros, el torero se lo pasó por la espalda y remates por alto, pero cuando quiso repetir la función el astado le prendió feo, aunque sin consecuencias.
Siguió en la cara del toro para sacarle tandas por derecha de mucho aguante, cambiándole los terrenos, quedándose en el sitio correcto para hacer que pase por su tela, mandando en el acto. Un aguerrido San Román lleno de valor y mostrándolo justo ahí, justo en ese instante. Mató de entera un poco trasera para que el juez le diera dos orejas.
Emilio de Justo tuvo dos actuaciones muy dignas. La primera de ellas a un toro de alegre salida que remató en los burladeros, bien a la brega el español que lo llevó a los piqueros en donde recibió dos breves puyazos muy atrás. De muleta por doblones en las rayas del tercio, el astado sin emplearse, muy parado pero el torero con oficio se quedó en la cara para enseñarle por dónde ir.
Por naturales De justo en pelea, a base de quedarse entre los pitones consiguió hacerlo pasar, despertando los olés en reconocimiento a la pundonorosa labor. Manoletinas y al final mató de media estocada caída para saludar en el tercio.
Con el cuarto de la tarde, un astado también justo en carnes, De Justo lo recibió con lances a pies juntos y revolera. Luego puyazo muy trasero apenas señalado. En banderillas destacaron el zacatecano Jorge Delijorge y el francés Morenito de Arles.
Con la muleta De Justo inició por doblones sabrosos y con sello personal, llegaron algunos muletazos por derecha, aguerrido, obligándole a pasar, todo por bajo con mando y por momentos desmayando la mano. El astado le levantaba feo la cabeza, probó por naturales dejando constancia de su toreo formal, arrancándole los pases inexistentes, muy de verdad. Mató de entera un poco trasera para que se le otorgara una oreja.
El segundo astado de San Miguel de Mimiahuapam, correspondiente a José Adame fue sumamente protestado por la falta de trapío aunado a la poca fuerza que mostró de salida. Las protestas fueron escalando hasta que el juez de plaza César Pastor no tuvo de otra que regresarlo a los corrales. En su lugar saltó otro justillo de presencia, pero bien armado de pitones. Joselito Adame lo recibió con chicuelinas y detalles soltando la punta del capote. En varas el astado cumplió.
Luego se arrancó de largo para que José quitara por caleserinas. En el último tercio comenzó José por alto, en tablas, el viento molestaba, posteriormente Adame en algunos cambios de muleta y el remate, sin decir mucho. El astado mostraba debilidad y el torero a llevarlo a media altura por ambos lados, aguantando en la cara para terminar con pases de pecho.
Para el cierre de la faena cambiados por la espalda plantándole cara, unas tandas más por derecha para que terminara la vida del burel con media estocada trasera que bastó para que le dieran una oreja.
El quinto de la tarde para José Adame fue otro justo de presentación, que se volvía pronto al vuelo del capote, empujó fuerte en varas. Luego zapopinas, revoleras y recortes por parte de Adame. Por doblones inició su labor ante un astado muy tardo que estaba pendiente de él.
Por ambos lados intentó pasárselo Adame sin recibir una respuesta positiva, cruzándose en la cara del toro, buscando que pasara por su muleta, entonces Adame fue prendido de la pantorrilla izquierda protagonizó una escena espantosa, lo elevó por los aires y la caída fue sobre su cuello, el torero ya inconsciente fue prendido nuevamente en el piso, levantándolo otra vez.
El cuerpo inerte de José quedó en la arena, se pensó lo peor. Llegaron las asistencias y lo llevaron a la enfermería, el ambiente era de total preocupación, de real miedo por el estado del torero dado lo aparatoso del percance.
Emilio de Justo se dispuso a matar al astado dejando estocada entera, posteriormente Joselito Adame salió visiblemente maltrecho a saludar a la gente para luego ser trasladado al hospital para hacerle las revisiones pertinentes y descartar una posible lesión cervical y cerebral.
Desde aquí deseamos sinceramente la pronta recuperación de José.
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