En Vic-Fezensac… Pacheco, cumbre, corta una oreja de ley
Vic-Fezensac (Francia). Arènes Joseph Fourniol. Cuarta de la Feria de Pentecostés. Domingo 9 de junio. Vespertina. Se lidiaron toros de Dolores Aguirre, de mucho trapío, impecablemente presentados, pero con falta de casta y mansos, aunque el 4° y 5° pelearon en el caballo, pero de nulas opciones salvo el ultimo sexto. Algo más de dos tercios de plaza.
Noé Gómez del Pilar: Silencio tras aviso y palmas.
Javier Jiménez: Ovación y silencio tras aviso.
Miguel Ángel Pacheco: Silencio y oreja.
Detalles:
Saludo montera en mano Alejandro Sobrino con el quinto.
Cuando nos enteramos de la grave cornada de Román en Madrid durante la lidia del sexto, y tras una gran actuación de Pacheco, la empresa anuncio por megafonía que la vacante de Román de mañana con los Pedraza de Yeltes será por merito propios para el gaditano Miguel Ángel.
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Gómez del Pilar que hizo su presentación en este coso de primera categoría, lo recibió a portagayola, tardó mucho el astado en salir y no pudo lucirse en el vuelo i evitando la cogida. Un toro de mucho trapío como toda la corrida. En la cabalgadura no se empleó en absoluto, acudiendo al paso, tampoco fue acertado el picador. Quiso brindar al tendido y se negó Gómez del Pilar ante unas protestas de cuatro aficionados por el mal uso de la puya. El toro permitió escasas embestidas en el inicio y el poderío de El Pilar pudo sacarle lo poco que tenia embistiendo a aleadas. Mató de un pinchazo y una casi entera caidita. Tras un aviso fue silenciado.
Salió en cuarto lugar un elefante de impresionante cornamenta. En el peto tomó tres puyazos en su sitio con buena colocación. Impresionante pelea del astado con mala casta, empujó con fuerza durante varios metros en sus tres entradas al peto que montaba Juan Manuel Sangüesa Ballarin. Gómez del Pilar lo colocó en dos ocasiones por zapopinas. Brindó el tercio de muleta a Manolo Vanegas, pero rápidamente se puso el de Dolores muy complicado, áspero, manseando, dando cabezazos, hachazos poniéndose muy violento, resultó sin opciones ninguna. Gómez del Pilar optó por el acero y mató de una estocada entera caída, pero con habilidad, teniendo en cuenta su condición y cornamenta. Recibió palmas de reconocimiento.
Javier Jiménez se encargó de la lidia del segundo, un tocazo que permitió lucidos lances por verónicas y delantales. Fue complicado de colocar al caballo, muy distraído, tomó tres varas, la tercera no fue acertada. En banderillas se dolió de los arpones. Brindó su trasteo al público. El toro muy engatillado no humillo nada, Jiménez extrajó lo poco que tenia con aguante y firmeza. Mató de un pinchazo y una estocada muy tendida pero eficaz, le sirvió para recoger una ovación.
El quinto de Dolores se frenó descaradamente en el percal de Jiménez. Fue duramente castigo en varas en tres ocasiones el descastado toro que resultó manso y provocó el pánico en banderillas haciéndose el dueño del ruedo, desarollo sentido y genio. Ovacionado Alejandro Sobrino por la exposición en su último par, se desmonteró. En el tercio de muleta fueran nulas sus opciones siendo muy complicado el astado. Avisado y listo sembró el pánico, no tuvo ni un pase. Mató de una media estocada atravesada, pinchazo y otra casi entera. Tras un aviso, oyó los silencios.
Salió sin gas el tercero y otro ejemplar que se frena en el capote. También fue distraído y difícil de colocar al peto, no le puso nada fácil al picador Gabin Rehabi que no pudo acertar en las tres entradas. Ya con la franela, tras el brindis al tendido, el descastado no tuvo recorrido, aunque Pacheco intentó enseñarle a embestir, pero pronto se apagó y quedó sin opciones. Mató de tres cuartos de estoque atravesado y se silenció su labor.
Cuando ya todos pensábamos del porvenir del cierra plaza, apareció un tío que permitió expresarse en el capote de Pacheco. En varas derribó el caballo en el primer encuentro, con más raza fue este ejemplar de Dolores Aguirre. En el ultimo tercio Miguel Ángel Pacheco hizo un gran esfuerzo y consiguió ligar con emoción, cruzándose en los pitones y cargando la suerte. Honesto estuvo el gaditano. Tanto, que se encontró a merced del astado que le dio una seria y espeluznante cogida de la cual afortunadamente salió ileso, pero mermado. Firmó una faena de mucho valor y coraje y gracias a una estocada entera, aunque caidita, le valió una merecida oreja de ley. Le sirvió para que la empresa de inmediato y con buen acierto, le coloque en la vacante de Román, herido hoy en Las Ventas, para mañana con los Pedraza de Yeltes.
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