Crónicas

En Mérida… Ventura en hombros

Mérida, Yucatán. Domingo 26 de febrero 2023.  Cuarta corrida de la temporada. Tres cuartos de entrada. Toros de Marrón, bien presentados en general y de los que destacaron 2o. y 4o por su calidad.

Diego Ventura: Silencio y dos orejas

Ernesto Javier Calita: Palmas y oreja

Arturo Gilio III: Palmas y palmas.

Detalles:

Saludaron en el tercio los banderilleros Daniel Cauich y Genaro Suárez en el quinto, tras buenos pares de banderillas.

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Una tarde donde la entrega de los alternantes, superó por mucho a los astados de Marrón, los tres vinieron a refrendar el porqué de sus triunfos en la cuarta corrida de la temporada en la Monumental Plaza de Toros Mérida, tarde en la que predominó el profesionalismo y entrega de los coletas.

Los astados con buena presencia y con kilaje promedio que aparentaban ser más Slim Fit en términos de moda significa “… el corte estrecho o entallado. El pecho se ajusta y el tronco se acorta”.

El espada yucateco Michelito Lagravere saltó al ruedo como espontáneo en el segundo de la tarde, solicitando una oportunidad, aunque el público le aplaudió, igual se escuchó el cometario al final de la corrida por aficionados que nos dejaron saber su sentir que en una penúltima tarde, ya con el cartel para la última corrida de la temporada, no era el momento ni la forma. Ahí quedara para la historia del Coso de Reforma sin ningún éxito.

Diego Ventura, que llegó “lesionado” demostró respeto a la plaza y entrega, con Sinvergüenzón un cárdeno claro de 530 kilos. Cualidades como caballista de alta escuela y torero todo lo hizo prácticamente en los medios, en el último momento, tocando el pecho de su jaca con el testuz del astado.

Sinvergüenzon tenía recorrido y embestida, lo que le permitió a Diego torear, con los costados y con la penca del rabo, a la distancia citaba y el astado respondía, dejando en un palmo tres cortas al violín, para luego concluir con tres girasoles, la faena ya estaba hecha merecedora de justamente de un apéndice, y al primer intento en la suerte suprema certero rejonazo con efectos inmediatos, que la valió la segunda oreja.

Con Panucho de 500 kilos un astado que inició con fijeza y embestida, a lo que Diego supo aprovechar y comenzar a tejer la faena, misma que quedó en el intento ya que el astado en el segundo tercio se apagó, Diego cabalgó y a base de tesón y experiencia le sacó recorrido, lo que a provechó para torear de costado, dejando al violín dos buenas banderillas con Bronce su caballo estelar. En la suerte suprema no corrió con suerte, fallando en el primer intento.

Ernesto Javier Calita aprovechó las cualidades de Mondongo de 475 kilos, tejió una faena de insistencia e inteligencia, movía la mano a media altura, prácticamente obligando la embestida, se metía entre los pitones, sin quitar la muleta, y así sacó largos naturales.

Con las pausas precisas y sin dejar de llamar al astado, varió al torear de rodillas y remató con el de pecho, el público conectó y reconoció el valor de una faena de faje, el estar sin quitarse, esperar sin prisas, pero sin pausas, culminando con unas manoletinas perfectamente ejecutadas. La suerte suprema certera y de efectos inmediatos, la petición de oreja fue unánime.

Es oportuno hacer notar el emotivo brindis en el segundo de su lote al niño de nombre Diego quien se encontró en la barrera en compañía de sus padres, Calita agradeció su presencia y reconoció su gusto por la fiesta, que gracias a él (a los niños) la fiesta tiene futuro, “Te quiero mucho Diego, va por ti”. Al final de la faena lo invito a dar la vuelta al ruedo, Diego sostuvo la oreja.

Perlito de 495 kilos, fue la presentación del Calita en la Mérida, un astado con recorrido, que permitió demostrar las cualidades de Ernesto, que lo torero al natural y por la derecha, siempre arriba del astado, sacando pases de donde podía, bajaba la muñeca prácticamente hasta tocar arena, para luego a media altura sacar el pase.

Fuerza la faltó al de Marrón lo entendió Calita y sin prisa llego hasta donde pudo, sin dejar de torear y parase frente a los pitones, una faena que fue reconocido por el tendido, pero en la suerte suprema fallo hasta el segundo intento, yéndose la posibilidad de algo.

Arturo Gilio III, lidió con el peor lote, un toro parado y uno con embestidas entrecortadas, en sus dos astados demostró templanza y valor.

Con Peninsular de 510 kilos, mismo que fue el toro de su debut en la Plaza de Toros Mérida, se fajó y acortó distancias para sacar pases de un toro que no embestía, se paró a demostrar su estilo y formas lo que fue reconocido por el público

Con Alma Vieja de 480 kilos, con el que cerró plaza, fue de menos a más, y con presencia y elegancia toreó al natural y corría la derecha abriendo el compás pasándose el astado, que, a pesar de no tener una embestida cómoda, lo toreó a media altura tejiendo tandas de mucho valor y mérito. Con la espada no estuvo atinado, dejando pasar la posibilidad de un apéndice.

Así la penúltima de la temporada, una tarde agradable de toros, una tarde donde el tendido salió satisfecho, y reconoció a cada uno de los alterantes, que estuvieron muy por arriba de los de Marrón, “vinieron a torear y a entregarse, eran los comentarios generales, un cartel que generó interés y logró ser del gusto de la afición. Nos vemos en la última.

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@ALBERTO_SERFIN

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