En Huesca… Andrés Roca Rey dio inobjetable lección de pundonor y heroicidad

13 agosto 2025 Redacción

Huesca (Aragón). Penúltimo festejo de la Feria de la Albahaca 2025. Toros de El Pilar, mansos, justos de presencia.

Joselito Adame -quien se despidió de los ruedos-: Silencio tras aviso y vuelta al ruedo tras aviso

Roca Rey: Oreja tras aviso y oreja tras dos avisos

Tomás Rufo: Oreja y dos orejas.

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Andrés Roca Rey dio inobjetable de heroicidad en el redondel de Huesca. Con su primero -segundo del festejo- tuvo a un animalillo al que se impuso a su mansedumbre obligándole a acudir en el tiempo y espacio por donde citaba para conducir sus trazos, donde brilló más -si cabe- el toreo al natural que dejó a todos complacidos por su inequívoca verdad. Después de una estocada nada ortodoxa cortó una oreja.

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Ha sido con el quinto con el que dio una auténtica lección de pundonor, de heroicidad, la responsabilidad y el respeto al público por encima de todo. El toro violento no se entregaba pero el mando inaudito de Roca Rey, le fue obligando a acudir a su mandona muleta, pisando terrenos comprometidos sin importarle más que cumplir con el cariño que merece el público que va gustoso a verle.

Cuando remataba una luquecina el toro le encunó e hizo por él feamente por él, poniendo sus peligrosos pitones que buscaban herirle, sin inmutarse con la cara ensangrentada prosiguió.

Para al final cuando empuñó la espada volvió hacer volteado terriblemente tras su entrega sin cortapisa, con la furia inaudita desatada del toro; el tercer intento fue el mortífero de necesidad y después de caer el toro, el público exigió al unísono la oreja inequívoco reconocimiento a la apasionada entrega de un torero que sale a dar todo y mucho más a todos los que asisten a verle.

Tomás Rufo, también salió por la puerta añorada, tuvo un primer torillo noble al que pasó con buenas s maneras destacando los trazos con la mano diestra. Con el que cerró plaza otro animalillo con movilidad generosa le extrajo faena derechista, al final, se le le otorgaron dos orejas tras la estocada.

Joselito Adame se despidió de los ruedos, lamentablemente no tuvo toros, estuvo empeñoso, pero sólo queda el recuerdo de su esfuerzo con sus dos ejemplares.

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