En Valencia… Jordi Pérez y Miguel Polope puntúan en la sin caballos de octubre
Valencia. Sábado 6 de octubre de 2018. Novillada sin caballos con motivo de la festividad de la Comunidad Valenciana. Erales de López Gibaja bien presentados y de buen juego en general, destacando el buen 1º, el excelente 3º y el encastado 4º. El 5º resultó el más deslucido. Un tercio de entrada.
Diego García, de la escuela de Colmenar Viejo: Vuelta al ruedo tras petición.
Yon Lamonthe, de la escuela de Bayona: Silencio tras aviso.
Jordi Pérez, de la escuela de Valencia: Oreja con petición de la segunda tras aviso.
Miguel Polope, de la escuela de Valencia: Oreja con petición de la segunda.
Juan José Villa Villita, de la escuela de Madrid: Saludos.
Fran de Vane, de la escuela de Albacete: Vuelta al ruedo tras petición y aviso.
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Era el primero de los tres festejos previstos para celebrar la festividad de la Comunidad Valenciana, una novillada sin picadores que llevó la divisa de López Gibaja y que dio buen juego en general, sobresaliendo hasta tres de los ejemplares lidiados.
Abrió festejo Diego García con un buen novillo que le permitió lucir un toreo de mando y asentamiento. Labor sincera y sin aspavientos por momentos muy ligada toreando sobre el pitón izquierdo, por donde firmó pasajes de gran hondura. Epilogó con un manojo de ajustadísimas bernardinas antes de recetar una gran estocada, pese a lo cual el presidente desoyó la petición y se quedó en vuelta al ruedo.
El segundo de la tarde desparramó la vista desde el principio, y ya se le coló a Yon Lamothe en el primer pase de la faena por el pitón izquierdo. Aguantó el francés sus miradas para ir desengañándolo y extraerle los muletazos sin la ligazón deseable, pero con indudable mérito. Después de una estocada contraria se demoró con el descabello.
Uno de los momentos álgidos de la tarde tuvo lugar en el tercio de quites del tercero. Replicó Miguel Polope por chicuelinas y contrareplicó Jordi Pérez por faroles de rodillas, muy arrebatado, muy en novillero. Raza y pundonor. Tuvo clase la embestida de ese animal, que se empleó con profundidad, sobre todo por el pitón derecho. Lo entendió a la perfección Jordi que inició su quehacer con exigentes muletazos por abajo y siguió con varias tandas de extraordinario temple y ligazón. Faena sincera e intensa que remató de gran estocada y que el presidente premió con una sola oreja.
Miguel Polope sorteó un ejemplar encastado al que toreó con firmeza y desmayo. Labor de asombrosa seguridad presidida por el buen gusto e hilvanada con autoridad. Se revolvía con cierta violencia el animal por el pitón izquierdo, lo que no pareció inquietar al valenciano que llevó a cabo un quehacer serio rematado de contundente estocada que no atendió presidencia.
Resultó pegajosa la embestida del quinto, lo que incomodó a Villita que no acertó a pararlo ni pudo asentarse de zapatillas. Para colmo el novillo acabó rajándose y saliendo suelto.
Labor valiente y seria de Fran de Vane ante el que cerraba festejo, un animal encastado al que no había que dudarle. Firme y seguro el de Albacete demostró su autoridad en una primera parte con gran conexión y un final de faena dejándose llegar muy cerca los pitones en terrenos de tablas, donde el de López Gibaja había marcado su querencia. La presidencia no atendió la petición.
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