En Guadalajara… Pésimo encierro de Los Encinos dio al traste con la tercera corrida
Tarde soleada y con buen ambiente pero apenas media entrada en la tercera corrida del serial de cierre de la temporada 2019 en la Nuevo Progreso de Guadalajara, se lidió un pésimo encierro de Los Encinos parejos en descastamiento y disparejos en presentación. “Sin toro bravo no hay fiesta”
Hasta cuando la empresa seguirá comprando ésta clase de encierros de ganaderías que han demostrado la pérdida de bravura, es una aburrición ver esta clase de remedo de toros de lidia, tan es así que el ganadero se llevó varios recordatorios y Ponce fue despedido al final con soberana rechifla.
Enrique Ponce: Palmas y pitos.
Octavio García El Payo: Silencio y salida al tercio.
Sergio Flores: Salida al tercio y pitos.
Detalles:
Como Juez de Plaza presidió el Sr. Fermín Bernáldez en sustitución del Lic. Alfredo Sahagún.
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Es triste ver como una ganadería que hace algunos años se preciaba de bravura ante todo ha perdido la esencia de lo que es un toro bravo en aras de buscar el toro cómodo que buscan las figuras.
Muchos años de dedicación del Notario Eduardo Martínez Urquidi se le han ido al caño, es de todos conocidos como en tiempos de ese gran alquimista que fue Pepe Chafik Hamdan, los toros de Los Encinos contaban con esa emoción que da la bravura y la casta, es una lástima ver como se le fueron escapando tanto esos consejos como esa identidad del toro bravo.
Esta tarde se confirmó que el torero de Chiva iba a tener un duro sinodal en el público que esperaba de él mucho más de lo que pudo realizar y en el pecado lleva la penitencia pues al escoger el tipo de ganaderías descastadas que producen toros bobos, sosos, sin transmisión, que pareciera viene a entrenar con un toro de carretilla, desarrollando así lo que él define como toreo de arte, se llevó el reproche al final de la corrida al llevarse tremenda rechifla del público.
A su primero Enrique Ponce lo recibe con verónicas moviditas y remata con media para sacar los Olés.
Con la muleta saca al morito del tercio a los medios con pases de la firma y trincherazos dándose cuenta de las pocas fuerzas lo torea a media altura con mucha suavidad para implementar una faena de las que le gustan de medias embestidas llevando al bobitorito prendido al pico de su muleta entre los Olés de los aficionados, nula transmisión y emoción, si estética y andar con parsimonia, faena básicamente por el lado derecho, intenta poncinas pero es tal el descastamiento que desiste, mata de pinchazo, media caída y descabello para llevarse palmas al retirarse.
Con el cuarto de la tarde Enrique Ponce se topa con una verdadera pared de mansedumbre y no puede realizar nada de nada, el de Los Encinos no tenía un solo pase, abrevia y entra a matar saliéndose de la suerte dejando media defectuosa que hace que tenga que usar el descabello y al segundo intento lo logra, se despide entre pitos. Al toro le pitan en el arrastre.
A Octavio García le toca en suerte un descastado, escaso de fuerzas y aparte reparado de la vista, que no humillaba nada por lo que a pesar de insistir por breves momentos se da cuenta de que es inútil y abrevia dejando entera caída y tendida por lo que tarda en doblar, aquí es preciso decir del flaco favor que le hace a El Payo el peón Rafael Romero al empujar al toro para que doblara situación que el público se lo recriminó. Silencio.
Con el quinto de la tarde se lleva algunos Olés al recibirlo de capa a la verónica bien rematada la serie con media. Con la muleta enfrenta a otro bobo descastado y soso realizando una faena insulsa, aburrida, sin emoción, hasta que de los tendidos empiezan a gritarle que lo mate y se escuchan recordatorios al ganadero, mata de entera en buen sitio y sale a saludar al tercio.
El tercero de la tarde fue pitado por la presentación, parece un novillote y también débil y de embestidas bobas sin trasmisión y aunque Sergio Flores puso todo su empeño sacando pases a media altura pero sin poder ligar y mucho menos estructurar una faena, mata de pinchazo y entera delanterilla que fue suficiente para salir a saludar al tercio.
Con el sexto otro pésimo de Los Encinos no pudo realizar nada digno que contar pero alargó algo y el público se metió con él al final de la lidia despidiéndole con pitos y al toro también pitos en el arrastre.
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