Padilla carga a San Martín de Porres por las calles de Lima
Entre los muchos prodigios atribuidos a San Martín de Porres, cuenta la tradición que logró reunir en torno a un mismo plato a perro, pericote y gato. Esa aureola prodigiosa parecería alcanzar a quien es uno de sus más fervientes devotos universales, el matador de toros Juan José Padilla, pues en torno suyo todos dejan de lado diferencias y vanidades para sumarse.
Como en efecto ha sido, a sendos homenajes que varios grupos de aficionados le han prodigado en esta su visita a Lima donde ha incluido a la Plaza de Acho como uno de los ruedos mundiales en los que dirá decir adiós al toreo en activo, luego de un prolongada, admirada y conmovedora trayectoria que lo ha encumbrado como uno de los últimos héroes de la tauromaquia.
El Pirata, que derrocha simpatía y admiración por todo el orbe taurino, no podía sentirse ajeno a esta muestra multitudinaria de afecto con la que el Perú, la tierra de su santo preferido al cual le ha entregado más de treinta años de devoción paseando su imagen venerable en sus capotes, detentes, relicarios y cuanto objeto que simbolice su culto suele cargar y ostentar por donde va para orgullo y alegría de sus admiradores peruanos, hecho que sin duda confiere un plus adicional a la empatía que todos guardamos con él épico maestro jerezano.
Desde su arribo al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, las muestras de cariño se hicieron de manifiesto. No en vano y como hecho inusual el presidente de la más que centenaria institución de aficionados, Centro Taurino de Lima, fue a esperarlo para darle la bienvenida con motivo del fabuloso ágape brindado por la peña decana encabezando una serie de homenajes que los aficionados de todas las corrientes agrupados en sus respectivas asociaciones le dispensaron.
Es que el pirata, bautizado así por el cariño de los pamplónicas, ejemplariza las virtudes más dignificantes de la condición humana, su tenacidad de sobreponerse al infortunio, la adversidad, la tragedia y la muerte misma si acaso. Ejemplo de entereza y fortaleza para las nuevas generaciones.
Hombre de infinita y clara fe, pese a lo agotador de todos este vaivén de aviones, hoteles y actuaciones ─no más acaba de llegar de México y antes allí proveniente del otro lado del charco─, no ha reparado mohín alguno para atender a todos y cada uno de sus admiradores para la foto de rigor, la solicitud del autógrafo respectivo, el apretón de manos y todo de cuanto le han solicitado. Un grande de verdad.
Antier viernes, ha sido incorporado en acto solemne a la Cuadrilla de Emergencia de la Hermandad Dominica de Caballeros de San Martín de Porres y San Juan Macías, mientras que hoy domingo muy temprano se ha dado cita en la Basílica del Santísimo Rosario del Convento de Santo Domingo ubicada a una cuadra de la Plaza Mayor de Lima, para presenciar la multitudinaria misa dominical y cargar las veneradas andas del santo moreno, paradigma de la caridad y de la entrega a Cristo Salvador por medio del amor a los demás.
Visiblemente emocionado, entre el mar de fieles que seguían el paso de las andas de Fray Martín, nuestro épico torero ha declarado sentirse profundamente bendecido por este don maravilloso y agradecido eternamente con nuestro país por las innumerables y sentidas muestras de afecto recibidos.
¡Enhorabuena, maestro Juan José Padilla, que San Martín lo acompañe y proteja siempre!
Esta tarde
Esta tarde, Juan José Padilla se despedirá del toreo en activo en la Plaza de Acho durante la tercera corrida de abono de la Feria del Señor de los Milagros alternando en lo que se ha denominado la corrida de los banderilleros, junto Antonio Ferrera y David Fandila El Fandi ante toros de Daniel Ruiz y de Sánchez Arjona.
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