En Nîmes… Andy Cartagena por la Puerta de los Cónsules

Philippe Gil Mir 05 junio 201705 junio 2017 Francia, Por Philippe Gil Mir

Nîmes (Francia) anfiteatro romano. Sexta de la feria de Pentecostés, con lleno en los tendidos, en horario matinal, se lidiaron para rejones seis toros de Fermín Bohórquez Bien presentados, nobles, pero con poca duración. El 1° tuvo que ser apuntillado en un burladero tras haberse estrellado de salida contra un burladero. Aplaudido el 2º en el arrastre.

Pablo Hermoso De Mendoza, silencio y dos orejas.

Andy Cartagena, dos orejas en ambos.

Lea Vicens, oreja y vuelta al ruedo.

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Arrancó el último día de la feria de Nimes con la tradicional corrida de rejones y el triunfador fue Andy Cartagena que cortó un total de cuatro orejas y abrió la Puerta de los Cónsules.

Tuvo que salir el sobrero de Bohórquez en primer lugar después de la muerte del titular contra un burladero. El sobrero no dio mucha opción a Pablo Hermoso de Mendoza, se apagó pronto. Lo lidió bien el navarro y mató de un rejón de muerte. Su segundo toro le permitió expresarse más, aunque otra vez se apagó rápido. Usó mucho el temple para lucirse antes de acabar su actuación con Januca matando de un rejón de efecto fulminante. Dos orejas.

Andy Cartagena puso todo de su parte para que rugiera el coliseo de Nîmes que se llenó esta mañana. Su primer toro fue un buen ejemplar de Fermín Bohórquez y Cartagena puso toda la entrega. Fue espectacular la faena, sobre todo con Humano, cuando atravesó de par en par el ruedo nimeño en pie. Piruetas, quiebros, banderillas al violín… usó todo el repertorio y el público le pidió las dos orejas con mucha fuerza. Su segundo toro no tuvo tanta alegría ni tanta fuerza. Pero Cartagena seguía con las mismas ganas. Desde la salida del toro Andy fue todo entrega, lo que llegó a las gradas. Acabó la faena clavando un par con dos manos. Dos orejas con fuerte petición de rabo.

Lea Vicens recibió muy bien a su primer ejemplar de Fermín Bohórquez, lidiándolo a la perfección mientras el animal buscaba huir hacia las tablas, antes de dar una faena clásica pero bien pensada y bien ejecutada. Clavó rosas antes de concluir con un medio rejón de muerte y un descabello. Oreja. Con el último poco pudo lucirse la rejoneadora francesa. Se encontró con un animal flojo y con poca transmisión. Dio una actuación muy clásica otra vez. Pinchó una oreja con el descabello y todo se quedó en una vuelta muy cariñosa para Lea Vicens.

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Fotos: Jean-Pierre Souchon