En Bayonne… Drama y emoción

30 agosto 2025 Thierry Reboul

Crónica de Thierry Reboul

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Arènes de Bayonne. Promesas taurinas. Tres cuartas partes de entrada. El cielo estuvo gris y permaneció benévolo. Seis toros de Arauz de Robles.

Juan de Castilla: Oreja y corneado.

Rafael Serna: Vuelta con aviso.

Dorian Canton: Vuelta con aviso.

José Fernando Molina: Vuelta con lesión.

Víctor Hernández: Vuelta con aviso.

Detalles

Presidente: Bernard Adoue

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El resumen

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La reseña de esta Corrida de Promesas podría haberse centrado en la emoción generada por el encierro de Arauz de Robles muy encastado, pero también de una gran exigencia. Podría haberse destacado el coraje de los matadores, considerados de segundo nivel, sin embargo, demostraron su coraje, su deseo de triunfar y la calidad de sus faenas que merecen un lugar diferente de mayor relevancia al que tienen en la actualidad en el mundo de los toros.

Podríamos haber debatido y contrastado la profunda tauromaquia de Víctor Hernández frente a un toro que debía ser consentido y el de José Fernández Molina más superficial ante un toro de Arauz de Robles muy noble. También podríamos haber destacado las cualidades de lidiador de Rafael Serna, el deseo y la dedicación de Dorian Cantón o la desbordante motivación de Juan Castilla.

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El drama

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Sin embargo, el suceso más notable fue la lesión de dos matadores. José Fernando Molina sufrió una contusión en el muslo. Juan de Castilla fue el más afectado y tuvo que ser operado en el Hospital de Bayona por dos cornadas graves; una más grande y limpia con dos trayectorias. Una de 25 centímetros en la pierna izquierda, otra de 10 centímetros; y una segunda cornada más profunda que sube casi hasta el ano.

Cuando hay toros, el drama nunca está lejos de la emoción.

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Los toros

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En este tipo de confrontaciones, se exige a los toros que permitan a los toreros demostrar su calidad. Los Arauz de Robles de Bayonne fueron un jurado muy estricto. Muy bien presentados, se expresaron en el caballo, provocando varias caídas de la caballería. Con la muleta, todos fueron muy exigentes y no perdonaron errores. Los mejores fueron el tercero y el cuarto, este último con nobleza y casta de sobra. El peor fue el último, con el comportamiento de un toro corraleado, muy avisado y peligroso. Los demás, aunque exigentes, carecieron de transmisión.

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Los toreros

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Juan de Castilla

Atrapado en el desafío, Juan de Castilla, intentó mostrarse más de lo que había que torear a un noble Arauz de Robles, cuya embestida recortó excesivamente. El toro lo llamó al orden y le asesta una cornada. El colombiano fue a la enfermería después de haber matado. Una oreja.

En la enfermería, los médicos detectaron dos trayectorias en el muslo, una de 25 centímetros y otra de 10 centímetros. El colombiano fue trasladado al hospital de Bayonne, donde fue operado.

Rafael Serna

El segundo era incierto, sobre todo en el pitón derecho. Resultó muy exigente con la muleta. Rafael Serna lo enfrentó con inteligencia, suavidad y verdad. Poco a poco, consiguió dar muletazos cada vez más profundos, sobre todo en el pitón izquierdo. Desafortunadamente, la espada lo arruinó todo. Vuelta.

Cantón Dorian

El destino le ha otorgado a Dorian Canton un toro de gran nobleza y excelente cornamenta, pero no duró más. El francés aprovechó esto para conectar dos buenas series de derechazos. La faena con la izquierda fue embarullada y no mandó sobre un toro que terminó en la querencia. Los aceros no le resultaron favorables al francés. Vuelta.

José Fernando Molina

El cuarto era noble y muy encastado. José Fernando Molina lo toreó sobre el viaje. La faena le abrió la puerta con el público, pero desaprovechó el potencial de este excelente toro. La suerte suprema le resultó laboriosa. Vuelta.

Víctor Hernández

Con un toro que había que consentir, Víctor Hernández realizó una faena sincera y profunda. Es la mejor de la tarde, pero se centra menos en el público que en el toro, lo cual es una pena. La espada es comprometida, sincera y efectiva. Vuelta.

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José Fernando Molina ganador del concurso

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Se pidió a los espectadores que votaran para elegir al torero, que, como ganador del concurso, aseguraría la lidia del sexto toro.

El palco eligió a José Fernando Molina.

El público emitió el siguiente voto:

José Fernando Molina 32,4%

Rafael Serna 24,5%

Dorian Cantón 20,5%

Víctor Hernández 16.2%

Juan de Castilla 6,2%

Así que fue Molina el que el público y Palco eligieron.

El sexto fue lidiado por José Fernando Molina. Tiene el comportamiento de un toro habituado a los corrales. Desde el comienzo de la faena, se mostró avisado y apagado. Molina la abrevió y fue prendido mientras descabellaba. Silencio.

El examen médico reveló un hematoma en el muslo.

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Toro a toro

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Chinchón con 532 kilos para Juan de Castilla

El primero estuvo bien armado. El saludo capotero de Juan de Castilla resultó eficaz. Bien colocado en la suerte, el toro recibe un pequeño puyazo en el primer encuentro. El segundo ha sido puro simulacro. Rafael Serna se ve en dificultades al ejecutar un quite. De Castilla brindó su faena al público. El prólogo de su faena con derechazos de rodillas. Primero citado desde lejos: El toro era noble, sin embargo, de corto de embestida. Faltó el tercer tiempo en cada pase. A la izquierda, el torero que recortó la embestida del toro. De Castilla redujo los terrenos y acortó aún más el desplazamiento de su toro. En un intento de pasar de rodillas, el torero es cogido y recibió una cornada. La espada es portada con gran compromiso y quedó en su lugar. El torero, con la pierna sangrando profusamente, fue conducido a la enfermería. Oreja.

Labrador con 523 kilos para Rafael Serna

El segundo fue cornniveleto. Se frenó en la capa de Rafael Serna. El cuerno derecho era peligroso. El primer puyazo quedó trasero. El toro empujó y derribó al grupo ecuestre; salió suelto del picotazo, en su segundo encuentro. Rafael Serna también brindó al público. Dobló al toro con eficacia para acto seguido trazar la primera serie con la derecha, mostrando el toro que era reservón. A la izquierda, Serna corrigió defectos al toro en la primera serie. La segunda fue meritoria. Con aguante, ligó con la derecha obligando al toro y rematando con naturales que también resultaron con mérito. Rafael Serna pinchó varias veces antes de dejar un espadazo casi entero tardando un poco en surtir efecto. L’Arrauz de Robles cayó en el segundo descabello; mientras tanto, había sonado un aviso. Vuelta.

Especial con 527 kilos para Dorian Cantón

El tercero tuvo una hermosa hechura. Salía abanto. Se escupió del capote de Dorian Canton. Puso en suerte al toro llevándolo con chicuelinas andantes. El burel recibió un primer puyazo haciendo mal uso de la carioca. La segunda pica fue ligera. Molina hizo un buen quite de tafalleras. El brindis para el público, el béarnais dio inicio a su faena sentado en el estribo y luego dobló al toro. El toro es noble, lo que permitió al torero ligar buenos derechazos. Citó, de largo, sin embargo, el toro era tardo. La segunda serie provocó la reacción del público. La tercera fue excelente. A la izquierda, el torero mantuvo el recorrido y el toro pasó menos bien. De vuelta a la derecha, el de Araúz de Robles comenzó a querer huir a las tablas. La faena se fue “a menos”. Dorian Canton pinchó varias veces antes de imponer un feo bajonazo trasero. Mientras, se escuchó un aviso. Vuelta.

Lotero con 548 kilos para José Fernando Molina

El cuarto metió la cabeza en el capote de José Fernando Molina. Bien en varas, pero demasiado picado, el de Araúz derribó al caballo en el primer encuentro que tuvo al empujar sólo con un cuerno. La segunda vara fue más ligera. Nuevo brindis para el público; Molina inició su faena con doblones eficaces. El toro era noble. Los primeros derechazos fuero aprovechando el viaje. El segundo fue más para el público. A la izquierda, el animal también se entregó. De vuelta a la derecha el trazo fue con el pico de la muleta, el toro fue mejor, sin embargo, comenzó a mirar las tablas. La espada, la llevó con entrega pero quedó caída y faltó efectividad. El toro cayó en el tercer descabello. Ovación al toro y vuelta para el torero.

Balanceado con 536 kilos para Víctor Hernández

El quinto ha sido un toro muy hermoso que no se empleó en realidad en la capa de Víctor Hernández. Empujó en el primer encuentro a pesar de un puyazo trasero. Se durmió al contacto con el hierro durante el segundo. El torero dio inicio a la faena alternando natural y pase de pecho. El toro mostró era corto de embestida, pero Hernández supo cómo hacerlo pasar. Por la derecha, se cruzó y aguantó a pesar de que era reservón el toro. Los naturales fueron muy sobrios y profundos a pesar de un adversario que no transmitió. A pesar de la calidad de la faena, el público permaneció frío. La espada fue tan sincera como la faena. El toro tardó en caer, sonó un aviso. Vuelta.

Talanquero con 568 kilos para José Fernando Molina

El sexto era un tío. No se empleó en la capa de José Fernando Molina. Muy bien picado, empujó con fuerza, pero sobre con un cuerno, castigando al grupo ecuestre. Se defendió y se fue suelto en el segundo encuentro. El de Araúz tuvo el comportamiento de un toro que vive en los corrales… corraleado. El brindis a Víctor Hernández, Molina comienza con derechazos sobre el viaje. El toro era tardo y casi parado. A la izquierda, también reservón. Molina abrevió y mató dejando una espada caída. Recibió un golpe con el cuerno al intentar descabellar y debió ser llevado a la enfermería. Serna tomó el relevo y descabelló al toro.

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