En Almadén… Puerta grande de David Mora
Almadén (Ciudad Real). Sábado 28 de Julio. Corrida de toros mixta. Ganadería de Luis Terrón (1º y 4º) y toros de Manuel Blázquez. En líneas generales los astados han sido de muy buena lámina, con trapío, bajos, cuajados y parejos. En comportamiento fueron sosos, descastados, faltos de fuerzas y no pelearon lo suficiente en varas excepto (2º y 5º)
Lea Vicens: Ovación y Oreja.
Sebastián Castella: Ovación y Oreja.
David Mora: Dos orejas y Oreja.
Detalles:
Los dos grandes pares de Ángel Lotero frente al tercero de la tarde
El quite del maestro Chapurra, quien se lo agradeció a David Mora por ofrecérselo.
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El primer toro de la tarde fue para Lea Vicens. Lo recibió con mucho oficio parándolo en los medios, aunque el toro salía muy desentendido del caballo. Lea dejó un rejón de castigo muy bueno, durante la lidia con su caballo Diluvio hizo un toreo de costado extraordinario. En el tercio de banderillas toreó con mucho tesón dejando buenos pares y luciendo la buena doma de su cuadra. Lea estuvo desatinada con el rejón de muerte pinchando en varias ocasiones.
El cuarto de la tarde fue para nuestra ya conocida rejoneadora francesa Lea Vicens, de salida templó al toro y le dejó un extraordinario rejón de castigo toreando con la bandera de una forma maravillosa. Lea entendió muy bien al toro y le proporcionó la lidia que el toro necesitaba. En el tercio de banderillas estuvo magnífica sobre todo con Bético, con grandes pares de banderillas, llevando cosida la embestida a la cola del caballo y luciendo la doma con el paso español. Redondeó la faena con Bazuka y Jazmín dejando unos antológicos pares de banderillas quebrando en la cara del oponente. Lea dejó un buen rejón de muerte pero bastante trasero. La presidencia le concedió la oreja.
La salida del segundo toro de preciosa lámina cayó en suerte para el francés Sebastián Castella, el cual no se pudo lucir con el capote por el comportamiento del astado. El toro en el jaco empujó metiendo los riñones y dejó una buena lucha de bravo. El respetable se quejó al varilarguero por el gran puyazo suministrado. El inicio de faena del francés fue de lo más torero, sentado en el estribo y reduciendo los espacios. El gran público fue enloquecido por esa gran tanda. Seguidamente Castella con la mano diestra consiguió algunas tandas templadas, pero el astado estuvo soso, falto de fuerzas, sin casta y sin recorrido. El final de faena fue variado y gustoso. Castella se perfiló para entrar a matar, dejando una buena estocada la cual, no fue suficiente para que doblara su oponente y tuvo que descabellar para poder abatirlo.
Y salió el quinto toro de la tarde que le correspondió a Sebastián Castella, quien de inicio con el capote le dibujó unas verónicas muy templadas dejándolo en la boca de riego. El francés se gustó. El oponente en el jaco se dejó pegar metiendo la cara bien y empujando, los tendidos fueron agradecidos con una ovación. El quite de Castella fue excepcional dejando pasajes muy templados por chicuelinas. En la muleta, el francés toreo en redondo con la mano derecha, pero el toro fue a menos. Al natural dejó algún pasaje bueno. Se perfiló para entrar a matar y dejó una estocada contundente.
Y salió el tercero de la tarde, un toro ensabanado y bocinegro ¡Que preciosidad! David Mora lo recibió dibujando con el capote un ramillete de verónicas sobre el albero de la preciosa plaza hexagonal de Almadén. En el tercio de varas se dejó pegar pero durmiéndose en el peto. El inicio de faena fue muy templado y tocando con mucha sutileza con la mano diestra. Seguidamente los trazos con la mano diestra resultaron muy buenos y con mucho sentimiento dejando su firma tan personal con la relajación de su cuerpo. Lo probó por el pitón izquierdo intentado ligarlo y llevarlo largo. Decidió rubricar la entrega puesta frente a este astado dejando una buenísima estocada que resultó fulminante para que el enemigo doblara. Los tendidos pidieron las orejas con fervor, las cuales fueron concedidas por el presidente.
El sexto y último toro de la tarde en Almadén le tocó a David Mora, quien lo recibió con un variado recibo capotero con mucho temple. El oponente en el caballo hizo el simulacro en varas, debido a que no se dejó pegar apenas nada. El quite por chicuelinas de Mora fue excelente. El prólogo de la faena estuvo marcado por la quietud y el asentamiento de Mora. Seguidamente lo intentó por ambos pitones pero dejó algunos bellos pasajes sobre todo por el pitón derecho. Entró a matar a su oponente dejando una gran estocada que sirvió para que la presidencia le concediera la oreja.
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