En Tenabo… Clamoroso triunfo de El Mojito

12 mayo 2023 Redacción

Tenabo, Campeche. Toros de Puerta Grande. Primer festejo de la feria. Todos los palcos de la hermosa plaza artesanal llenos a reventar.

David Aguilar: Silencio y dos orejas.

Luz Elena Martinez: Oreja.

Alejandro Lima El Mojito: Dos orejas con fortísima petición de rabo, por lo que el juez escuchó severa música de viento.

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Alejandro Lima El Mojito llegó a Tenabo, Campeche. Él toreará el próximo domingo 14 de mayo toros de San Marcos. Y como había un toro de 500 kilos de Puerta Grande, que cosas del destino se había estado quedando, sabrá Dios por qué, con edad y trapío, le dijo el empresario que si quería torearlo para anunciarlo. El Mojito no lo dudó, aceptó el reto y ganaron todos.

Los aficionados porque disfrutaron de la apasionada entrega del torero de Tzompantepec, Tlaxcala; mientras que Alejandro tuvo la oportunidad de medirse ante un toro con público de testigo, después del tremendo arropón que le dio el violento astado de Fernando de la Mora en Tijuana apenas 5 días antes.

Nada más hizo acto de presencia el Puerta Grande y le dio siete largas cambiadas de rodillas lo que de inmediato provocó el ensordecedor olé desde los tendidos. Se incorporó y se lo pasó ceñido a su cuerpo lanceando con cadencia, imponiendo desde entonces su mando.

Después de comparecer el toro en varas, hizo un quite por navarras que fueron muy celebradas por la evidente exposición del torero; como también lo fueron los tres pares de banderillas en la que otorgó todos los terrenos al toro imponiendo con certeza y verdad los rehiletes; uno fue al quiebro en los medios y dos cuartos por ambos lados. Al final el público le ovacionó en el tercio.

La faena tuvo un prólogo en los medios, en donde pesan los toros pero había un torero que quería el triunfo a como diera lugar, y así fue le aguantó la embestida y le sometió con la mano derecha en una serie que dejó impactados todos los que llenaron los palcos de esa hermosa plaza artesanal.

Así se sumaron las series con ambas manos en trazos largos, sentidos, con temple y ritmo, para conquistar el reconocimiento del gran público de Tenabo.

Llegó el momento de oficiar con la espada, citó con el corazón llevó sometido al toro, hizo la cruz y dejó certero estoconazo mortífero de necesidad, que consiguió de inmediato que el toro cayera en la arena.

La plaza se llenó de blancos pañuelos y el juez sólo concedió dos orejas, a pesar de que el rabo era exigido con ensordecedores gritos.

Dio la vuelta triunfal y después de salir en hombros la gente se apropio de El Mojito a pesar del diluvio universal que en esos momentos caía, sólo querían una fotografía y el autógrafo con el héroe del festejo.

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