En Cutervo… Concluye la Feria en medio de sinsabores

Redacción 03 julio 2017 Perú, Por Martín Campos

Última de abono de la Feria de San Juan Bautista de Cutervo. Lleno en los tendidos. Se lidiaron astados de Paiján y El Olivar, anovillados por lo menos tres, que salieron rematando, violentos, justos de fuerzas y complicados salvo el 5to. que fue el mejor.

Víctor Hugo Garavito: Saludó en el tercio y oreja.

Manolo Muñoz: Oreja y dos orejas.

Carlos Ramírez Morenito de Canta: Saludó en el tercio y oreja.

Detalles:

César Bazán El Yeta declarado triunfador de la feria.

Al cierre de esta nota, pudimos comunicarnos con el señor César Lozada para que nos de sus descargos y nos ha prometido enviarnos toda la documentación pertinente para darla a conocer manifestándonos su voluntad por aclarar las cosas y sobre todo cumplir con todas las partes afectadas.

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La corrida empezó muy tarde bordeando las 5pm debido a que no se vestían los toreros exigiendo el pago de sus honorarios en la puerta de taquillas, incluso con la presencia de efectivos de la DIRINCRI, la policía de investigación criminal, que fue convocada por orden del Comandante Jefe de la Unidad Policial de Cutervo. Hasta se pidió la presencia de un representante del Ministerio Público pero éste nunca llegó.

Con parte de la taquilla en mano (les han quedado debiendo unos 15 mil soles) formailzado el compromiso de parte de la comisión para abonarles liquidando cuentas, las cuadrillas salieron por fin acompañando a sus matadores ante el aplauso y algunas protestas de un sector del público que no entendieron el transitar por El Camino de la Amargura sufrido por los toreros.

Víctor Hugo Garavito tuvo en frente al primero de la tarde, un melocotón de El Olivar, violento de salida, que echaba la cara arriba, al que cuidó con sapiencia y oficio el correcto matador nacional, pero el toro se desentiende pronto, pierde las manos y pese a las ganas y estar por encima de él, aliña el espada y lo pasaporta de estoconazo. Saludo.

Con su segundo, número 632 de Paiján, negro zaíno (que no tiene un pelo blanco), bonito de tipo, lo recibe a por verónicas sobre las rayas. Casi sin picar sale de la cabalgadura. Lo brinda al compañero que estuvo en el callejón, el matador Sebastián Vela cuando todo marchaba bien y no se daban aún los entredichos surgidos al final de la corrida. Falto de fuerzas el morito, cae una y otra vez por sí solo, pese a tener condiciones fue débil muy flojo de manos. Siempre voluntarioso y pechando con la adversidad, Garavito, logra uno que otro pase que hace sonar la música con repertorio local. La gente se anima y está con el espada. Muletazos cuidándolo, por derecha, el de desdén y los de pecho no se hacen esperar. Oreja tras estocada entera en buen sitio.

Manolo Muñoz, es torero bullidor, conecta con el tendido en base a ese toreo de desplantes, de rodillas en tierra y de una serie de alardes sobre la res que el público indocumentado agradece jubiloso como muestra de valor y arrojo. También sabe torear y lo apreciamos. En su primera tarde creó polémica por ese sombrerazo colocado sobre la testuz de su toro. Acude hacia la puerta del toril, para plantarse genuflexo y recibir a porta gayola al melocotón de El Olivar, luego una larga cambiada rodillas a tierra en el tercio, verónicas y chicuelinas ya en los medios para auparlo hacia el caballo de Cahuantico. Sale perdiendo las manos pues es débil y cogido con alfileres.

Aún así el brindis es al público en medio del redondel, lanza al aire la montera varios metros arriba cayendo como debe de caer que provoca ovación. Dándole respiro lo lleva por suaves derechazos sin exigirlo, ayudándolo a embestir dada la condición del torito que es justito de fuerzas. Naturales, los de pecho, todos de uno en uno. Con la diestra lo mismo, un afarolado, desplantes. Redondos con la res aplomada, pase del desprecio, molinillos, circular llevándolo toreado, doblones y la res que4 se queda sin gas arrea el cabezaso. Estocada caída que traspasa por ser muy chico el toro. Le conceden la oreja dadivosa que el público exige.

El que sale con el número 625 es un castaño, bociblanco, que se emplea bien, luce mejor por ambos pitones que todo el encierro. Es el mejor de la tarde que tiene un gran pitón derecho. Es bravo y tiene calidad al que supo aprovechar Muñoz metiéndose a la gente en la chaquetilla nuevamente en base a sus alardes bullidores, bailecitos siguiendo la música y también echando mano a su muleta alargando cada pase. Estuvo claro el espada con el buen pupilo de Aníbal Vásquez Jr.

Se echa a matar cuerpo a cuerpo, sin muleta, encogiendo los respiros del respetable al ser brincado por encima del lomo de la res. Todo un carajo este Muñoz, que muestra raza y temerario valor, buscándose la vida misma al entrar a matar. Triunfo por cogida, no hay otra que las oportunidades escasean y hay que dejarse ver. Suerte heterodoxa que los puristas desdeñan al considerar es salida de los cánones. Pero ahí está que viene a mano para los toreros con raza. Del segundo intento rueda el burel sin puntilla. Dos orejas al unísono que pasea invitando al ganadero Nicolás Vásquez para dar la vuelta entre clamores.

Carlos Ramírez, pecha con el tercero que pisa el ruedo, burraco, bien armado de pitones, anovillado, de Paiján, que recibe con larga cambiada de rodillas. Intenta el quite pero el toro se desentiende y se emplaza en los medios. Destaca el Rata en los palos. El bicho protesta los garapullos y se duele. Inicia con buenos pases por la derecha, crece en la segunda serie el toro que acude y es fijo pero acusa falta de fuerzas. Para los siguientes, va quedándose corto sobre todo en los naturales y sin recorrido por el izquierdo. Vuelve a la diestra, pases por alto sin obligar, el de desprecio y un desplante doblándose de piernas cuando la música local suena por el pasodoble. Mata al segundo intento con espadazo en todo el hoyo. Saludo.

Con el que cierra tarde, el número 628, negro listón, que se lidia en honor al pueblo cutervino, que se demora en salir de la manga cuando ya la penumbra encima sobre la Jorge Piedra Lozada, que empieza a llenarse del resplandor de la luz que emiten miles de celulares dándole una particular vista a la monumental cutervina. Por chicuelinas lo pone en jurisdicción de Josep Rojas de donde sale huyendo. Parea bien el buen Camucho y nuevamente El Rata cumpliendo en la brega. Ha tenido una buena feria Edward Jorge Valdés. Comienza el torero canteño doblándose por bajo, sometiendo al toro al que aguanta dos tandas en los medios. No tiene lado izquierdo el toro y empieza a rajarse. Inteligente el espada lo encara por adentros, exprimiéndolo y exponiendo en un arrimón de torero enrazado.

Siempre por encima de su oponente poco es lo que puede hacer al que termina por rajarse del todo. Intenta nuevamente por izquierda y se le cuela dos veces, desistiendo. Al sentirse podido el bicho le prende y lanza en volteretazo terrible cayendo con el cuerpo enroscado Morenito para salvar el percance. Mata de estocada en buen sitio y cuando parecía inerte despierta del cachetazo de Rubén Yovera Yoverita llevándoselo de encuentro rasgándole la taleguilla en dramático percance felizmente sin consecuencias. Pasea el matador el apéndice concedido recibiendo el cariño de la gente.

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