En Albacete… Paco Ureña, el héroe está herido

14 septiembre 2018 Redacción

Albacete (España). Corrida que hacía séptima en el serial, en su Feria de La Virgen de los Llanos. Tres cuartos de plaza cubierta. Se lidiaron seis toros de Alcurrucén, con trapío adecuado para esta plaza, aunque con mucha desigualdad, mansedad y peligro.

Paco Ureña: Saludos en su primero y ovación en su segundo, camino de la visita al hospital como le informamos, tras la grave cornada en el ojo.

Álvaro Lorenzo: Silencio en ambos.

Ginés Marín: Oreja facilona y silencio en el que cerró plaza.

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Paco Ureña. Su primero sale corretón, pero con poca o ninguna gana de embestir, algo habitual en este encaste, aunque luego cambian y es importante lo que se les hace. No ha sido el caso, a pesar de ser bien atemperado por Iturralde, y de echarle arrestos y conocimiento Ureña, que ha conseguido sacarle lo que no tenía y encandilar en algún pasaje al público de Albacete. Tras pinchazo y estocada, tiene que saludar.

En su 2°, que hizo cuarto, la plaza respiró hondo, al ver un toro del gusto de Albacete. Todo el mundo se estremeció, cuando en un derrote maligno le pegó un pitonazo, que dada la valentía y el aguante del lorquino, llegamos a pensar que no debía revestir mucha gravedad, pero luego vimos que aquello tomaba mal color y creo que debió irse antes a la enfermería, pero así son los toreros grandes.

Un acto de encomiable y admirable heroicidad, hizo que el gran Paco Ureña, regresara al redondel y demostrando a todos el porqué los toreros realizan hazañas épicas, consumó una gesta emotiva.

Paco Ureña, el héroe está herido. Dios le cuide y devuelva pronto la salud.

Ovación fuerte cuando se marcha a la enfermería y después al Hospital de Albacete, y muy fuerte para su cuadrilla, al final del festejo.

Álvaro Lorenzo vio como protestaban a su primero, que denotó renquear de los cuartos traseros, pero no tomó conciencia el presidente y lo mantuvo en la plaza. Es bien banderilleado, saludando el peonaje. Se esforzó Álvaro, pero el toro no transmitió y al escuchar algunos pitos, opta por tirarse a matar, de forma “penosa”. El respetable guarda silencio, dado el esfuerzo realizado ante un mansote.

El quinto saca emoción, embistiendo con fuerza, lo que hace emplearse a todos los que pisan el ruedo. Lo dejó algo crudito tras varas, Álvaro, para ver si le aguanta, pero se acaba pronto. Aunque consigue unas tandas que hacen vibrar al respetable, y se oyen compases musicales. Mata de nuevo mal, silenciándose de nuevo su labor, por los buenos pasajes de la faena, que gustó mucho al público y al aficionado.

Ginés Marín, pechó con el toro más feote del encierro, estrecho y silleto, manso también, aunque no fue malo su comportamiento en el tercio de muleta, yéndose arriba, como suelen hacer muchas veces los toros de este encaste. Pero, pero le duró poco y tampoco anduvo a su altura habitual Ginés Marín, que le cortó una oreja tildada por muchos asistentes de algo facilona.

El sexto y último era el que más nos había gustado a muchos por la mañana en los corrales, pero no cumplió con nuestro pronóstico, siendo su comportamiento de poco lucimiento, aunque consiguiera darle algún muletazo de buena factura, pero con poca convicción. Acaba de forma poco ortodoxa con pinchazo y fea estocada.

Una tarde más, que ya son 7, sin que rompa la feria de forma contundente, esperando que las tres que nos quedan nos compensen de forma positiva.

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Fotos: Por cortesía de María Vázquez @lataurinomanch2