En Monterrey… Merecida oreja para Christian Antar y arrastre lento a su bravo novillo
Ante poco más de un cuarto de entrada, en la Monumental Monterrey, se celebró la primera novillada de la temporada y del certamen Soñadores de Gloria, con un encierro de la ganadería de Don Felipe Castorena, que estuvo disparejo en presencia, manso, descastado, con excepción del cuarto que fue la cara opuesta de la moneda, al mostrar casta y bravura.
Ivan Hernández: Ovación.
José Miguel Arellano: Ovación.
Arturo De Alba: Ovación.
Christian Antar: Una oreja.
Juan Pablo Herrera: Ovación.
Miguel Polope: Palmas.
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No sabemos que es lo que esta sucediendo que la gente no asiste a los festejos que presenta la empresa de la Monumental Monterrey. Es muy triste ver una plaza emblemática, casi vacía.
¿Tal vez haga falta más medios para publicitar al festejo?, porque pareciera que en donde se anuncian nadie se da cuenta de su existencia.
¿Tal vez haga falta cambios de estrategias, porque las que usan no están funcionando?
¿Tal vez toros y novillos que en verdad sean bravos, con mejor presentación entendiendo a una plaza de primera como es la Monumental de Monterrey?
¿Tal vez temporadas más largas y con continuidad, que provoquen el compromiso de asistir del aficionado?
Puede ser que todas las anteriores juntas, porque Monterrey es taurino, ama al arte del toreo, y habrá algo que no esté funcionando para conseguir llenar a tan legendaria plaza de toros.
La gente del toro continúa asistiendo a otras plazas dentro y fuera de la República Mexicana; continúa haciéndose presente en las ya famosas redes sociales, en donde manifiesta sus inquietudes.
Esto es, sigue pensando en toros.
Es decepcionante ver como la fiesta ha ido decayendo, pero en medio de todo esto, la disposición de los seis actuantes de esta noche, ha estado a la altura de esta plaza, a la altura de un reto que merece ser tomado en cuenta.
Iván Hernández (Aguascalientes), intentó saludar al primero de la noche con verónicas, sin embargo el novillo no lo dejó lucirse ya que este solo buscaba la salida arrollando. Aún así, Iván realizó su mayor esfuerzo e intentó sacarle por lo menos un lance de valor. Con la muleta le sucedió lo mismo, el novillero intentaba obligar al burel para que este se metiera al engaño, pero por más que se esforzó por derechazos y naturales, el novillo asistía reticente, sin transmisión, con cabezazos -evidentemente por manso-, que en repetidas ocasiones hizo por el torero en turno.
Debido a que le resulta imposible obligar al novillo a terminar una tanda con notable valor, no le quedó más remedio que adornarse con cuatro molinetes que el respetable le reconoció, para culminar su presentación con un estoque entero. La gente le reconoció y salió ovacionado por su disposición y valor.
José Miguel Arellano (Aguascalientes), al que hemos visto destacar en Aguascalientes, con el segundo de la noche comenzó su actuación con verónicas aprovechando el trote del novillo, para continuar con un adorno por chicuelina y terminar con una revolera de calidad. El turno del caballo llega, pero desafortunadamente el débil novillo pierde las manos al ir de largo al capote del novillero, quien se disponía a ponerlo en suerte para su comparecencia en varas. Por más que el respetable insistió en el cambio del novillo, una vez más el señor juez (que pareciera no valora al respetable) hizo de las suyas simulando no escuchar nada y se llevó a cabo esta suerte con más pena que gloria.
En el tercer tercio, comienza cerca de tablas a pies juntos, posteriormente se pone de rodillas para continuar toreando y acto seguido, realizó un cambio por la espalda, pero en ese momento el novillo le avisa que puede hacer por él, aún así José Miguel, continuó toreando de rodillas hasta que el toro hizo por él -como lamentablemente se anunciaba- sin consecuencia alguna, debido a la falta de fuerza del novillo, ya que este término cayendo encima del novillero. Aún así son más de 350 kilos, sobre el cuerpo de un muy esbelto novillero.
Realizó tandas buenas por la derecha y naturales que tuvieron su reconocimiento, sin embargo, algunos no las podía terminar como se deseaba, debido a que en el segundo muletazo el novillo perdía las manos, y daba al traste con las buenas intenciones de José Miguel. Con el acero, en el primer intento pinchó y no es hasta el segundo viaje cuando dejó una espada ligeramente delantera y tendida.
Arturo De Alba (Guadalajara), saludó a su novillo pegado en tablas con un cambiado por la espalda, lo que provocó por la espectacularidad, que el público de inmediato prestara atención a lo que realizaba Arturo, ya con los miradas fijas en él, continúa con verónicas, intercalando chicuelinas y recortar con una media verónica.
En el ultimo tercio, el novillero realizó varias tandas de gran valor, tanto por derecha como por naturales, remates por desdenes o de pecho. Supo entender a su bovino e irlo llevando sometido a la muleta a pesar de que utrero, en ocasiones, se quedaba corto. Eso no fue ningún impedimento para aguantarlo con su plausible verdad, hasta que el novillo pasara. El turno de poner punto final a su actuación lo hizo dejando media estocada.
Christian Antar (Estado de Mexico), inició su actuación con verónicas, el lance fundamental que luce cuando hay un torero que sabe jugar los brazos, como Christian, conduciendo su andar en trazos largos, ya que el novillo tenia trayectoria, lo supo aprovechar el joven Antar, disfrutando, como se pudo apreciar, de su toreo para terminar con una revolera lenta que el novillo le permitió recrear.
El novillo asistió al caballo con casta y bravura, apretando con los riñones, tratando de tumbar al caballo.
¡Bendita casta y bravura!
¡Cambia todo el panorama para mucho mejor!
Ya con la muleta el novillero, Antar, realizó una sólida actuación. Supo aprovechar las embestidas del cuarto de la noche, conduciéndole con mando y temple; esto le permitió lucirse y sacar pases de gran valía, de sentimiento, de emoción que trascendió a los tendidos. Sin lugar a dudas, fueron del total agrado del publico.
Tanto con la mano derecha como por naturales, se le vio bien, con solvencia, buenas maneras, calidad, y serena inteligencia que le llevó a entender al magnífico novillo que tuvo frente a él.
El turno de perfilarse a matar llegó, dejando tres cuartos de ración de su estoque, lo que fue notorio hizo mella en el burel. Aún así, el novillo hizo gala de su casta y bravura, tardando en doblar hasta que después de un tiempo sucumbió ante el reconocimiento de todos. ¡Por supuesto!, que se exigió se le homenajeara con arrastre lento, y así ocurrió; mientras que al prometedor novillero, Christian Antar, se le concedió más que merecida oreja.
Juan Pablo Herrera (Aguascalientes), un novillero que demostró querer ser torero, a pesar de que se le notó la poca experiencia que posee, en comparación a sus compañeros de cartel. Se le vio con gran entusiasmo, con ganas y voluntad inquebrantable, que harán se le recuerde con agrado esta noche. Le correspondió un novillo que al principio parecía tener movilidad, no obstante, con el capote hizo por el novillero al se llevó por delante propinándole una fuerte voltereta. El joven Herrera se mantuvo firme y con las ganas de demostrar que es lo que quiere lograr.
Inició con la muleta con pies justos, para después dar paso a la tela roja con la derecha y así realizar sentida serie que fue rematada con el de pecho. Tras varias tandas por la derecha, probó turno con la izquierda (naturales) en donde el novillo comenzó a rajarse, buscando el refugio de las tablas, consecuencia de que sintió la determinación de, Juan Pedro.
Así que el novillero, continuó firme con su faena, y por su mansedumbre le llevó a donde el utrero quería, y fue ahí, como era obvio, pegado a tablas en donde puso punto final a su actuación. Desafortunadamente dejó una estocada pescuecera. Aún así, el público supo reconocer su valor, pasión y entrega sin cortapisas.
Miguel Polope (Valencia, España), con el cierra plaza no le quedó más remedio que ir por el novillo a los medios, después de haberle dado un solo capotazo pegado a tablas, y no hacerle repetir. Al joven valenciano, se le vio con disposición, como le hemos visto en España. Con la muleta produjo series de importancia, a pesar de que el novillo no le respondía por su sosería. A pesar de todo, el joven Polope, supo entender que tipo de novillo era el que tenía enfrente y le extrajo pases por naturales más que meritorios.
Con el acero, no tuvo mucha suerte, ya que en el primer intento pinchó en todo lo alto; se volvió a perfilar para en un segundo intento desafortunadamente dejó un estoque caído. El público le despidió con palmas por lo antes visto.
A seguir apoyando a la juventud torera, pero también se hace urgentemente necesario reflexionar en donde se está fallando, y hacer uso de nuevas estrategias para conseguir convocar más público a la plaza.
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