En Palencia… Juan Ortega y una mágica faena

31 agosto 2024 Redacción

Palencia. Poco más de un tercio de plaza. Toros de José Vázquez, justos de presencia, mansos.

Morante de la Puebla: Oreja y silencio

Alejandro Talavante: Palmas y ovación

Juan Ortega: Palmas y oreja.
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Juan Ortega saludó al tercero de la tarde inundándolo de magia primero con el recibo capotero a la verónica, con gusto para después recortarlo con una soberbia media. Tras su paso por el caballo, llegó el turno de quites, en el que Ortega consumó un quite principesco, muy artístico por chicuelinas. La faena -que fue la propuesta de la tarde, la inició por ayudados por alto, siempre acompañado del arte, para llevar a cabo una trazos intensos que terminó por brillar por el pitón derecho. Sin embargo, falló con la espada, empañando su faena, pasaportándolo con el descabello.

Juan Ortega recibió al sexto de la tarde, un toro noble al que saludó por verónicas bien realizadas. En la faena de muleta lo toreó a base empaque, dejando muletazos de mucho mérito, magia, misterio y calidad. Culminó con una estocada en buen sitio y efectiva.

Morante de la Puebla recibió al abreplaza un toro de José Vázquez que tuvo docilidad y nobleza desde su recibo en el capote, dejó algún detalle extraviado. En la faena de muleta realizó una faena correcta, reponiendo terreno nada para el recuerdo inmediato. Una estocada, un descabello. Oreja.

Morante dejó algún que otro detalle con el segundo de su lote, un cuarto toro venido a menos con el que Morante trató de hacer faena bajo el aguacero.

Alejandro Talavante saludó a un toro escaso de fuerza al que sólo pudo dar algún que otro lance de recibo llevado. Poco se esforzó en la faena de muleta con un toro muy venido a menos. No pudo encontrar expresión, salvo algunos muletazos aislados. Mató de una única estocada.

Talavante recibió por verónicas bien ejecutadas al segundo de su lote y quinto de la tarde, aún bajo la lluvia, un toro con calidad y clase. Se alcanzó la faena de muleta, en la que pudo cuajarlo por ambos lados, gustando y gustándose, haciendo disfrutar a los tendidos, a pesar de la lluvia. Falló con la espada, teniendo que descabellar, petición de oreja que terminó en ovación.

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