En Villacarrillo… Octavio Chacón y la faena ideal; justicia para un torero a carta cabal

09 septiembre 2023 José Mata

Plaza de Toros de Villacarrillo (Jaén). Sábado 9 de septiembre 2023. 2ª Corrida Pictórica del Aceite. Toros de Araúz de Robles. Muy serios e impecables de presencia, mansos en su mayoría, ha destacado el cuarto, Meritorio premiado con la vuelta al ruedo, que fue muy bravo y encastado.

Octavio Chacón: Oreja y Dos orejas tras dos avisos.

Adrián De Torres: Ovación tras aviso y dos orejas tras aviso.

Francisco De Manuel: Ovación y Palmas.

Detalles:

Sonó el Himno Nacional al final del paseíllo.

Juan Rojas lidió muy bien al primero. Juan Carlos Rey saludó en el segundo. Santiago Chamorro realizó una gran suerte de varas al cuarto. Juan Miguel Montoya lidió profesional al cuarto. Juan Rojas y José Magaña saludaron en el cuarto.

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Usted es príncipe por azar, por nacimiento; en cuanto a mí, yo soy por mí mismo. Hay miles de príncipes y los habrá, pero Beethoven sólo hay uno”: Ludwig Van Beethoven

Advertencia: Siempre es oportuno advertirle tanto a ganaderos como a toreros que esta crónica no es apta para ellos, porque aquí no aparecerán ni los falsos elogios ni las inútiles justificaciones para acomodar todo en una artificiosa ficción y así dañar al arte del toreo. Para ello, existe la prensa corrupta, la que enaltecerá el engaño e intentará convencer a la buena fe de los lectores de lo que no ocurrió en el redondel. Bajo advertencia… no hay engaño.

La faena ideal así se podría denominar a la creación artística que consumó, Octavio Chacón, al cuarto del festejo de nombre Meritorio, como meritoria fue la luminosa aportación en el orden taurino y estético que trazó Octavio en el redondel, que se transformó en un luminoso pentagrama.

Para que el arte pueda existir se requiere de la insoslayable verdad, de lo contrario sólo pueden aparecer las aproximaciones, pero nunca la creación artística.

El arte es también naturalidad por el rigor de la honestidad de espíritu y… eso hubo también en la propuesta de Octavio; las falsas poses con las que confunden los llamados puristas a la grandilocuencia luminosa del arte, nunca podrán rebasar el círculo selecto del Olimpo.

Apareció el cuarto toro, que de inmediato mostró eso… presencia de toro, atacó al caballo y siempre peleó en los engaños. Era como si de pronto la tauromaquia se reconciliara con su verdad, con su esencia, con su razón de ser y exclamara que todos aquellos torerillos, a los que llaman artistas por pasarse pequeñajos moribundos, deberían de analizar y comprender la dialéctica misma de la creación con base en la propuesta de Octavio Chacón.

El toro auténtico para el torero de verdad.

En el arte no hay democracia, no hay tiempo para esas pequeñeces intrascendentes, porque cuando aparece, ilumina a los espíritus, los eleva a las alturas insospechadas y les conduce por los mágicos caminos de la sublime locura.

Hizo acto de presencia el artista, Octavio Chacón, y comenzó el concierto teniendo como primer movimiento un cadenciosos saludo capotero, en donde la naturalidad convivió con la incontestable verdad que aguardaba a la justicia de la creación.

En verdad bellos, luminosos lances con los que el argumento de la tauromaquia como arte, ahí estaba otorgando el fundamento… toro y torero.

Y luego, en el tercer movimiento, los trazos han sido exquisitos, sólidos contundentes.. devastadores.

El ritmo que tanto añoran los poetas -decía Rubén Darío cuando él era el ritmo- ahí estuvo presente en cada momento de la creación.

La armonía diáfana y portentosa del quinto piano concierto del inmenso Ludwig Van, se podía apreciar en cada uno de los pases que constituyeron la fina y avasallante creación.

La sólida arquitectura de una propuesta que era producto del poder que concede el valor al aguante para pisar los terrenos que comprometen al hombre, así como el poder del sentimiento que otorga a los espíritus avasallados… el éxtasis con el que trascienden.

¡Qué gran torero y que gran toro!

Ahí se pudo constatar la injusticia de la que ha sido objeto, Octavio Chacón, quien merece se le abran todas las plazas del mundo.

La rúbrica una espada contraria y luego el descabello -aparecieron dos traviesos avisos- los convocados estaban absortos ante el hecho del que habían sido testigos, y el presidente actuó en consecuencia asomó los dos blancos pañuelos como los que habían ondeado exigiendo el reconocimiento; y sí, también hizo acto de presencia el azul que rindió homenaje al buen toro que había pisado el redondel.

Vuelta triunfal de Octavio con su pequeño heredero, quien también sumó unos lances de ilusión lanzados al porvenir.

Y de su primero, había sido una interesante faena, plena de buen gusto y trazos magníficos, por lo que se había hecho merecedor de una oreja, pero frente a la segunda creación todo queda en la evocación de que, Octavio, tiene mucho que dar a la tauromaquia.

Sus compañeros

En este contexto se apreció el loable esfuerzo que hizo, Adrián de Torres, frente a dos toros mansos, descastadones, con pocas posibilidades, sobretodo su primero que no quiso saber nada. Arrancó literalmente pases al quinto al hilo de las tablas. Y después de una estocada mortífera le dieron dos orejas.

Y, Francisco de Manuel, dejó también entrever sus interesantes posibilidades, pero hasta ahí quedó todo.

Al final, el destino felicitó y mucho al empresario Carmelo García, quien se preocupa por hacer Fiesta y apoyar a los buenos toreros como Octavio; pero también exigió justicia para un artista incomprendido.

Justicia para, Octavio Chacón, quien ha demostrado siempre y con creces… que es un torero a carta cabal.

¡Dígase la verdad… aunque sea motivo de escándalo!

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