En Aguascalientes… El lleno se repite; Bilbao y Flores cortan oreja
Espectacular lleno en la San Marcos de Aguascalientes, cuarto festejo del serial novilleril 2018, se lidiaron astados de Cortina Pizarro desiguales en presentación y juego, destacaron el 3ro, 4to, y 5to que recibieron palmas en el arrastre.
José María Pastor: División de opiniones tras dos avisos y al tercio
Fernando Flores: Al tercio y oreja
Pedro Bilbao: Oreja y leves palmas
Detalles:
Saludaron en el tercio Jonathan y Alejandro Prado tras buenas actuaciones en el segundo tercio.
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¡Alá! Que ya se está haciendo costumbre los llenos en la San Marcos, el público ya está ahí, ya son cautivos, ahora ¡Vaya tarea monumental va a ser que dejen de ser muchedumbre y se conviertan afición! que sepan qué sí y qué no, el porqué, el cómo y el cuándo en este caleidoscopio llamado tauromaquia.
Por lo pronto y mientras se logra la alfabetización taurina de los novicios, esta tarde se cortaron dos orejas. La primera fue para Pedro Bilbao, quien desmonterado hizo el paseíllo y en su turno pronto se fue al centro del ruedo para intentar recibirlo frente a toriles, bonitas gaoneras para llevarse la primera diana desde las alturas. En varas, el novillo peleó fuerte y al término de dicho encuentro, José María Pastor hizo valer su derecho en los quites dibujando caleserinas, la réplica de Bilbao fue por zapopinas coreadas.
En banderillas también hubo rivalidad, pero la partida la ganó Pastor pues con un solo par de excelente ejecución y mejor colocación se llevó las palmas mientras que Bilbao no tuvo la misma suerte.
El novillo de Cortina Pizarro tenía recorrido, era fijo y atendía a cada movimiento, Pedro Bilbao lo tenía enfrente y en honor a la verdad, le aforó el verdor, puesto que hubo momentos de voluntad y deseo, pero en su muleta no se reflejó la firmeza y la profundidad, hubo muchos pases, pero sin ese halo mágico que hace que los mudos por convicción canten un olé de verdad.
Por ambos lados fue la misma historia, un novillo repetidor que al final terminó buscando las carnes del novillero y un joven lleno de deseo, de triunfo y de reconocimiento puesto que estaba más pendiente de la respuesta positiva del tendido que de las buenas embestidas que le estaban ofreciendo dos pitones en su muleta. Al final manoletinas de rodillas exponiendo el físico, mató de entera tendida para que se le entregara una oreja y para el astado las palmas en el arrastre.
El sexto del festejo que también correspondió a Bilbao, fue una larga faena llena de voluntad pero que se hizo eterna como el eco de un quejido, esta vez no tenía materia prima y por más que quiso todo fue inútil, mal con las espadas y las leves palmas.
El otro trofeo fue paseado en manos del español Fernando Flores, un joven con escuela, estilo y con deseo pero que batalla para hacer plena conexión con el tendido.
El quinto del festejo fue el mejor presentado del encierro, al cual Flores lo recibió con chicuelinas y larga afarolada de rodillas plagada de arrojo para ganarse las palmas.
Poquísima vara recibió el de Cortina Pizarro y para inaugurar el último tercio Flores se lo pasó por la espalda con un cambiado de cortas distancias para proseguir por alto y rematar con el de pecho.
Se dio a torear por el lado derecho con serenidad, bajándole la mano sabroso y por naturales los hubo largos y templados, el novillo doblaba y parecía que el español quería más replica en el tendido así que le ganaron las ansias y se puso de rodillas en un alarde que no a todos agradó, de ahí en adelante la faena en cuestión de estilo se fue a menos, las manoletinas para terminar la inconstante labor, media en buen sitio de efectos fulminantes para que se le otorgara un trofeo; para el novillo las palmas.
Quien venía precedido de triunfos es José María Pastor, que tiene sello, parece y anda como torero, pero ¡qué mal anduvo hoy con las espadas!
Con el primero del festejo de justa presentación y embestidas descompuestas, el hidrocálido estuvo correcto en los quites, dándole pelea al español que hizo valer su turno.
Pastor colocó banderillas de manera brillante y de muleta comenzó por doblones de tablas a medios, ahí el torero estuvo esforzado pero el novillo terminó aquerenciado y distraído, Pastor extendió la labor queriendo agradar, pero no le fue posible. El colmo fue su mal uso de la espada hasta escuchar dos avisos y retirarse entre una marcada división de opiniones.
Su segunda actuación destacó su deseo, pero nada más. El novillo no era fácil y el destino esta tarde le dijo no. Pastor en disposición, pero sin historia para relatar. Mató de entera caída y trasera para que la gente lo invitara a saludar en el tercio.
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