En Arles… Gran tarde Castella abrió la Puerta Grande y oreja protestada de Chamaco

21 abril 2019 Philippe Gil Mir

Arles (Francia). Anfiteatro romano. Tercera de la Feria de Pascua. Vespertina. Toros de Jandilla y Vistahermosa (2° y 3°). Lote muy bien presentado, con menos trapio el 2° y de juego variado. Mas de tres cuarto de entrada en tarde buboso que inicio con una llovizna.

Antonio Borrero Chamaco: Silencio y oreja protestada con divisiones de opiniones tras aviso.

Sebastian Castella: Ovación con saludos tras aviso y dos orejas tras aviso.

Miguel Angel Perera: Ovación con saludos tras dos avisos y vuelta al ruedo tras petición con dos avisos.

Detalles:

Tuvo que saludar montera en mano tras parear al segundo Rafael Viotti.

Christian Romero reapareció para formar parte de la cuadrilla de Chamaco tal como lo fue en los años 90.

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Un astado de Vegahermosa correspondió Sebastián Castella en segundo lugar, lo recibió con mucho temple gustándose por verónicas. En varas tomó los dos puyazos reglamentarios, empujando en el primero y el otro de correcta ejecución, quedándose el toro en el peto. Quite de Perera por chicuelinas y tafalleras con revolera, réplica de Castella cumbre por saltilleras despertando los ánimos en los tendidos. Inicio su trasteo con estatuarios se lo llevó en los medios con salero.

Con su oponente muy colaborador y con buen ritmo cuajó con torería, dulzura, dominio y temple un trasteo de mucha emoción en terreros de cercanías sin enmendarse. Toreó a placer. Una faena de alto vuelo y de premio gordo. Desgraciadamente, la suerte suprema no fue la esperada.

Entró saliéndose de la suerte colocando media estocada y descabello que no remató, echándose el burel por si mismo, todo quedo en una ovación con saludos de gala tras un aviso. Ovación en el arrastre para el toro.

Con el quinto con el hierro de Jandilla, se estiró por verónicas genuflexo. Con la cabalgadura recibió dos puyazos cumpliendo el tercio sin demás bravura. Quite de Perera por tafalleras. Castella inició su faena por doblones de categoría.

El toro no fue como él de su primero, menos clase y menos transmisión, a pesar, la auténtica técnica del de Béziers cuajó una gran faena recortando siempre los terrenos y sacando lo mejor de su oponente.

Pareció que toreó para sí mismo, ¡a placer! Rubricó, ahora si, haciéndole bien la suerte con una estocada hasta la bola en toda la yema. Doble trofeo tras aviso y ovación para el astado.

El tercero para Miguel Ángel Perera marcado con el hierro de Vegahermosa, un toro bajo pero ofensivo de pitones tomó sus dos varas, empujando en la primera quedándose bajo el peto y en su sitio con la segunda, aunque con menos intensidad.

Chamaco entró en quite por delantales y una media y no se quiso quedar atrás Perera, replicó sin moverse, capote a la espalda. Estuvo impresiónate de valor por gaoneras.

Tras un brindis al respetable inició fuerte el último tercio… de rodillas en los mismos medios con dos arrucinas de categorías y derechazos. Todo un clamor en los tendidos. Con su enemigo, noble, ligó tandas con su típica personalidad en cercanías y con poderío.

A pesar del valor del de La Puebla del Rio, el tono de su faena bajó en las últimas tandas y remató por manoletinas ajustadas. Mató de una estocada entera pero desprendida que le obligó al uso del verduguillo en cuatro ocasiones perdiendo todas las esperanzas de triunfo que si había conseguido. Se le premio también con una gran ovación de gala, tras dos avisos.

En el que cerró la tarde, Miguel Ángel Perera llevó galleando por chicuelinas el astado a la cabalgadura. Poco castigado en sus dos encuentros, pareció que quiso quedárselo un tanto crudo. Quitó otra vez por gaoneras y caleserinas.

Brindó su faena a Chamaco. Tuvo esperanza, pero no cuajó la faena en sus inicios por falta de ritmo. Al toro le costo humillar, pero poco a poco lo supo dominar y tenerlo a su alcance con unas tandas de naturales de gran belleza, sonó la música cuando ya se aproximaba el final, alargo entonces Perera su estructura con luquesinas sin moverse de un centímetro y naturales de buena factura. Desplante de valor en los pitones.

Perdió un posible trofeo otra vez por el mal uso de los aceros, dos pinchazos y una casi entera tras dos avisos. Petición de oreja que no se le concedió y dio una vuelta al ruedo.

Chamaco fue el pilar de la Feria y el atractivo de este domingo de Pascua. Recibió una ovación de los tendidos ante la salida del primer toro. Sus primeras probaturas ante el cuatreño fueron discretas, destacó solo las dos chicuelinas en quite cuyo tercio de varas fue eficaz en sus colocaciones.

Con la franela le costó acoplarse al ritmo del toro y no llegó a encontrarlo, hubo intención, pero no le salieron las cosas. Pinchazo y una estocada hábil, todo quedó en un silencio y el desánimo de sus partidarios, que si los hubo.

Con el cuarto que no le permitió lucimiento de recibo, supo transmitir emoción con un galleo para colocarlo en varas. Se le pico en demasiado con tres puyazos muy apretados. Salió el jinete bajo una bronca.

En el ultimo tercio, se vio con mas seguridad el ya más corpulento el torero de Huelva, plasmo dos tandas de estilo más ortodoxo de lo habitual, pero cuando llegó una voltereta se libró de una cornada que apareció más por la locura de Chamaco que supo eso sí, comunicar con el graderío, un trasto de lo más barroco, fiel a él que conocíamos en los años 90, pero sin conseguir dominar su enemigo.

Hizo el espectáculo, bailando en el ruedo, dos pases de rodillas y poco más. Por mi parte, una pena, eso no es torear. Le costó cuadrar el burel y consiguió un casi entera hábil en lo alto con descabellos y aviso.

El palco respondió a la petición del respetable más con la voz que con pañuelos y se le fue protestada esa concesión. Las divisiones de opiniones le obligarón a tirar la oreja en el estribo.

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