En Garlín… La ganadería Polo Saiz un descubrimiento, Cid de María un triunfo

26 julio 2025 Thierry Reboul

Crónica de Thierry Reboul

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Arènes de Garlin. novillada des Fêtes 2025. Un tercio de entrada. El cielo sobre Garlin era hermoso. Novillos de la Familia Polo Saiz. Ocho puyazos y una caída cuadra Bonijol. Vuelta al segundo novillo.

Bruno Aloi: Saludos y palmas.

Cid de Maria: Oreja y oreja.

Iker Fernández El Mene: Silencio y silencio.

Detalles

Presidente: Florian Durou

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El resumen

Prólogo

Es una pena que no hubiera más público en las gradas de la plaza de toros de Garlin para el regreso de la novillada des Fêtes. En su debut en Francia, los novillos de la familia Polo Saiz destacaron por su presentación. Moralmente, el segundo fue un muy buen utrero, los demás eran más bien mansos, y algunos mostraban un verdadero fondo de casta. En ningún momento mostraron signos de debilidad. Nunca fueron colaboradores ingenuos, y como resultado, la corrida se mantuvo de principio a fin. Es una pena que todos los tercios de varas fueran un desastre.

Bruno Aloi demostró en la difícil cuarta ronda que tiene coraje y cierta base técnica.

Cid de María, quien recibió el mejor premio, salió a hombros tras dos faenas que conectaron con el público y concluyó bien con la espada.

El Mene, con el lote que menos transmitió, tuvo algunos gestos sobre todo en el tercero.

Los novillos

Con excepción del sexto, el más ligero, la presentación -armadura y trapío- de los novillos de la familia Polo Saiz fue notable. A caballo, fue difícil juzgarlos, ya que la mayoría sólo fueron picados una vez. A menudo cariocas, los puyazos eran del tipo tres en uno, sobre todo porque los novillos metían sus riñones en contacto con el peto.

Esto es lamentable, sobre todo si se considera el entusiasmo y la determinación con que los toros de casta del Marqués de Domecq cargaron contra la caballería. En el tercer tercio, su rendimiento varió, desde un excelente segundo, un aquerenciado cuarto y un violento quinto. Casi todos tenían antecedentes de casta; lo que los diferenciaba era el grado de mansedumbre asociada. En cualquier caso, contribuyeron, con sus cualidades y sus defectos, a mantener la corrida.

Los novilleros

Bruno Aloi recibió al primero con eficacia. Después de un buen comienzo de faena, y a pesar de los esfuerzos del torero, la faena se fue a menos, y el toro se acabando rápidamente. Saludó tras una espada contraria. El cuarto fue distraído, tardo, corto de embestida y aquerenciado. Bruno Aloi demostró su técnica y coraje con unos muletazos más que loables desde las tablas antes de matar bien. Palmas.

El segundo novillo era muy encastado. Después de acudir con bravura a un solo puyazo, se mostró noble y repetidor con la muleta. Cid de María se entregó, pero se mantuvo por debajo del potencial de su oponente. Alternó buenos muletazos con otros más desastrosos. Oreja. El quinto fue complicado, violento, se revolvía con rapidez y a veces metía la cabeza. Cid de María se entregó, pero no puede resolver el problema planteado. Mata bien y con rapidez, y cortó una oreja.

El tercero sufrió un gran puyazo haciéndole la carioca. Con la muleta, ha sido muy irregular, alternando entre cumplir y reservón. El Mene aprovechó los buenos momentos para ligar derechazos y luego templados naturales, pero el toro era limitado en transmisión. Mató en tres tiempos, silencio. El sexto fue tardo y faltó de raza. A veces se empleaba, otras era reservón y no pasaba. A El Mene le resultó difícil construir una faena estructurada con semejante material. Silencio.

De novillo a novillo

Submarinista para Bruno Aloi

El primero metió la cabeza en el capote de Bruno Aloi, cuyas verónicas fueron aplaudidas. El novillo empujó en el primer encuentro. Tardó en salir para el segundo, y luego se empleó al contacto con el hierro. Cid de María hizo un quite por tafalleras. Después del brindis al público, Bruno Aloi comenzó su faena con derechazos y pases de pechos de rodillas. El novillo era tardo en su embestir y tuvo tendencia a escaparse. El torero lo colocó en el centro del ruedo. Continuó con una buena serie por la derecha. Por la izquierda, a pesar de la entrega, el toro se fue apagando poco a poco. Ya fue imposible arrancarle más muletazos. La espada quedó entera, pero contraria. Fue suficiente. Saludos.

Orégano para Cid de María

Aplaudido a su entrada al ruedo. El segundo no se empleó al capote del Cid de María. Sin ponerlo en suerte, prendió un buen y único puyazo metiendo los riñones. El novillero hizo un quite, pidió y consiguió el cambio. Comenzó la faena por farol, luego derechazos de rodillas en el centro; el toro era noble y repetidor. Los primeros derechazos fueron aprovechando el recorrido del novillo. Por la izquierda, el toro desbordó al novillero, quien acabó encontrando el sitio para una buena serie. El ejemplar de Polo Saiz era muy encastado; el torero se entregó e instrumentó buenos muletazos, pero se quedó por debajo del potencial del animal. Primera entrada para matar, el pinchazo fue hondo y caído. Segundo intento, la espada quedó entera y en el rincón de Ordóñez. Sonó un aviso. Oreja y vuelta a un novillo, picado sólo una vez.

Respingo para El Mene

El tercero se empleó en el capote de El Mene. Sin poner suerte, tomó una fuerte puyazo con una carioca empujando con un cuerno. Brindó al público, El Mene comenzó con doblones clásicos; el toro era noble. Después de una buena serie por la derecha, se quedó parado. El novillero tomó la muleta en la mano izquierda; el toro no se empleó. De vuelta a la derecha, Polo Saiz se recuperó y permitió una buena serie, para luego volver a ponerse reservón. El torero opta por un toreo más tremendista con tres redondos y luego fue por la espada. Un pinchazo, un tercer estoque y un descabello ponen punto final al novillo. Silencio.

Modorro para Bruno Aloi

El cuarto estuvo muy bien presentado. Bruno Aloi lo recibió con verónicas, en las que el toro no se empleó. Sin ponerle en suerte, le da un fuerte puyazo con carioca. Y aun así, empujó. Mal picado, volcó al grupo ecuestre. El novillo era tardo y aquerenciado, el tercio de banderillas se extendió demasiado. El mexicano brindó su faea a Paul Lafitte. Comenzó con doblones, pero el toro estaba aquerenciado en las tablas. Aloi casi lo colocó en el centro, pero el novillo regresó a la querencia de las tablas. El novillero se arrima y le arrebata muletazos cortos a pocos centímetros de las tablas antes de rematar con una entera de rápidos efectos. Palmas.

Carcelero para Cid de María

El quinto fue un buen casi-toro. Metió la cabeza en el capote del Cid de María. Bien picado, toma un fuerte puyazo empujando con los riñones. Brindis al público, comenzó con doblones; el toro tenía una embestida desordenada y corta. Violento, se revolvía con rapidez. Toreando con dulzura, se empleó mejor. A la izquierda, la misma canción. Quizás con un poco más de fuerza… La faena ha sido interesante, pero le faltó transmisión. La espada, casi entera y en su lugar fue suficiente. La petición es mayoritaria; el presidente aplicó las reglas.

Tribunal para El Mene

El último fue el menos presentado de todos. Viajó por el ruedo y El Mene lo fijó. Fue picado sin ponerlo en suerte y fuera de sitio. El piquero regresó para un segundo encuentro idéntico al primero. Bruno Aloi hizo un quite con chicuelinas. Comenzó la faena con derechazos; el novillo no era claro. Se comportó mejor en la serie siguiente. Por la izquierda, interrumpió durante los primeros naturales y el novillero retoma la derecha. Ha sido complicado porque el de Polo Saiz no cedió ni un pase. El Mene se entregó e hizo las cosas bien, pero la faena careció de transmisión. El toro terminó descompuesto. Pinchazo, la segunda espada quedó en su lugar y fue contundente. Silencio.

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