La entrevista de Philippe Latour… ¡Nino Julian, conquistando occidente!

01 noviembre 2023 Philippe Latour

El próximo domingo, Nino Julian (registrado como Nino Julien) se dirigirá al Rion des Landes para la fiesta campera que tradicionalmente cierra la temporada en el suroeste. Aparte de una incursión en la costa de Seissan, está casi inédito en este lado del toreo sureño, después de que pasó a formar parte de las filas de novilleros con picadores. Esta es, sin lugar a dudas, una oportunidad para conocerle más.

– Nino, ¿puedes presentarte?

“Nino Julien, acabo de cumplir 21 años, soy originario de Nîmes, diría incluso de pura raza nimeña. Entré en la escuela de toros a los 9 años. Fue en el Centro Taurino Francés (CFT) con Christian Lesur y Patrick Varin. Allí aprendí todas mis habilidades, antes de ir dos años a la escuela taurina de Salamanca donde vivía”.

– ¿Cómo llegaste ahí?

“Era un proyecto que tenía. Después de 8 años en el Centro Taurino Francés, quería tener un reto mayor. Básicamente tenía que apuntarme a la Escuela Taurina de Badajoz. Fui de prácticas del CFT a Salamanca. Gracias al maestro Juan Leal tuve contacto con la escuela taurina.

“También gracias a Rafi que vivía allí desde hacía un tiempo. En cuanto a logística (alojamiento, transporte -aún no tenía la licencia-), Salamanca me pareció una opción más adecuada y aunque al final fue una elección de última hora, no me arrepiento porque estoy encantado”.

– ¿Por qué te fuiste de Salamanca?

“Cuando ya pasas a torear con picadores la escuela ya no te sigue. Sin embargo, volví en invierno. Formé un vínculo con el colegio que me permitió incorporarme al circuito español en las plazas de toros de Salamanca pero también ir al campo. Pude prepararme lo mejor posible para pasar al siguiente nivel, lo que hice en Istres en octubre de 2022. Ahora estoy con el maestro Patrick Varin”.

– ¿Qué te impulsó a incorporarte a una escuela taurina siendo tan joven?

“La motivación que desencadenó todo esto fue ir a ver una corrida de toros en Nîmes con mi madre en la feria de Pentecostés de 2012. Nada más poner un pie en la plaza me enganché.

“Me gustó mucho la confrontación entre el hombre y el animal pero también el protagonismo del torero. Cuando salimos le dije a mi madre ‘quiero hacer eso’. ¡En septiembre me uní al CFT!”.

– ¿Cómo reaccionó tu madre?

“Cuando era joven, practicaba artes marciales, muchas cosas diferentes, así que a ella no le sorprendió que quisiera probar algo nuevo y diferente… bueno, ¡pensó que no duraría! Al final, llevo once años en el medio”.

– Acabas de hablar de las artes marciales que practicabas a muy buen nivel, ¿qué te aportó eso al toreo?

“Practiqué Qwan ki do, que es una mezcla de karate y kung fu. Es un arte marcial chino-vietnamita. Estuve en categoría juvenil del campeonato de Francia y de Europa. Me dio conocimiento de mi cuerpo, lo que me permite usarlo frente a mi oponente. Conozco mejor mis límites para saber cuándo forzar o no. Esto me ayuda a relajarme, a pensar en el animal y así comprenderlo mejor”.

– ¿Qué te hizo elegir el toreo en lugar del Qwan ki do?

“Practiqué este arte marcial durante seis años y sentí que había recorrido un largo camino. El toreo me produjo sensaciones diferentes, que no había sentido en otros lugares y que me hicieron dejar de realizar cualquier otra actividad”.

– ¿Qué experimentas ante un animal? »

“Es una mezcla de felicidad y miedo que superas. Hay bastantes sensaciones que me cuesta describir y comentar porque es muy personal, particular. Intento obtener el mayor placer posible frente al animal”.

– ¿Es realmente un placer lo que percibes mientras toreas?

“No todo el tiempo, porque cuando eres torero estás en una burbuja, intentas entender al animal para sacar lo mejor de él, y por tanto sacar lo mejor de ti. Pero no controlo todos los parámetros y no siempre hago lo que quiero o lo que siento.

“Cuando el toro lo permite y lo toreo como quiero, me da mucho placer. En algunas novilladas de este año, al final de faena, hice una o dos series para mi. Por supuesto, con animales complicados hay menos placer pero aún puede haber satisfacción por haber resuelto un problema, por haber toreado bien, por superar los propios límites”.

– ¿Cuál es su relación con la mirada pública?

“Es parte de uno de los más grandes factores estresantes. El éxito es lo que crea nuestra carrera. Sin público no se llega muy lejos, no eres nadie. Necesito transmitir algo que el público sienta. Transmitir es fundamental. Hay muchos toreros muy jóvenes y técnicamente buenos, pero la personalidad y la transmisión no vienen de la técnica, vienen de otra parte”.

– ¿Cómo describirías tu personalidad en la pista? »

“Me gusta impactar al público sacando lo que tengo dentro, montando un espectáculo pero encontrando un punto medio con un toreo más relajado”.

– ¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?

“La verdad es que me gusta todo el toreo. Me gustan los toreros que tienen una personalidad fuerte, que tienen un torero que transmite al público como Antonio Ferrera en sus grandes momentos con una personalidad muy marcada. También me gustan los toreros más clásicos como Juan Ortega.

“Intento inspirarme en varias influencias y ponerlas en mi propia salsa. También hay mayores que me inspiran como Esplá, un torero banderillero, reconocible por su forma de estar dentro y fuera del ruedo. Dámaso González fue un pilar para mí por su sentido del temple, pero también por su estatura”.

– Hablando de estatura, ¿influye tu altura en tu toreo?

“Obviamente. Seguiré adelante con mis cualidades físicas. Yo logro sacar provecho de ello, trabajamos con el maestro Varin para afrontarlo y coger fuerza inspirándonos en estos toreros que no eran muy grandes”.

– Tú plantas las banderillas, ¿cuál es el motivo?

“En primer lugar, fue un paso necesario al ingresar a la CFT. Como Solal, Rafi, Tomás Úbeda, aprendimos a banderillear y lo pusimos en práctica en el redondel. Después disfruto banderilleando y, lo que es más, es un hilo extra para mi arco.

“Banderillear también se trata de transmitir y conectar con el público. Incluso en los novillos difíciles, llegar al final de un tercio de palos significa ganar seguridad y confianza antes de coger la muleta”.

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– ¿Eres exigente en cuanto a condición física?

“Sí necesitamos tiempo para la recuperación física y para el descanso mental. Hoy logro gestionarlo bien. Sin embargo, no hay que enojarse por banderillear por banderillear y si las circunstancias lo requieren, no lo haré de forma sistemática para mantener la importancia de lo que hago”.

– En 2018 iniciaste con festejo sin picadores, por la Covid, no empezaste con novilladas picadas hasta finales de 2022, ¿no habéis dudado?

“No particularmente. Es cierto que termino el 2019 a tiempo completo donde he confrontado en muchos lugares. Llega el Covid e inevitablemente le pone freno. No tenía dudas en seguir porque la motivación estaba intacta pero la salida a Salamanca fue beneficiosa. Me relanzó con nuevos métodos de entrenamiento, mucho campo, me ayudó a mantener la confianza.

“Salamanca creyó en mí y, en 2021 y 2022, tuve novilladas que torear. Tuve una lesión a finales de 2021 que retrasó mi debut con picadores. Soy una persona positiva y creo que no todo sucede por casualidad. Si tenía que empezar en 2022, tenía que hacerlo así, y mi debut en Istres fue muy bien”.

– ¿Cómo viviste tu paso con picadores?

“Llegué en un momento en el que me habían visto mucho en festejos sin picadores. Quizás se podría pensar que me estaba estancando. El novillo con picadores aporta otra dimensión en términos de volumen y ritmo. Estuve bien rodeado, me preparé en consecuencia, mi toreo evolucionó. Entrené con Rafi, pude matar toros en privado… Llegué mentalmente preparado para pasar al siguiente nivel”.

– ¿Cuál es su análisis de esta temporada 2023?

“‘El objetivo era llamar la atención’. En las novilladas sin picadores nos ponen atención especialmente los profesionales del toreo. El gran público sólo nos ve como alumnos de escuelas taurinas. Con Patrick construimos un cronograma para avanzar sin perder ningún paso.

“Lo importante era ir a mi propio ritmo y que las cosas salieran con naturalidad. Fueron importantes las novilladas de Mauguio en donde comencé en estas arenas, de Boujan donde tuve buenos éxitos.

“La novillada de Tarascón me aportó mucho anímicamente y como torero, son novilladas que hay que saber afrontar. Terminé la temporada en mi casa en Nîmes, y aunque la novillada no salió como nos hubiera gustado, la gente vio que yo podía responder. Este período fue un año de rodaje que me permitió tomar el ritmo y que la gente empezara a hablar de mí”.

– En 2024, en Francia, habrá pocos novilleros con picadores, ¿posibilidad o riesgo de caer en la comodidad por falta de competencia?

“La competencia, si en Francia será menor, será muy real porque hay españoles que llegarán este año muy preparados. Después quizás sea una oportunidad, al menos eso espero, de que los empresarios franceses piensen en mí y me metan en el cartel de sus novilladas.

“En cualquier caso, si me siento cómodo, Patrick o las personas que lo rodean sabrán cómo cuestionarme. Depende de mí demostrar que tengo hombros suficientes para asumir la responsabilidad en cualquier contexto”.

– Estás hablando de tu maestro Patrick Varin, ¿cómo está tu relación con él?

“Cuando llegué al CFT, mis dos profesores eran Christian Lesur y Patrick Varin. Yo era el más joven del grupo (Rafi, Solal, Tibo García, Tomás Úbeda). Es una relación profesor-alumno pero es alguien que me aportó mucho, que me dio consejos, lecciones de vida. Me habló del don de uno mismo, de los sacrificios, de la humildad necesaria para poder seguir adelante.

“Es una persona muy sincera. Tenemos una relación especial porque lo veo más que a mis padres, sé que él quiere lo mejor para mí. Él me impulsa. Cualquier joven que sale de la escuela taurina merece que alguien como él le acompañe”.

– ¿Cuál es la base de su enseñanza?

“En la escuela taurina se negó a entrenar delante de nosotros porque no quería que los alumnos se convirtieran en el ‘mini Patrick Varin’. No quiere que nos influenciemos con su concepto, que copiemos su manera de hablar

“Quiere que aprendamos los valores comunes del toreo pero que mantengamos nuestra personalidad aunque eso signifique dejarnos lo que podrían ser pequeños defectos pero que nos hacen quienes somos, y diferentes unos de otros. Hoy se revela más, hablamos más de su viaje, de su concepto…”

– El domingo vas a ir a una corrida de toros en Rion des Landes, ¿qué esperas?

“La afición del suroeste es una afición que aprecio porque cuando lo das todo, te lo devuelve. Ella te impulsa. Espero que esta fiesta campera me permita hacer que los organizadores quieran volver a verme y contactar conmigo.

“Con Patrick, nos tomamos muy en serio esta fiesta campera y estamos muy contentos de poder actuar allí. Voy con muchas esperanzas, con ganas de mostrar quién soy y darme a conocer mejor en el suroeste”.

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