En Mont-de-Marsan… Se avanza paso a paso

18 julio 2024 Thierry Reboul

Arènes du Plumaçon de Mont-de-Marsan. Francia. Lleno visible. Sol y calor. Segunda corrida de toros de las Fêtes de la Madeleine 2024. Toros de Victoriano del Río -incluido un sobrero 5º bis- y Toros de Cortes -6º-. Trece puyazos, cuadra Bonijol.

Sébastien Castella: Silencio con aviso y silencio con aviso.

Ginés Marín: Silencio y oreja con aviso.

Yon Lamothe: Silencio y silencio.

Detalles:

Presidenta: Colette Lacomme

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Los grandes maestros japoneses de la mejora continua recomiendan avanzar siempre “paso a paso”. Siguiendo sus enseñanzas, Mont de Marsan avanza paso a paso. Ayer ningún toro permitió hacer una faena. Hoy el quinto de Victoriano del Río tuvo un poco de recorrido y le permitió a Ginés Marín cortarle una oreja. A los demás, con razón, les pitaron el arrastre. Sébastien Castella no ha podido expresarse, para él esto es lo menos importante que sí lo es para Yon Lamothe. El landés, que esperaba mucho de esta corrida, no vivió la tarde que había soñado. Difícil expresarse con un toro apagado tras dos series y un manso perdido.

Para su información y para prepararnos para el mañana, los grandes maestros japoneses no están en contra de acelerar el proceso de mejora tan pronto como se comiencen a dar resultados óptimos o menos negativos.

Los toreros

El primero fue soso y bajó rápidamente en el tercer tercio. La faena ha sido elegante pero lamentablemente careció de emoción. Sébastien Castella mató mal. Silencio. El sobrero que salió como cuarto careció de raza y no mostró clase. Sébastien Castella intentó hacerlo bien, sin embargo, invadió el aburrimiento a todos. Oficiar con el acero le resultó laborioso.

El segundo no tuvo ni recorrido ni motor. Ginés Marín no pudo conquistar nada con eso. Silencio. Al quinto le faltó recorrido, sin embargo, tuvo un poco de motor. Ginés Marin construyó una faena de entrega, relacionada pero no siempre centrada. No obstante, ha sido un pequeño rayo de luz en el túnel oscuro en este comienzo de la Madeleine. Un pinchazo luego un entero efectivo y cayó una oreja.

El tercero se apagó rápidamente y la faena de Yon Lamothe vertigionosamente se fue a menos. El sexto querencioso en extremo fue un manso de categoría, Yon Lamothe no pudo hacer nada con él y no hizo nada en ambas ocasiones.

Los toros

Un pequeño avance, sólo cinco toros de este día fueron pitados en el arrastre. El quinto permitió a su torero ligar pases y construir una faena con poca transmisión. Los primeros cuatro de Victoriano del Río, bonitos de presentación -al igual que el quinto-, muy justos de fuerza, se extinguieron rápidamente y no permitieron a los toreros expresarse. El último, un Toro de Cortés , hermano pequeño de los dos moruchos que salieron el año pasado en Madrid durante el Otoño, era un manso perdido. Por supuesto, ningún toro cumplió siquiera en el tercio de varas.

Toro a toro

Decorador para Sébastien Castella

El primero estuvo correctamente presentado. Metió la cabeza en el capote de Sébastien Castella. En el tercio de varas recibió un primer puyazo mientras empujó. En el siguiente, estuvo mal puesto en suerte y sólo tomó un picotazo. Huyó del tercer encuentro cuando el caballo volteaba y el toro tenía enfrente los cuartos traseros de caballo. Tres puyazos y el bicho no sangró. El Victoriano fue distraído. Sébastien, inició su faena con pases por alto mostrando el toro que estaba justo de fuerzas. A la izquierda, el torero compuso pero el toro no transmitió nada. Resultó soso y sin recorrido. Sí, mucha elegancia, sin embargo, poca emoción cuando el francés tomó la tela roja con la mano derecha. El toro se paró. El final de la faena fue encimista centrándose más en el público y por consecuencia no aportó nada. El francés pinchó en varias ocasiones sin comprometerse. La espada que finiquitó al toro quedó trasera y baja. Silencio después de un aviso.

Bisonte para Gines Marín

El segundo fue ligero y salió abanto. Huyó del capote de Ginés Marín. El toro falto de fuerza, recibió un primer puyazo trasero, un picotazo ha sido el segundo encuentro. Yon Lamothe hizo un quite por saltilleras. Ginés Marin prologó la faena con pases por alto, sin embargo, el toro tuvo poco recorrido; por ello, hubo la necesidad de ir pase a pase con la derecha y a media altura. El de Victoriano no transmitió nada. El torero toreó perfilado consecuencia de la falta de raza del bicho que terminó refugiándose en la querencia. Marín mató en tablas dejando una trasera entera. Silencio para el torero y pitos al toro en el arrastre.

Asustado para Yon Lamothe

El tercero tenía un pitón escobillado, no obstante, metió la cabeza en el capote de Yon Lamothe dejando varios lances. El tercio de varas tuvo un primer encuentro con un puyazo ligero, el toro se defendió. Dos puyazos y el bicho no sangró. El toro les recortó los terrenos a los banderilleros. Yon, empezó por cambiadas y pases de pechos. Lo citó desde lejos y el toro acudió con recorrido y nobleza. Se albergó una ilusión que pronto se extinguió. Cuando el torero hizo uso de la mano izquierda para el toreo al natural, se acabó la faena. La nobleza se volvió sosería y nos aburrimos todos. Yon Lamothe prolongó innecesariamente la faena. Mató con una entera baja. Pitos para el toro y silencio para el torero.

Esperón para Sébastien Castella

El quinto fue cómodo de cabeza y dócil. No se empleó en el capote de Sébastien Castella. Cayó varias veces y fue protestado. Pañuelo verde. Castella lo liquidó.

Español para Sébastien Castella

El sobrero fue también de la ganadería titular, Victoriano del Río. Fue más serio que los anteriores. Justo de fuerzas, se dobló cuando recibió un picotazo del que salió suelto; lo mismo ocurrió en el segundo encuentro. Comenzó la faena sentado sobre el estribo, para inmediatamente dar doblones de rodillas. El toro tuvo poco recorrido. Sébastien Castella se entregó, bajó la mano y el de Victoriano mostró debilidad doblando las manitas. La siguiente serie fue embarullada. La izquierda tomó el relevo y hubo sosería. Castella redujo los terrenos, sin embargo, no pudo darle vida a la faena ya que el toro-animal careció de cualidades. El aburrimiento se extendió a las gradas. Un pinchazo bajo, sonó un aviso. Un segundo pinchazo para continuar con una entera en su sitio. Silencio para el torero y pitos para el toro.

Forajido para Ginés Marín

El quinto ha sido bonito de presentación. Metió la cabeza en el capote de Ginés Marín. El toro estuvo justo de fuerzas, por lo que se empleó un poco durante el primer encuentro. Salió suelto del segundo en paz. Comenzó la faena rodillas en la arena, el noble bicho mostró un poco de recorrido. Los primeros derechazos son muy perfilados. Tardo, el de Victoriano le faltó chispa. Por la izquierda en cuanto se centró el torero engancha al toro, por lo que, Ginés Marin, consiguió ligar bellos naturales sin cruzarse. Algunos son preciosos y devuelven un poco de ánimo a un público atónito por el calor y los toros poco interesantes. La faena ha sido larga, demasiado larga, con casi 60 pases. El final por redondos. Marín, pinchó, sonó un aviso. La espada entera en su lugar fue efectiva. El torero jerezano cortó una oreja.

Soleares para Yon Lamothe

El sexto provino de la ganadería hermana de la titular: Toros de Cortés. Muy en Conde de la Corte. Naturalmente salió abanto. Se escapó de la capa de Yon Lamothe. Estuvo bien picado durante el primer encuentro. El segundo fue eficaz. El toro fue manso y cortó los terrenos en el segundo tercio. Con inició con derechazos, el toro comenzó a buscar la salida. Tenía poco recorrido y había que dejarle la muleta abajo del hocico para pasarlo y mantenerlo en la muleta. Pero en cuanto se sintió podido, este tipo de manso huye al otro extremo de la arena. Esto es lo que terminó pasando. El toro también fue andarín lo que imposibilitó la faena. Yon Lamothe acortó la faena, oficiar con los aceros le resultó laborioso. Silencio para el torero y pitos para el toro.

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