**En Olivenza… El Juli y Talavante salieron en hombros**

Redacción 04 marzo 202305 marzo 2023 España, Por Redacción

Olivenza (Badajoz). Segunda de la Feria del Toro. Casi Lleno. Toros de Garcigrande -segundo y sexto- Domingo Hernández, mansos, justos de presencia.

Julián López El Juli: Oreja y oreja.

Alejandro Talavante: Ovación tras aviso y dos orejas.

Emilio de Justo: Ovación y ovación.

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Manso con movilidad ha sido el que abrió plaza y correspondió a El Juli, quien estará celebrando 25 años de tomar la alternativa. Ilusionó mucho cuando niño, pero pronto fue parte de ese sistema que comenzó alejar a la gente de las plazas. Pero regresando al festejo se acomodó bien con este de Garcigrande, su ganadería favorita, y estuvo entusiasta con el capote.

Ya con la muleta le llevó con habilidad con ambas manos al toro, destacando el lado derecho en donde la obediencia del toro fue evidente. Como manso que era se vino abajo y acaso le exigió con el toreo en redondo. Una estocada habilidosa trasera y el público pidió una oreja.

Su segundo hizo más evidente la mansedumbre de esta ganadería, hasta hacerla notar al huir de caballos. Con la muleta acudió con la docilidad que hace sentir bien a El Juli y le sacó pases con ambas manos. Dejó media estocada traserísima y le dieron una bondadosa oreja.

Alejandro Talavante para variar tuvo dos toros mansos, su primero complicado, con el que estuvo intentando, tanto fue así que el toreo al natural gustó al público. Pisó los terrenos de un toro que no quería saber de nada y al final dejó una estocada trasera, caída, tres descabellos con un aviso. Ovación.

Con el que hizo quinto una bovino que se dejó, con movilidad franciscana. En el prologo de la faena se hincó para citarlo de largo, cambiar el viaje por la espalda hasta dos veces, al estilo de Roca Rey, y con la habitual arrucina. Luego la faena fue correcta dejando trazos largo con la bondadosa colaboración del manso astado. No ofició bien con la espada y después de dos descabellos con el aviso correspondiente, le han donado para sus estadísticas dos orejas.

Emilio de Justo, el artista del cartel, tuvo el toro más pequeño, manso, descastado y se aquerenció de inmediato en las tablas. Mucho loable esfuerzo con un toro que no valió nada. Estocada, alguna petición y ovación.

El que cerró plaza, débil en su caminar, por lo que inteligentemente, Emilio, le toreó a media altura para evitar que claudicara. La faena tuvo momentos de sumo interés sobretodo al natural, de pronto el toro le cogió momentos de angustia fundamentalmente al caer exponiendo su cuello a un feo golpe. Por fortuna, hasta le momento no se sabe si afectó algo, se desea que no se así. Mal, muy mal con la espada. Sin embargo, el público le ovación como reconocimiento a su entrega.

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