En Aguascalientes… Gramática estrambótica

Ana Delgado 19 abril 202420 abril 2024 México, Por Ana Delgado

Aguascalientes. Viernes 19 de abril de 2024. Tercera corrida de la Feria Nacional de San Marcos 2024, menos de un cuarto de aforo. Se lidiaron astados de Santa Inés, desiguales en presentación, mansos, débiles y sosos.

Antonio Ferrera: Silencio y oreja

Angelino de Arriaga: División de opiniones y silencio.

Juan Pedro Llaguno: Leves palmas y silencio.

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Yo siento, tu sientes, él siente, así se conjuga el toreo cuando de faenas grandes se trata, hacer un enunciado perfecto donde el sujeto, el verbo y el predicado se entrelacen en una gramática inolvidable, pero…

¿Qué pasa si ni yo, ni tú, ni él percibimos lo mismo?

¿Qué sucede cuando la primera persona del singular no vibra como la segunda y menos como la tercera?

Es ahí cuando nos preguntamos si lo que vemos realmente es contundente y grande o solo producto de la colectividad inducida y la gramática estrambótica.

Y es que esta tarde Antonio Ferrera protagonizó una oración en la que los pronombres no se pusieron de acuerdo, y el verbo sentir no se conjugó en todas sus formas.

Gente buena se llamó el cuarto del festejo, segundo del lote de Antonio Ferrera, un astado más justo de presencia que sus hermanos al que lanceó correctamente, en varas apenas si fue señalado el puyazo.

De muleta comenzó con trazos finos por naturales ante la embestida sosa del de Santa Inés, Ferrera quiso darle extensión al muletazo, pero se le colaba por ese lado, probó por derecha y el astado se le quedaba muy cortito, no había letras que unir, por ello optó por su mejor moneda de cambio, es histrionismo para convencer, el sentido del espectáculo para persuadir hasta lograrlo, aunque de por medio haya que utilizar su muleta y estaquillador como tickets al más allá, lejos, lejos.

Convenciendo a ellos, no a ustedes, ni a nosotros. El manso de Santa Inés se fue a las tablas y hasta ahí lo siguió para pasárselo por alto, pases, pases y abaniqueos al aire a metros del hocico. Mató de media espada caidilla y porque había que premiar algo, el juez César Pastor le otorgó una oreja. Para el astado pitos en el arrastre.

El primero de su lote se llamó Huracán, que sustituyó a un bonito castaño que se descornó. Con este bis, Ferrera le dio los primeros lances para rematar con el Manguerazo de Villalta. Breve fue el encuentro con el piquero. De muleta comenzó desengañándolo por bajo, sacándolo de las tablas, pero las embestidas eran cortas y débiles.

Le sacó la primera tanda a base de taparle la cara, dejándole la tela en el hocico. Por naturales el toro aún más deslucido. Insistió por derecha en el centro del ruedo el mismo planteamiento, pero fue bajando de intensidad. Mató de tres cuartos de espadazo caído, más fallas con la espada hasta dejar entera trasera y tendida, las cosas se le complicaron y escuchó un aviso, al final se fue entre el silencio.

Angelino de Arriaga se enfrentó a Debutante, un toro sin emotividad, que desde salida no se empleó en la capa y salió doblándose del encuentro con el picador. Angelino cubrió de sobrada manera el segundo tercio llevándose las palmas. En el tercio final el torero de Tlaxcala lo sacó a los medios, el astado levantaba feo la cabeza, Angelino trataba de bajarle la mano, consiguiendo así una por derecha para rematar con el pase de pecho.

El astado se rajó pronto y el torero le plantó cara, pero las condiciones no fueron las idóneas. Siguió por el izquierdo, pero ya es astado estaba muy parado, extendió la labor en demasía, múltiples fallas con la espada para irse entre división de opiniones.

Al quinto del festejo Larga Vida, lo recibió con larga cambiada de rodillas, en los medios frente a toriles, luego otra junto a tablas. De lo más destacable fueron las verónicas lentísimas y el remate torero soltando la punta del capote. Muy, muy breve la vara, luego Angelino prosiguió con chicuelinas a manos bajas, desde los inicios de la labor el toro acusaba debilidad.

Cubrió con efectividad el segundo tercio, y con las zapatillas fijas en la arena se fue al centro del ruedo a llamarle, pero Larga Vida no asistió, hubo que acortar las distancias pasándoselo por derecha y por alto. Lo intentó también por naturales sin conseguir la transmisión, aunado a que el toro doblaba una y otra vez, reculando y sin aportar más. Angelino de Arriaga tuvo nuevamente muchas fallas con la espada para irse en silencio, para el astado pitos en el arrastre.

Quien pasó de puntillas por Aguascalientes fue Juan Pedro Llaguno quien tuvo dos actuaciones carentes de emociones y que no lograron llevarle a buen puerto. Resiliente, el primero de su lote de los más justos del encierro, fue un astado que desde inicio mostro cartas de mansedumbre y debilidad, poquita vara de la que salía doliéndose.

Juan Pedro cubrió el segundo tercio con más deseos que buena ejecución y colocación. De muleta las complicaciones se acrecentaron, el joven sin encontrar el rumbo, voluntarioso, intentando, pero sin conectar, muletazos a la distancia, algunos por alto y por la cara. Mató de entera trasera y caída para irse entre leves palmas.

Con el último del festejo Juan Pablo Llaguno quitó por chicuelinas antiguas, puso banderillas una vez desacertado. De muleta comenzó por doblones y remates por alto, luego por derecha el astado mostró su sosería, Llaguno en voluntad, muchos pases, pocos olés, nada de trasmisión. Mató de pinchazos y al primer golpe de descabello para irse en silencio.

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@AnaDelgado28