En Béziers… ¡Roca Rey y Sébastien Castella abren Puerta Grande!

15 agosto 2024 Pierrick Charmasson

Arènes de Béziers. Francia. Primera corrida de la Feria. Lleno. Cielo nublado, lluvia y luego cielo despejado. Cinco toros de Jandilla y uno de Vegahermosa -3º-. Cavalerie Bonijol. 12 encuentros.

Sébastien Castella: Oreja después de un aviso y oreja después de un aviso.

Andres Roca Rey: Silencio y dos orejas.

Christian Parejo: Silencio y oreja.

Detalles:

Organisation : Betarra

Président : Mr Daudé

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La primera corrida del ciclo de Béziers 2024 acabó con una salida triunfal conjunta, por la puerta principal de las Arènes du Plateau de Valras, de Sébastien Castella y Andrés Roca Rey al final de una tarde entretenida, sobre todo gracias al aplomo de la terna. Lo que habrá dado a las faenas el alivio que tanto le faltaron a los toros de Jandilla.

Correctos en presentación, cómodos de cabeza y sin exceso de peso en cuanto al paso sobre la romana, los toros de la estrella de hierro -y un Vegahermosa, misma casa- habrán carecido de fuerza y mentalidad, provocando que rápidamente los intercambios se hundieran en dificultades en números encimistas durante los cuales los peatones dominaron sin mayores dificultades.

Bajo una lluvia digna de las tierras escocesas más oscuras, Sébastien Castella saludó la llegada del primero con cuatro verónicas y chicuelinas ante dos férreas empuñaduras sin sobra a uno y otro lado del polo. Después de haberse pegado a los vanos, el diestro local instrumentó una faena que tocó rápidamente al cónclave en tres series de derechas de buena nota ante un toro noble pero que rápidamente se hundió. Menos alerta por la izquierda, el Jandilla se dejó llevar más por la derecha antes de que el maestro de Béziers lanzara un arrimón sobre las cumbres. Espadazo en el primer viaje. Oreja.

El torero de Béziers duplicó la ventaja frente al cuarto, perjudicado por una fuerte vuelta de campana sufrida ante dos puyazos por detrás. Impresionante inicio con pases por alto sin moverse y luego continuó rítmicamente en ambos pitones. Si en la izquierda el maestro francés encontró más profundidad, fue en la derecha donde los intercambios se transmitieron más ampliamente. Como sus hermanos, el Jandilla se desinfló y Castella redujo distancias hasta las bernadinas finales y un tiro de espada en posición en el segundo intento.

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Andrés Roca Rey necesita una oposición que “se mueva” para que explote la quintaesencia de su toreo. Desafortunadamente, el primero, armado con buenas intenciones, rápidamente perdió la moral a medida que su capital menguaba. Un toro con embestida incierta que Roca Rey calibró en una muleta poderosa particularmente en el pitón derecho. Doble fallo con el acero y luego la espada en su lugar.

El peruano se esforzó mucho para retomar el rumbo al emprender con gran decisión la buena embestida del quinto, en una faena, primero bien sincronizada por ambos lados y luego más técnica en la segunda parte. Gran esfuerzo del peruano que literalmente arrancó pases al de Jandilla en terreno comprometido en un acto de equilibrio que se llevó el conjunto. Disparo de cañón con la espada y doble recompensa exigida con fuerza, y obtenida.

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Christian Parejo acudió a saludar a la Vegahermosa en la puerta de los chiqueros para una larga afarolada ajustada, precedida de un dinámico capote de verónicas y sentidas chicuelinas. Prontamente, el Vegahermosa se abalanzó con cierta alegría contra la lanza de servicio para dos presas de hierro, la primera medianamente bien ejecutada y luego una segunda limpiadora. El animal confirmó su buen recorrido y su franqueza desde las primeras embestidas en la muleta de un Parejo que destiló tres buenas series de derechas antes de que el negocio se desmoronara. El cornudo, como toda la corrida, no aguantó y se desplomó. Entera tras pinchazo, petición de oreja precisamente no seguida.

Armado de las mejores intenciones el vecino de Béziers de adopción se enfrentó al último, que, por falta de fuerza y de fondo, limitó la expresión muletera del muchacho, que a costa de un enorme arrimón arrancó muletazos uno a uno. En terreno restringidos y riesgosos, a punto de ser arropado varias veces. Espadazo y oreja de mérito.

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