Desde Lima, ¡felices primeros diez años de Toros en el Mundo!
Entablo en este momento la disquisición del cómo abordar la página en blanco para comenzar a referirme sobre lo que de modo personal me significa el placer de pertenecer a este portal y dejar algunas líneas que sumen a la celebración de sus dos lustros de fundación o de vida, que es como mejor debería decirse.
Porque, en efecto, nuestro maravilloso portal nació por obra y gracia de la férrea determinación de sus directores y vive arropado en la mística vocación de todos cuantos nos sentimos parte de esta familia de escribidores, relatores o gráficos dedicados a reseñar el quehacer taurino.
Lo hago convencido y porque además el director me lo pide con esa afabilidad de catequista que resulta imposible negarse y porque sabe también que jamás me negaría, pese a tener el sueño acumulado tras una intensa semana de mucho toro en mi país. Felizmente. Bendito Dios, prodigue de salud y permanencia al arte taurino.
Celebrar la primera década de ininterrumpido y comprometido oficio de informar sobre la fiesta por excelencia con el claro objetivo de anteponer la verdad por delante, nos obliga a guardar fidelidad sobre aquello de que… dígase la verdad aunque sea motivo de escándalo.
Escribir sobre lo que a uno le apasiona, sin duda es gratificante. Nos embarga de pasión pero implica mucha responsabilidad para con ustedes, amables lectores. Recrear lo vivido, las percepciones y sensaciones que el acontecer en un ruedo nos transmiten para a su vez traspasarlas a la imaginativa del lector de la forma más acertada posible, marcan un sello distintivo en nuestra labor.
Gran parte de ello se sustenta en el propio aspecto cognitivo y memorioso. Finalmente, el cronista no inventa historias, las recrea y ensaya un juzgamiento crítico. Un célebre paisano de Pepe, el Premio Nobel Octavio Paz, anotaba: Los recuerdos se deforman, la memoria inventa pero la verdad impone.
En lo particular, representa este aniversario cuatro años de gratificante labor. La vieja silla de Voltaire atestigua largas y nocturnas jornadas, de acompañamiento, sostenimiento y complicidad.
Asumir la sub dirección para el Perú y conformar un gran equipo contando en primer lugar con la valiosa presencia y refinado gusto fotográfico de Lula Cebrecos; el joven Joaquín Fernández y el flamante incorporado Max Valdivieso, a quienes se suman eventualmente algunos colaboradores indirectos como Gonzalo Yanallalli, Mónica Lucas o hasta el renombradísimo maestro de la fotografía taurina Agustín Carbone, es para mí razón y motivo de satisfacción.
Estos tiempos impensados de pandemia trastocaron con artera saña la vida y desarrollo de la actividad humana. Pero de ella y su guadaña vamos librando con fe, optimismo, y plantando batalla a quienes nos fustigan. Por eso es tan relevante celebrar estos diez años recordando que para ejercer el oficio periodístico primeramente se debe ser buenos seres humanos, como sentenciaba el maestro polaco Kapucinski. Y buenos seres humanos integran esta maravillosa familia de Toros en el Mundo. Vaya que sí.
Desde Lima, un saludo y enhorabuena para nuestro director Pepe Mata, la directora de relaciones públicas Tere Mata, los directores regionales y todos los que formamos parte.
PD.- Díganle a Pepe que el tequila corre por cuenta suya y que si Ludwig deja por un instante a Fidelio en sus premuras con Florestán, quizás le echemos todos juntos al son de los Vargas del traje charro, un sonoro sigo siendo el rey… al rey de los portales taurinos, el nuestro Toros en el Mundo ! Ah, caray !
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Les recordamos que el calendario de los festejos de los TorosenelMundo, lo hallarán aquí en nuestra sección de Calendario
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