Crónicas

En Santander… Roca Rey, genial y heroico cimbró al espíritu de todos

Santander. Cuarta de abono. Feria de Santiago. Lleno. Toros de Antonio Bañuelos, bien presentados, complicados.

Cayetano: Silencio y silencio

Roca Rey: Oreja y dos orejas

Pablo Aguado: Ovación y silencio

Detalles:

Roca Rey no salió a hombros y pasó a la enfermería, allí le hallaron “Un politraumatismo que afecta a la rodilla izquierda. Contusiones múltiples en cuello, cara, muslo derecho y rodilla izquierda”.

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Orden de lidia -sorteo-

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Roca Rey cosechó un triunfo rotundo esta tarde en la cuarta corrida del abono de Santander. Una tarde en la que se rozó la tragedia en el sexto cuando el de Bañuelos le prendió en el inicio de faena con muletazos por alto. El toro le cogió y los estrelló contra las tablas. Cayetano que fue a hacerle el quite a cuerpo descubierto fue volteado.

Roca Rey se la jugó ante el incierto segundo, un toro que nunca venía entregado en la muleta. De hecho en uno de los naturales fue prendido por la corva de la rodilla. Ahí Roca sacó su raza y se impuso a un animal complicado y con genio, al que le cuajó varias series por el derecho rebasando el nivel de la jurisdicción del toro. Incontenible Roca Rey. Estocada. Oreja. Pasó a la enfermería.

Roca Rey salió de la enfermería y volvió a la cara del de Bañuelos muy mermado no para demostrar lo que ya todos sabemos el la primera y única figura del toreo; sino porque su vergüenza torera la exigía no claudicar. Demostró su incontestable firmeza con la muleta, imprimiendo su poder con la mano derecha, sometiendo complicado toro de Bañuelos. El público gritaba ¡torero!, ¡torero!, ¡torero! Pinchazo y estocada. Dos orejas.

Cayetano en su primero se las vio con un toro de bonitas hechuras, pero pronto acusó su mansedumbre. Lo intentó Rivera por ambos pitones, muletazos sueltos a un animal que nunca venía entregado. A la hora de matar el toro demostró su mansedumbre rehuyendo de la pelea. Estocada.

Tampoco tuvo suerte Cayetano en el cuarto, un animal con cuajo, noble pero que no fue propicio para el lucimiento. Estocada.

Pablo Aguado es el caso de un torero que decidieron inventarle hace tres años en Sevilla después de dos portentosas faenas de Roca Rey; así que sus faenas -de Aguado-, que resultaron correctas, se les infló más por la participación de la prensa corrupta que por lo hecho en la realidad.

Ponerlo con, Roca Rey, es un error porque carece de carácter, mando y aguante; y si no le corresponde un toro facilón, no posee los argumentos suficientes y tiende a naufragar. Mientras Roca Rey se pasa ceñidísimos a los toros, Aguado a muy prudente distancia con exceso de poses.

Esta tarde cumplió en los lances a la verónica. En la faena tuvo un buen toro de Bañuelos con el que apenas y cumplió con la mano derecha. Lo más sencillo será culpar a la espada de la falta de la oreja y no a sus pocos argumentos.

Se corrió turno en el quinto, debido a que Roca Rey estaba siendo atendido en la enfermería de la voltereta. Salió el quinto, un toro con cuajo, que al no ser el toro de bondad franciscana, sino que le exigió, Aguado estuvo en la indefensión. Estocada y varios descabellos. Silencio.

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