Crónicas

En Bilbao… Emilio de Justo, otra puerta grande en medio de la triste realidad

Bilbao. Viernes 25 de agosto 2023. 6ª de abono de las Corridas Generales de Bilbao. Poco más de un cuarto de plaza. Lluvia intermitente desde el cuarto, detuvo en el quinto y arreció en el sexto. Toros de Zalduendo propiedad de la Familia Baillères, inexplicablemente mal presentados, disparejamente presentados varios muy justos de presencia, incluso trasijados, mansos, debiluchos.

Sebastián Castella: Silencio y silencio.

Emilio de Justo: Oreja y oreja.

Ginés Marín: Silencio y oreja.

Detalles:

Ha saludado José Chacón después de un tercio de banderillas.

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Orden de lidia -sorteo-

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Volvió la triste realidad, la normalidad que viven el común de los toreros en la actualidad. Sí, la realidad de las plazas semivacía. Una pena. Apenas ayer con, Roca Rey, se gozó el ver al coso bilbaíno casi lleno y con ello se comprobó que sí existe numeroso público que disfruta del arte del toreo, pero este viernes, en menos de 24 horas, otra vez la mala entrada.

Los tres toreros, Castella, De Justo y Marín, representan el buen toreo, la entrega y la voluntad inquebrantable, pero no fueron en Bilbao sinónimo de imán de taquilla.

No interesaron.

Algo tienen que hacer los empresarios y los toreros para hallar cuál es el motivo del por qué no se llenan las plazas. El pretexto de que exista cierto desinterés por la tauromaquia nadie lo cree…

… Roca Rey, llega y llena las plazas.

En esta ocasión se lidió un encierro de Zalduendo propiedad de la Familia Baillères que ha dejado un mal sabor de boca a los pocos aficionados que acudieron, tanto por su dispareja presencia así como por el comportamiento que han tenido los seis ejemplares.

¿Por qué haber seleccionado a estos seis astados y bajo qué argumentos?… será una incógnita muy difícil de resolver para el común de los mortales.

Sebastián Castella le correspondieron dos toros imposibles para hallar el triunfo con todo y la insistencia que mostró el torero.

Emilio de Justo logró extraer una faena interesante con un manso que apenas podía caminar. Supo entender del de Zalduendo y demostró con ello que todos los toros tienen su lidia. Trazos de sentimiento que impactaron al respetable. Después de la estocada la poca asistencia exigió una oreja.

A, Emilio, le tocó el casi diluvio universal en su segundo aminorando durante el tercio final, en donde apareció una faena interesante de buen corte ante un debilucho, que gustó a la asistencia. Dejó una estocada que consiguió levantar los empapados ánimos y cortó una oreja.

Ginés Marín luchó por imponerse a su primero, que había sido protestado a su salida por su poca presencia. Así intentó todo, pero nada pudo hacer, no se movió y no había más qué hacer.

Con el que cerró plaza, apenas rayando en lo mínimo que debe tener un toro manso para mantenerse en pie. Ginés supo entender de ese límite y sacó provecho en la faena con la muleta con algunos trazos importantes, de mérito en medio de la lluvia. Certero espadazo hasta el segundo viaje y le han dado una oreja.

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