En Alès… Sánchez Vara y Octavio Chacón cortan una oreja

28 mayo 2017 Philippe Gil Mir

Alès (Francia) “Arènes du Tempéras “. Última y tercera de la feria de la Ascensión, con un casi lleno en los tendidos, en tarde soleada, se lidiaron seis astados del Cura de Valverde, bien presentados, muy serio el lote, astifinos, pero que dieron en su conjunto, escaso juego en la muleta por sus complicaciones. Sobresalieron el bravo primero y el segundo.

Sánchez Vara, oreja y silencio tras aviso

Octavio Chacón, oreja y silencio

Alberto Lamelas, silencio tras aviso en ambos

Incidencias:

Se lució en varas ante el bravo primer oponente, el picador Adrián Navarrete.

Ante la salida del tercero, Alberto Lamelas tuvo que salir a recoger la fuerte ovación del público, recordando su paso en esta plaza la temporada pasada en el que fue herido.

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Salió al ruedo Gastador, un soberbio ejemplar del Cura de Valverde alto de aguja, astifino que propinó un soberbio tercio de varas. Fue muy bravo en el caballo empujando la cabalgadura hasta casi en terrenos de toriles en su primer encuentro. Tomó tres puyazos en toda la regla. Sánchez Vara se encargó del tercio de banderillas rematando con un par al violín en los medios. Brindó la muerte a la viuda de Philippe Cuillé, empresario de la plaza y ganadero, fallecido en febrero. El torero de Guadalajara a base de valor y de oficio consiguió hacerle una faena digna a un toro de poco recorrido y cabeceando. Lo mató de una estocada entera algo desprendida de rápido efecto. Consiguió cortar una oreja. Con su segundo oponente, lo recibió por verónicas y una media. Fue muy mal picado por el varilarguero en sus tres entradas en el caballo. También colocó los palitroques sin llegar al lucimiento. Inicia su labor muleteril sentado en el estribo con la diestra. El astado no dio muchas dificultades en la lidia y Sánchez Vara le hizo una faena, sacándole tandas en donde no las había. Quiso redondear matando al encuentro con muchísima distancia, pero fue una metisaca. Y tras un bajonazo perdió un trofeo. Silencio tras aviso.

Octavio Chacón, recibió el segundo de la lidia por verónicas y revolera. Tomó dos varas en las que empujó el toro con bravura, llegando hasta herir el caballo en su mano derecha. Dibujó una faena exclusivamente de derechazos a su oponente que embestía con cierta entrega. A base de oficio y firmeza le sacó buenas tandas que se premiaron con la música. Fue una faena poderosa que le permitió tras una soberbia estocada en el hoyo de las agujas cortale un trofeo. Con el quinto de la corrida, sin algunas probaturas, salió el torero gaditano a recibirlo con el percal por delantales y revolera. Fue mal castigado en varas en sus dos encuentros. Se lució el torero en un quite por chicuelinas. Brindó la muerte de su toro al empresario Didier Cabanis. El toro no tuvo una buena embestida ni humillo, le faltó motor, por lo que Octavio Chacón lo intentó todo, pero la faena no cogió vuelo. Se despide de él con una estocada entera pero tendida. Se silenció su labor.

El respetable obligo a Alberto Lamelas a recoger una fuerte ovación ante la salida de su oponente que hizo tercero de la corrida, recordando su pago de sangre en la temporada anterior. El toro es precioso de láminas y fue ovacionado de salida. El torero de Jaén lo recibió por verónicas ganándole terreno hasta los medios. En varas, tomando dos puyazos hizo sonar el estribo, se le dio muchos capotazos de brega para picarlo. También brindó su oponente a la viuda de Philippe Cuillé. El toro se quedó muy tardo, violento y complicado en las embestidas que fueron areones, pero a base de aguante Alberto Lamelas le sacó lo poco que tenía. Lo mató con una estocada entera desprendida y tras un aviso se silenció su labor. Con el que cerraba plaza y feria lo recibió con un buen saludo capotero. Lo colocó en varas con chicuelinas al paso y empujo bien contra el peto en el primer encuentro. Tomó dos varas. En el último tercio mostró el cornúpeta su falta de raza y escasas condiciones. Estuvo firme el torero que cuando se vio podido el toro se rajó en tablas y no hubo nada más que hacer. Con tres pinchazos, media estocada baja y caída y seis descabellos, se silenció su labor tras un aviso.

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