En Mont de Marsan… Muy buena entrada para la novillada

19 julio 2025 Thierry Reboul

Arènes de Mont de Marsan. Novillada de las Fêtes 2025 . Dos tercios de la plaza. Cielos alternados grises, nublados y azules con algunas gotas de lluvia de fondo. Seis novillos incluido un sobrero (1º bis) de Cuillé. Doce puyazos, cuadra Bonijol.

Aaron Palacio: Silencio y silencio.

Iker Fernández El Mene: Silencio y silencio.

Martín Morilla: Oreja con aviso y silencio con aviso.

Detalles

Presidente: Cédric Buttet

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Prólogo

Había gente allí, sobre todo jóvenes y niños en las gradas de la plaza de Plumaçon para esta novillada matutina. Martín Morilla le cortó una oreja a su primer novillo. Aarón Palacio y El Mene no desmerecieron, pero sus novillos de Cuillé se acabaron rápidamente en el tercer tercio.

Los novillos

Tres toros más chicos y tres toros de presentación más seria conformaron el encierro lidiado esta mañana en Mont de Marsan. Con justos de fuerza, fueron discretos con el caballo y se acabaron rápidamente en el tercer tercio.

Los toreros

El primero, devuelto a los toriles, salió un sobrero justo de presentación y débil. A pesar de los esfuerzos de Aarón Palacio, la faena careció de ritmo y transmisión y la espada la concluye mal. Silencio. El cuarto fue noble y le faltó chispa. A pesar de los esfuerzos de Aarón Palacio, la faena no fue para más. El novillo se fue a menos. El torero cortó a la brevedad y mató rápidamente. Silencio.

El segundo no se recuperó del choque con un burladero. Débil y querencioso, no ofreció ninguna opción a El Mene. Silencio. El quinto bajó el ritmo rápidamente. A pesar de los esfuerzos de El Mene, no ocurrió mucho en el tercer tercio, salvo que la espada surtió efecto rápidamente. Silencio.

El tercero fue justo de fuerzas. A pesar de los esfuerzos de Martín Morilla , la faena no despegó y careció de transmisión. La oreja ha sido generosa. El novillero mató mal a un sexto novillo bien presentado, pero le faltó chispa.

De novillo a novillo

Liberado para Aarón Palacio

Como primero apareció un buen jabonero. Mostró problemas de descoordinación cuando Aaron Palacio le recibió con su capote. Pañuelo verde.

Parajito para Aarón Palacio

El sobrero fue cornicorto. Aarón Palacio lo recibió con una larga de rodillas y culminó el saludo capotero con una revolera. El novillo justo de fuerzas no fue muy picado. Brindó al público, Palacio inició su faena por alto. Para inmediatamente dar paso a la mano izquierda. El animal era noble, pero estuvo limitado por su falta de fuerza. A la derecha, el de Cuillé no quiso acudir. El novillero tomó la mano izquierda para llevarlo por naturales a media altura, carecieron de transmisión a pesar de los malogrados esfuerzos de Palacio, quien hizo lo máximo posible. Primera entrada para matar, la espada quedó atravesada. Segunda entrada, quedó contraria. Se escuchó un aviso. Fueron necesarios varios descabellos. Silencio.

Verdadero para El Mene

Caen unas gotas al salir el segundo. El novillo, un jabonero cómodo de cabeza, se golpea fuerte contra un burladero. Le costó recuperarse de este impacto. A pesar de ello, se empleó en la capa de El Mene. Recibió dos picotazos suaves. Morilla hizo un buen quite por chicuelinas. El emotivo brindis para el público, la faena comenzó con derechazos. El novillo salió suelto del segundo pase rumbo hacia las tablas y luego cayó. Unos muletazos sin mucho interés y el torero tomó la espada. Las luquesinas son de mal gusto. El Mene puso punto final con un pinchazo hondo y un descabello. Silencio.

El Mago para Martín Morilla

El tercero estuvo mejor presentado. No se empleó en la capa de Martín Morilla. Estaba justo de fuerzas, era pequeño y fue mal picado. Aarón Palacio fue arropado al hacer un quite por chicuelinas y tafallleras. Nuevo brindis al público. Morilla inició la faena con derechazos y pase de pecho. Continúa hacia la derecha; al novillo careció de chispa, pero era noble. Comenzó a defenderse cada vez más con la muleta. Por la izquierda, le faltó ritmo. Morilla le dio paso a la mano derecha y luego regresó a la izquierda sin que la faena transmitiera más emoción. El protegido de Padilla concluyó con una trasera entera y un arropón. Sonó un aviso, el toro tardó en caer. Muy pequeña petición, el presidente sacó un pañuelo.

Pajarito para Aarón Palacio

El cuarto estuvo bien presentado y fue aplaudido al entrar al ruedo. Aarón Palacio lo recibió con faroles. En el primer encuentro, quiso empujar, pero la puya quedó demasiado trasera para ello. Un simple picotazo sirvió como segundo encuentro. Palacio comenzó doblando a un novillo justo de fuerza. Empezó por la derecha por alto. Estuvieron bien hechos, pero no tuvo emoción. Por la izquierda, la embestida del Cuillé era corta. De vuelta a la derecha, el novillo se apagó cada vez más, y los siguientes naturales no reavivaron su llama. Palacio acortó la faena para ejecutar una caída entra y efectiva. Silencio.

Pintor para El Mene

El quinto era un melocotón bien rematado y bien armado. Justo de fuerza, no se empleó en la capa de El Mene. Mal picado, no se empleó más en el primer encuentro, pero empujó un poco en el segundo. Al comenzar la faena por la derecha y por alto, el novillo era noble, aunque débil. El Mene, toreando a media altura, logró dar unos muletazos dignos pero sin emoción. Cuando el novillero tomó la mano izquierda, el novillo estaba casi parado. El novillero insistió, pero no había mucho más que hacer y terminó yendo por la espada. La estocada trasera surtió efecto rápidamente. Silencio.

Travesio para Martín Morilla

El último era un colorado casi toro. Suelto, se escapaba del capote de Martín Morilla. Mal picado, no se empleó ni en el primer ni en el segundo encuentro. Aarón Palacio, por chicuelinas, logró el mejor quite de la mañana. El brindis al alcalde de Mont de Marsan. Morilla comenzó la faena por alto. El de Cuillé era noble. El novillero ligó derechazos con entrega, pero este fue el leitmotiv -motivo principal- de la novillada, que transmitió poco. El novillo cada vez más tardo. El novillero quiso, pero el novillo terminó yendo a las tablas. La espada fue caidita y con travesía, sonó un aviso. Es una retahíla de descabellos que pone fin a una novillada que duró dos horas y media. Silencio.

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