En Badajoz… Ahí estuvo Andrés Roca Rey
Badajoz. Más de un tercio de entrada. Primera de la Feria de San Juan. Toros de Las Ramblas, mansos y descastados.
Enrique Ponce: Ovación y ovación.
José María Manzanares: Ovación y silencio.
Andrés Roca Rey: Ovación y orejas.
Parte médico de Roca Rey:
‘Cornada interna en la cara interior del muslo derecho a nivel del tercio superior interno del mismo con afectación en la porción proximal del aductor mayor derecho y/o iliopsoas, pendiente de estudios complementarios y ecografía’.
Detalles:
Cuando falta el toro bravo, aparece el manso, que no quiere embestir por falta de casta, además se torna con genio es el torero el que tiene que salir a mostrar y demostrar porque detenta el título mítico de doctor en tauromaquia, y eso ha hecho Andrés Roca Rey, extrayendo faenas de donde no las había, más que esfuerzo y voluntad, fue magia de sacar agua a las piedras de mansedumbre, lástima grande que al poner punto y final a su participación en el sexto. A su primero dejó unas saltilleras ceñidísimas, que enloquecieron al tendido, y con la faena extrajo series impensables, de no ser porque se inutilizó su toro, habría conquistado la puerta grande, al cortar un trofeo.
Enrique Ponce ha estado ahí dejando series que no dijeron mucho, por la sosería de sus oponentes; contrastó con la voluntad a raudales de Manzanares quien puso de manifiesto esa pasión que se requiera a pesar de no haber toros en el redondel.
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