En Monterrey… Un solitario aniversario

26 agosto 2022 Carolina Reyna

Monumental de Monterrey. Sábado 27 de agosto 2022. Con un aforo casi de mil personas, se llevó a cabo la corrida del 85 aniversario, se lidiaron toros de la ganadería de San Miguel de Mimiahuápam, bien presentados, con kilos y cornamenta, destacando el primero, cuarto y quinto.

Juan Pablo Sanchez: Palmas y ovación.

Gerardo Adame: Palmas y vuelta al ruedo.

Juan Pablo Llaguno: Palmas tras aviso y palmas.

Detalles:

El festejo dio inicio con 14minutos de atraso.

Se dedico un minuto de aplausos en recuerdo de Don Luis Quijano ganadero de La Playa y de la Sra. Corina Holguín de Domínguez, madre del ganadero de Golondrinas, quienes partieran del mundo terrenal.

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Una noche nublada, con la incertidumbre de si llovería durante la corrida, pero el universo se alineó y nos dejó disfrutar de la corrida de aniversario sin chubasco. Y más nos permitió ver el toreo de Juan Pablo Sanchez torero de arte, esteticidad y elegancia, eso fue lo que nos demostró esta noche.

Tuvo mucha suerte en su lote ya que le correspondieron los toros que mejor embistieron y se impuso a través de su mando.

El abre plaza un astado castaño que arrancó la primera ovación por parte de los escasos asistentes, porque sus ojos estaban viendo a un toro de verdad; le dejó realizar a Sánchez una faena más por el lado derecho; ya que por la mano izquierda tendía a mirarle los pies y volver más rápido a la tela roja, poniéndolo en peligro no en pocas ocasiones. Desafortunadamente no tuvo suerte con la espada, sería hasta el tercer intento que pudo dejar una estocada pero en sitio.

Al cuarto de la tarde, que pareció sería un toro complicado, lo fue guiando, Juan Pablo Sanchez, por el camino del bien para que obedeciera en la lidia. Con el capote fue breve, intentando meterlo poco a poco en el vuelo del engaño para que fuera humillando. Con la muleta, inició con la mano derecha agarrando el ayudado a la mitad lo que hizo que se pasara el toro cerca de su cuerpo y la gente prestara atención total a lo que estaba realizando.

Por esta mano dio pases de mucho valor y de una torería, clase y elegancia que lo distinguen. Intentó con la mano izquierda donde el toro le permitió unos pases que hizo percibir que toro y muleta estaban unidos, permitiendo un toreo lento, de gran satisfacción. Para su mala fortuna la espada volvió a ser un impedimento para los apéndices, ya que en el segundo intento fue cuando dejó medio estoque.

El también hidrocálido Gerardo Adame con el segundo de la noche, no pudo hacer mucho, ya que fue un toro que de inmediato comenzó a buscar su querencia, por lo que Adame tenía que estar detrás del burel con el fin de que hiciera caso a su llamado. Abrevió su actuación con un estoque en sitio.

El penúltimo un toro negro que recibió un castigo exagerado en el tercio de varas, sacó a flote su casta y la dificultad que tenía. Se vio un toreo un tanto desordenado en su lidia, muchos pases fueron alcanzados por las astas, pero hubo algunos otros que fueron bien ejecutados que le permitió que la gente estuviera al pendiente de su lidia. Después de haber dejado un estoque entero y ligeramente caído, los asistentes hicieron una fuerte petición de oreja la cual fue rechazada por nuestro gran protagonista el señor Juez.

Llaguno con el tercero de la noche no pudo hacer mucho ya que al igual que su hermano de camada, resultó manso que buscaba afanoso las tablas para huir. Motivo por lo cual, el torero tenía que ir detrás del astado, o bien, cortarle el viaje que pareciera no tener un fin.

El estoque se le complicó, le resultaba complicado ejecutar la suerte. Dejó en el tercer viaje un estoque tendido y delantero por lo que hubo la necesidad de tomar el descabello y no es hasta el cuarto intento que el manso cayó en la arena.

El cierra plaza, un astado que le permitió hacer un poco mas; sin embargo, aun así difícil ya que tendía a quedarse a medio camino. Con la mano derecha dio muletazos bien ejecutados que le fueron en diversas ocasiones ovacionados por los asistentes, hizo el intento por naturales, pero resultó complicado, pues el astado tardó en ir al llamado o bien se quedaba parado a medio muletazo. La espada volvió a ser un impedimento ya que no es hasta el segundo intento que dejó su estoque, antes hubo un pinchazo en sitio pero hondo.

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